La candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, dividió hoy entre «deplorables» y «defraudados» por el sistema a los seguidores de su rival republicano, Donald Trump, al tiempo que recibió el apoyo de una famosa inmigrante indocumentada que ayer había sido amenazada con ser deportada por el hijo del magnate.

«La mitad de seguidores de Trump se podrían meter en lo que yo llamo la ‘cesta de los deplorables’, ¿verdad? Los racistas, sexistas, homófobos, xenófobos e islamófobos», dijo la demócrata durante un acto para recaudar fondos con la comunidad LGTB de Nueva York.

«Desafortunadamente hay gente así, y él los ha envalentonado», lamentó Clinton sobre este primer grupo de votantes republicanos.

La ex primera dama explicó entonces que la otra mitad de seguidores del magnate son «personas que sienten que el gobierno los ha defraudado, que la economía los ha defraudado, que no importan a nadie, que nadie se preocupa por lo que pasará con sus vidas ni con su futuro y que están desesperados por un cambio», apuntó.

Según ella, se trata de gente a la que hay que «entender» porque en Trump tan solo depositan algún tipo de esperanza de que sus vidas sean «diferentes», pero que no están de acuerdo en todo lo que propone y dice el magnate inmobiliario.

Las declaraciones de Clinton provocaron la reacción inmediata de Trump, quien, a través de su asesor de comunicación, Jason Miller, censuró las palabras de la ex secretaria de Estado.

«Lo realmente deplorable no es solo que Clinton haya cometido un inexcusable error delante de ricos donantes y unos periodistas que estaban por ahí la hayan atrapado, sino que ha revelado lo poco que le preocupan los hombres y mujeres trabajadores de Estados Unidos», apuntó Miller, citado por la agencia de noticias EFE.

La recta final de la campaña se ha caracterizado por los dardos lanzados entre Clinton y Trump, los dos candidatos más impopulares de la historia de Estados Unidos.

Pero Trump ha mantenido la delantera con los comentarios ofensivos y los insultos en contra de las minorías. Uno de los últimos dardos lo arrojó ayer su hijo, Donald Jr., uno de los hijos del magnate, quien al ser consultado el jueves por el caso concreto de la reconocida inmigrante Astrid Silva, respondió: «Posiblemente sea una buena chica. De acuerdo, lo entiendo. Pero las cosas se tienen que hacer bien».

En esa misma entrevista con News 3, la afiliada de NBC en Las Vegas, el hijo del magnate había afirmado que «todos» los inmigrantes deben «pasar por el mismo proceso» legal para ser aceptados en el país.

«Él no conoce a mi familia, pero se siente más que cómodo al seguir los pasos de su padre y demonizar a los inmigrantes indocumentados como un peligro para este país que amamos», dijo la joven de 28 años, quien ingresó a Estados Unidos con tan solo cuatro años.

«Donald Jr. confirmó lo que yo ya sabía: Donald Trump creará una fuerza de deportación para acorralarme, detenerme y deportarme a mi y a mi familia. Eso es aterrador y le tomo la palabra», añadió.

El 20 de noviembre de 2014, Obama mencionó a Silva en un discurso destinado a proclamar unas medidas migratorias para frenar la deportación de casi cinco millones de personas y que nunca llegaron a entrar en vigor.

La joven, hija de un jardinero, se convirtió en una estudiante brillante y logró entrar en una escuela de tecnología a espaldas de sus padres, quienes temían que alguien descubriera que era indocumentada.