El periodista francés Thierry Meyssan suscribe un amplio y esclarecedor informe vinculado a los “Panamá Papers”, poniendo blanco sobre negro sobre el papel que juegan, alrededor de los mismos, países como Estados Unidos, Inglaterra y otros.

En uno de sus párrafos, señala que Washington hizo previamente una cuidadosa selección de los documentos y excluyó, en primer lugar, todos los que tenían que ver con ciudadanos o empresas estadounidenses y, en segundo lugar, también descartó probablemente los que implicaban a sus buenos aliados.

Supuestos aliados abandonados

El hecho que algunos de sus supuestos aliados, que actualmente tienen algún tipo de contradicción con la administración Obama –como el presidente ucraniano Petro Porochenko– aparezcan en los documentos revelados, confirma que su poderoso protector acaba de abandonarlos, al igual que al presidente de Argentina, Mauricio Macri.

Contrariamente a lo que parece, la campaña de los  “Panamá Papers” no hará disminuir las malversaciones financieras ni favorecerá las libertades. Más bien sucederá lo contrario. El sistema se contraerá aún más alrededor del Reino Unido, Holanda, Estados Unidos e Israel, para que sólo esos países puedan controlarlo. Al violar el principio de igualdad ante la justicia y su propia ética profesional, los miembros del International Consortium of Investigative Journalists se ponen al servicio de los enemigos de la libertad y de los defensores del gran capital y el hecho de haber revelado los nombres de unos pocos tramposos no cambiará absolutamente nada.

Doctrina Romer

El periodista francés recuerda que al iniciar su mandato, el presidente estadounidense Barack Obama designó a la historiadora Christina Romer para presidir su Comité de Consejeros Económicos. Profesora en la Universidad de Berkeley, Romer es especialista en el estudio de la crisis de 1929. Según ella, lo que sacó a Estados Unidos de la recesión no fue el New Deal de Roosevelt ni la Segunda Guerra Mundial sino la afluencia –a partir de 1936– de los capitales europeos que huían del «aumento de los peligros».

Sostiene también Meyssan que la llamada doctrina Romer es la de obligar los paraísos fiscales no anglosajones a renunciar a sus actividades y desestabilizar la Unión Europea hasta que los capitales se encaucen hacia los paraísos fiscales del Reino Unido, Holanda, Estados Unidos e Israel.

Desestabilización

En eso ha basado Barack Obama su política económica. En primer lugar, actuó para cerrar todos los paraísos fiscales que no están bajo control de Washington y Londres. Después, organizó la desestabilización de Grecia y Chipre para que los capitales europeos fueran a refugiarse en los paraísos fiscales anglosajones.

Todo comenzó en Grecia, en diciembre de 2008, con una serie de manifestaciones provocadas por la muerte de un adolescente a manos de un policía. La CIA trajo desde Kosovo autobuses llenos de individuos encargados de provocar desórdenes durante una manifestación y de instaurar un inicio de caos. El Departamento del Tesoro estadounidense pudo comprobar entonces cómo los capitales griegos huían de Grecia.

El experimento resultó concluyente y la Casa Blanca decidió sumir aquel frágil Estado en una crisis financiera y económica que llegó a poner en peligro la existencia misma de la eurozona. Como se había previsto, cada vez que surgen inquietudes sobre la posible expulsión de Grecia del euro o sobre una disolución de la eurozona, capitales europeos corren hacia los paraísos fiscales disponibles, principalmente británicos, estadounidenses y holandeses.

¿Qué son los paraísos fiscales?

Qué es y cómo actúa un paraíso fiscal?. Tiene un estatuto jurídico particular, generalmente absurdo.

Actualmente, los principales paraísos fiscales son el Estado independiente de la City de Londres (miembro del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte), el Estado de Delaware (que forma parte de Estados Unidos), e Israel. Pero aún existen muchos más paraísos fiscales, sobre todo británicos, comenzando por las islas de Jersey y de Guernesey (miembro del ducado de Normandía y, por consiguiente, sometida a la autoridad de la reina de Inglaterra, aunque no es miembro del Reino Unido ni de la Unión Europea), Gibraltar (territorio español que el Reino Unido ocupa ilegalmente) y terminando por la isla de Anguila, las Bermudas, las islas Caimán, las islas Turcas y Caicos, las islas Vírgenes y la isla de Monserrat. También hay algunos que pertenecen a Holanda, como las islas de Aruba, Curazao y San Martín.

“Zona franca”

Un paraíso fiscal es una «zona franca» que abarca todo un país. Pero, en el imaginario colectivo, una zona franca es algo indispensable para la economía, mientras que un «paraíso fiscal» es algo malo. En realidad, ambas cosas son exactamente lo mismo. Por supuesto, algunas empresas hacen un uso inadecuado de las zonas francas para no pagar impuestos mientras que otras hacen un mal uso de los paraísos fiscales, lo cual no justifica que se cuestione la existencia de esas estructuras, indispensables para el comercio internacional.

En su guerra contra los paraísos fiscales no anglosajones, Estados Unidos arremetió principalmente contra Suiza. Este pequeño país había desarrollado un estricto secreto bancario que permitía que pequeños operadores lograran montar y desarrollar transacciones a espaldas de los grandes operadores. Al obligar a Suiza a renunciar a su secreto bancario, Estados Unidos extendió su propia vigilancia masiva al campo de las transacciones económicas, lo cual le ha permitido manipular fácilmente la competencia y sabotear la actividad de los pequeños operadores.

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