La derrota frente a Central en la Copa Argentina, le costó caro a Boca Juniors, porque era la última chance que le quedaba, para disputar la próxima edición de la Copa Libertadores de América. La noche del miércoles en Córdoba, termina de la peor manera para el Xeneize, no pudo quebrar la resistencia del Canalla, perdió en cuartos de final y no tendrá competencia internacional en el 2017.

El rostro del entrenador Xeneize, Guillermo Barros Schelotto, lo decía todo, la desazón por no haber clasificado era indisimulable. Es que Boca, tuvo una decena de oportunidades para cambiar el rumbo del resultado.

Pero en el primer tiempo, había sufrido por la falta de concentración, porque en pocos minutos, el equipo de Coudet lo había dejado al borde del nocaut en una ráfaga de goles.

El Boquense se quedó con las manos vacías, no estará en la Libertadores y solo le quedará pelear por el campeonato de cabotaje. El equipo de la Ribera, sufrió un duro revés deportivo y económico, porque la proyección a nivel internacional, siempre es bienvenida y no podrá contar con esos dividendos.