Este miércoles 1° de marzo, en los Tribunales Provinciales de Rosario, comenzó el juicio oral y público a los responsables de la muerte de Jonatan Herrera, el joven asesinado en enero de 2015 mientras lavaba el auto en la calle por cinco policías que perseguían a un ladrón.

Bajo los cargos de homicidio doloso, los cinco imputados, Ramiro R.,  Alejandro G. Francisco R. y  Luis Alberto S. todos ellos integrantes de la Policía de Acción Táctica, y Gladys G., perteneciente al Comando Radioeléctrico,  comparecieron a las 9 de la mañana al tribunal presidido por los jueces Juan Carlos Curto, Rodolfo Zvala y  Juan José Alarcon. La acusación estuvo a cargo del fiscal de Homicidios, Adrián Spelta.

Los hechos

Jonatan Herrera, de 22 años,  fue asesinado el 4 de enero de 2015, mientras se encontraba lavando el auto en la puerta de su casa, en Pasaje Villegas y Ayacucho.

Ese día, efectivos policiales pertenecientes al Comando Radioeléctrico se encontraban persiguiendo a un supuesto ladrón que acababa de cometer un ilícito en  una juguetería de Saavedra y San Martín. En ese contexto, cuatro efectivos de la PAT, que viajaban en un colectivo que pasaba por el lugar, se bajaron y se unieron a la persecución y a los disparos que también efectuaban los efectivos del CRE.

En medio de la balacera el joven intentó refugiarse detrás de un árbol. Sin embargo, tres de las más de 20 balas disparadas ese día impactaron en su cuerpo ocasionándole la muerte.

En los inicios de la investigación, fueron detenidos cuatro agentes de la PAT, responsables de algunos de los disparos. Sin embargo faltaba determinar quién había sido el responsable que disparó uno de los proyectiles, justo el que impactó en la cabeza de Jonatan.

Así fue como, luego de una reconstrucción 3D realizada por el fiscal Spelta, pudo determinarse que el mismo provino del arma de Gladys G., oficial que en ese momento revistaba en el Comando Radioeléctrico.

Según los testigos de aquella fatídica tarde,  los policías siguieron gatillando aún después de que el ladrón al que perseguían ya había caído frente a la puerta de la casa de Jonatan. Fue en ese momento en que lo alcanzaron 3 de los proyectiles disparados, uno le rozó la cabeza y le provocó el estallido del cráneo, otro se le incrustó en la cadera, y el tercero le perforó un pie. El joven murió en el acto.