Conclusión dialogó con diferentes automovilistas y peatones, quienes dieron su parecer acerca del tránsito en las calles rosarinas.

Las principales quejas se centraron en el escaso espacio para estacionar los vehículos y la poca presencia de los inspectores de tránsito en las calles. El crecimiento del parque automotor en los últimos años ha sido un elemento fundamental en el escenario de “caos vehicular” que, según algunos vecinos, se vive en la ciudad.

Otros, por su parte, consideraron que los automovilistas muchas veces no contribuyen a mejorar la situación y manifestaron que “es responsabilidad tanto de los conductores, como de la Municipalidad”. Por último, una de la consultadas afirmó que, si bien “no es sencillo, se puede llegar al destino” y comparó al tránsito de Rosario con el de la capital provincial, “no es más complicado que en Santa Fe”, manifestó.