Los jueces Mariano Borinsky y Gustavo Hornos de la Cámara Nacional de Casación Penal rechazaron hoy la excusación solicitada por la jueza Ana María Figueroa y seguirán a cargo del trámite de los recursos en la causa en la que se pretende reabrir la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman contra la ex presidenta Cristina Kirchner por presunto encubrimiento del atentado a la AMIA.

Los camaristas entendieron que la pretensión de Figueroa, colega de la Sala I, «no se fundó en una actitud que pudiera revelar sospecha de parcialidad» y, con la intención de imprimir «celeridad» al proceso, resolvieron convocar a las partes a una audiencia para el próximo 19 de diciembre «para que se expidan en torno a los recursos presentados en la causa», indicó el pronunciamiento.

Al mismo tiempo, los jueces de la Sala I rechazaron «in limine» el planteo de recusación presentado por el abogado del ex canciller Héctor Timerman, Alejandro Rúa, con lo cual quedaron en condiciones de revisar si se hace lugar al planteo de reapertura de la denuncia presentada por Nisman cuatro días antes de ser encontrado sin vida en el baño de su departamento de Puerto Madero.

En este sentido, recordaron que la Corte Suprema «ha enfatizado la importancia de contar con una decisión sobre la competencia de los jueces para evitar una efectiva privación de Justicia y asegurar en el caso la mayor celeridad del proceso».

Los jueces tuvieron en cuenta también que la defensa solicitó expresamente que la magistrada no sea apartada y que la DAIA -pretensa querellante- peticionó, en el mismo sentido, que se respete la regular y prestablecida integración del tribunal.

En la audiencia del 19 de diciembre, el tribunal escuchará los argumentos del fiscal ante la Cámara de Casación Javier De Luca, quien se opuso a reabrir la denuncia de Nisman por entender que no existió delito en los hechos denunciados, además de los representantes de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), que reclama ser aceptado querellante para empujar la investigación aun faltando el impulso fiscal.

Nisman denunció a Cristina Kirchner y al ex canciller Héctor Timerman el 14 de enero de 2015 por el presunto encubrimiento de la investigación del atentado por el Memorándum de Entendimiento firmado con Irán, en base a escuchas que tienen como protagonista a Jorge Khalil, referente de la comunidad iraní en la Argentina.

La acusación ya había sido archivada en primera instancia el año pasado y también había llegado a manos de De Luca tras ser desestimada por la Cámara Federal: en esa intervención inicial, el fiscal también había solicitado su archivo, con lo cual la denuncia de Nisman nunca fue evaluada por la Sala I de la Casación.

El viernes pasado, la jueza Ana Figueroa, cercana al kirchnerismo, se había inhibido de seguir interviniendo en el caso y pidió que sus dos colegas de esa sala, Borinsky y Hornos, hicieran lo mismo: en Tribunales habían leído la presentación de Figueroa como un intento de que otros magistrados se inclinaran por el archivo definitivo de la causa contra Cristina Kirchner.

El juez de primera instancia Daniel Rafecas, y luego la Sala I de la Cámara Federal con la firma de Eduardo Freiler y Jorge Ballestero, habían vuelto a archivar el caso y luego fue apelado a la Casación, que ahora tiene la posibilidad de darle impulso.

La llave la tiene la DAIA, el brazo político de la comunidad judía, que se presentó como pretenso querellante en la causa y reclamó la reapertura: aportó como nuevo elemento de prueba una grabación a raíz de una conversación telefónica entre Timerman y el ex presidente de la AMIA Guillermo Borger, en la cual el entonces funcionario reconocía la presunta responsabilidad de Irán en el atentado.