El reclamo para que el gobernador de Puerto Rico, Ricardo Roselló salga del cargo volvió a estar en el centro de las protestas que se produjeron el sábado en la isla, que esta vez tuvieron forma de “cacerolazo” y fueron llamadas por sectores sindicales.

Cientos de manifestantes se juntaron, cacerola en mano, por octavo día consecutivo frente al acceso a La Fortaleza, la residencia del gobernador y sede del Ejecutivo en el casco histórico de San Juan.

Los ciudadanos exigían que Rosselló abandone el cargo por su participación en un chat de miembros del gobierno, filtrado por la prensa hace una semana, en el que insulta y ridiculiza a artistas, mujeres, miembros de la comunidad LGBT y políticos.

Los manifestantes golpeaban cacerolas con cucharas y otros objetos de forma estruendosa sin dejar de lanzar consignan para pedir la dimisión de Rosselló, que, con todo, anunció que no se iría del cargo.

La concentración de este sábado siguió a la del jueves, que terminó con escenas de violencia, y a la del viernes, cuando los manifestantes se acercaron al Viejo San Juan por mar con motos acuáticas, camiones y hasta a caballo.

El movimiento forma parte de una convocatoria que realizó la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego (UTIER), a través de su presidente Ángel Figueroa. Ayer, habían coincidido la Coordinadora Sindical, la Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios y la Central Puertorriqueña de Trabajadores, entre otros.

El Colegio de Abogados de Puerto Rico divulgó ayer un comunicado en el que considera que existe base jurídica para iniciar un proceso de destitución del gobernador por su participación en un polémico chat.

Las manifestaciones del sábado fueron viralizadas en las redes sociales y hasta hubo bloqueos en algunas rutas, según reportó el sitio El Nuevo Día.

Hace una semana, el Centro de Periodismo Investigativo (CPI) reveló un documento de 889 páginas que contienen parte de las conversaciones que Roselló mantuvo con altos funcionarios de su administración.

El gobernador debió salir al cruce, además de una denuncia que lo acusa de haber recibido dinero del Legislativo de la isla “por no hacer nada”, según reveló un antiguo socio suyo que dijo que fue el mismo mandatario el que le contó el hecho.

El antiguo asociado Yosem Companys relató, en una entrevista con NotiCel, anécdotas íntimas de su relación con el hoy jefe del Ejecutivo, incluida la confesión del gobernador de que cobró del Parlamento.

«Es realmente lamentable y decepcionante que una persona a quien consideré mi amigo realice este tipo de comentarios malintencionados y mendaces. Desconozco su intención y me pregunto qué hay tras semejantes falsedades», señaló Rosselló, según la agencia EFE.