La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, dijo esta mañana que «el crimen de Araceli Fulles fue brutal» y que además «la fiscal del caso tendrá que repasar un poco sus tareas» en referencia a la investigación en la causa que tiene seis detenidos entre ellos anoche la aprehensión de Badaracco en el Bajo Flores.

«El crimen de Araceli fue brutal y por suerte la Gendarmería Nacional logró detener al presunto autor material del homicidio gracias a la colaboración y valentía de una vecina que vio a un hombre muy sospechoso. Hubo algo de disturbios en el barrio 1-11-14 porque los vecinos le gritaban asesino, asesino a Badaracco», así se expresó la ministra a cargo de la seguridad nacional en diálogo a Radio La Red.

«La funcionaria también sostuvo, «la fiscal del caso tendrá que repasar un poco las tareas que hizo en la caso. El fiscal general de San Martín tendrá que ver como trabajan sus fiscales. Nosotros estuvimos apoyando a la familia Fulles desde le comienzo de la desaparición de Araceli. Pusimos a la Policía Federal a disposición de la provincia para lo que se necesario siempre.
«Araceli fue encontrada enterrada en la casa del principal acusado y eso es grave», finalizó Bullrich.

Anoche fue detenido Darío Badaracco como autor material porque el ADN de la víctima fue encontrado en el camión con el que trabajaba repartiendo materiales de construcción, tiene antecedentes por tentativa de robo en 2012, encubrimiento en 2013 y por un robo en 2014, todos delitos cometidos en jurisdicción del departamento judicial de San Martín.

También en la causa ya se encuentran detenidos seis hombres, entre ellos Carlos Damián Alberto Cassalz, dueño del corralón donde trabajaba Badaracco, quien fue miembro de una superbanda de secuestradores que actuó entre 2001 y 2002, y estuvo preso hasta 2005, cuando fue excarcelado.

Cassalz, los hermanos Jonathan (29) y Emanuel (25) Ávalos y Marcos Ibarra (32) están acusados de «homicidio agravado» y serán indagados por la fiscal mañana.

Los Ávalos e Ibarra no tienen antecedentes penales, al menos como mayores de edad, y trabajaban en empleos temporarios.

Los otros apresados son dos empleados del corralón de Cassalz, llamados Hugo Martín Cabañas (46) y Marcelo Ezequiel Escobedo (37), quienes están acusados de «encubrimiento» ya que, según las fuentes de la investigación, ayudaron a Badaracco a huir cuando era buscado por la desaparición de Araceli.

A raíz del caso, en tanto, la división Asuntos Internos el Ministerio de Seguridad bonaerense desafectó a tres policías: uno porque es hermano de dos de los detenidos y otros dos porque estuvieron encargados de los rastrillajes y de la búsqueda de la joven.

Araceli fue vista por última vez el 1 de abril en Villa Ballester y el último contacto con su familia fue cuando, a las 7 de la mañana del día siguiente, le envió un mensaje a su madre diciéndole: «Vieja, prepará las cosas para el mate que estoy yendo para casa», adonde nunca llegó.

Tras la denuncia de la familia de la joven, los investigadores siguieron varias pistas sobre lo ocurrido y el 18 de abril último, los perros rastreadores hallaron un monedero y un neceser de la joven a unos tres kilómetros de donde se halló anoche el cadáver.

En tanto, la casa donde se encontró el cuerpo ya había sido rastrillada pero no se había encontrado nada sospechoso, por lo que cree que el cadáver fue llevado hasta allí luego de ese procedimiento y se tapó con algunos escombros y cal.