Por Franco Albornoz

Muchas son las familias tanto en Santa Fe como en el resto del país, que buscan adoptar niños para criarlos dentro de un ambiente adecuado a lo que todos los chicos tienen derecho a vivir.

También, son varios los pequeños que esperan alguien que los adopte para pertenecer a un núcleo familiar idóneo, dónde sus necesidades básicas no sean vulneradas.

Pese a que el deseo de las dos partes es tener una familia, el proceso es complejo y no es fácil que ambos extremos se encuentren.

“Al día de hoy tenemos 1700 familias inscriptas para adoptar»

Ante esta situación, entró en juego el llamado Registro Único de Aspirantes a Guardas con fines Adoptivos (Ruaga), que fue creado por la Ley provincial 13.093 y empezó a funcionar en junio del 2010 con el objetivo de garantizar el tratamiento igualitario para aquellos que pretendan adoptar niños, niñas y adolescentes.

“Al día de hoy tenemos 1.700 familias inscriptas para adoptar de las cuales hay que hacer una nueva limpieza en la base de datos, porque hay familias que no renovaron sus papeles”, manifestó la directora Provincial del Ruaga, Alejandra Kosak, en diálogo con Conclusión.

En tal sentido, la funcionaria destacó que la “la dificultad son las edades de los niños, porque las familias se inscriben para chicos no mayores a tres años, y la mayoría de los oficios que nos llegan son grupos de hermanos preadolescentes por lo que se complejiza bastante la búsqueda. Está el estado de adoptabilidad declarado, pero no existen familias inscriptas interesadas”, puntualizó.

«La dificultad son las edades de los niños, porque las familias se inscriben para chicos no mayores a tres años»

El proceso de adopción en Santa Fe tiene varias patas. Por un lado, interviene la Subsecretaría de Derechos de Niñez, Adolescencia y Familia, para que el Estado pueda actuar sobre la vida de aquellos chicos que sufren una vulneración grave de sus derechos.

La primera medida es agotar todas las instancias para reinsertar al menor dentro de su círculo familiar. De no lograrse, se resuelve otra medida excepcional tendiente a empezar un trámite de adopción.

El pedido es remitido a los Tribunales de Familia, que tras analizar el caso tienen que declarar “el estado de adoptabilidad”.

“A partir que la sentencia está firme, los jueces de familia nos piden los datos de inscriptos en un orden de prelación donde de acuerdo a la disponibilidad adoptiva se estudia cada situación particular y son entregados esos legajos al juez que decide qué familia va a ser elegida”, detalló Kosak.

El proceso

Entre los objetivos del Ruaga, la titular de ese organismo priorizó “buscarles la mejor familia a esos niños y acompañar a los adultos en el proceso; hay que tener muy claro que el rol del registro es buscar familias para los niños y no al revés, ahí es cuando la mirada cambia”, subrayó.

Una vez recibida la documentación, tras haberse declarado la adoptabilidad, el proceso continúa con la asignación de un número de legajo y la incorporación a la base de datos provincial y nacional.

Luego, el equipo interdisciplinario “evalúa la capacidad de prohijar de los inscriptos en varias entrevistas con psicólogos, se realiza un estudio socio ambiental en la casa y de acuerdo a lo que vayan planteando se le proyectan sugerencias y se elabora un informe sobre las características de la familia”, que serán cotejadas con el perfil de los niños en adopción.

«No sólo con el amor basta en este proceso, hay que tener las herramientas para acompañar a nuestros niños en esta vinculación”

“No sólo tenemos en cuenta el número de inscripción, sino que la familia tenga la capacidad de acompañar a ese niño en particular; todos los niños son diferentes y vienen con diferentes historias. No sólo con el amor basta en este proceso, hay que tener las herramientas para acompañar a nuestros niños en esta vinculación”, concluyó.

Requisitos generales

Toda familia que esté en la búsqueda de iniciar el camino de la adopción debe cumplir algunos requerimientos básicos, tales como contar con 5 años de residencia permanente en el país y tener domicilio real en la provincia de Santa Fe

Además, es necesario completar el formulario de inscripción y las declaraciones juradas que se presentan en https://www.santafe.gov.ar/index.php/tramites/modul1/index?m=descripcion&id=114065, los cuales deberán firmarse ante el funcionario del Registro.

En Rosario, más de 50 chicos necesitan un nuevo hogar

En la ciudad de Rosario hay más de 50 niños, niñas y adolescentes que “están transitando el camino de la adoptabilidad y en el próximo mes serán puesto a disposición del Ruaga y del Juzgado de Familia bajo medidas de resguardo”.

«La mayoría de los chicos son separados de sus familias por maltrato infantil, abuso, y temas relacionados al consumo de sustancia ya en edades más avanzadas”

La afirmación pertenece a la subsecretaría de Niñez, Andrea Travaini, quién en diálogo con Conclusión resaltó que las situaciones que hacen que un chico deba ser separado de su familia de origen “son diversas”, pero la mayoría de las veces tiene que ver con “maltrato infantil, abuso, y temas relacionados al consumo de sustancia ya en edades más avanzadas”.

“En adolescentes nos encontramos que están solos, y no hay ningún adulto que lo acompañe, esto complica todo porque el estado debe brindar herramientas que son responsabilidad de una familia. Tenemos muchas consultas e intervenciones diarias y no todas terminan en una medida excepcional”, agregó la funcionaria.

Por ello, a partir de esta coyuntura, la Subsecretaria de Niñez, Adolescencia y Familia impulsó “el Programa de Autonomía Progresiva para que estos preadolescentes y adolescentes cuenten con la posibilidad de independizarse, y adquieran herramientas que le permita sobrevivir en su vida de adultos ya que las dificultades para su adopción son grandes”.

Niñez, un área sensible

A fines de 2016, se conocieron casos conflictivos que sacaron a la luz problemas profundos en la Dirección de Niñez. Corto presupuesto y falta de una estructura acorde para la contención de menores fueron temas que pusieron al sector en el ojo de la tormenta.

A más de 3 meses de haber asumido en el área, la ex directora del Instituto Municipal de la Mujer no esquivó el asunto y admitió que “aún no hemos salido de la crisis, pero la estamos superando. Nos tuvimos que replantear muchas cuestiones sobre como buscar nuevas plazas de alojamiento, y armar un plan de trabajo para repensar la estructura, a través de nuestros recursos humanos que son lo más valioso que tenemos”