Por Guido Brunet – Foto y video: Hernán Cabrera

Bianca tiene doce años y necesita un trasplante. Su hígado no responde como debería y la única solución es un nuevo órgano. La niña padece hepatitis autoinmune, lo que a su vez le produjo cirrosis biliar avanzada, hipertensión portal, varices esofágicos y anemia crónica.

“Estamos esperando el trasplante para que pueda salir un tiempo más adelante”, dice Soledad, su madre. “El bazo ya no le sirve”, describe luego crudamente.

La niña se atiende en el Hospital de Niños Víctor J. Vilela (Richieri 127) y se encuentra en lista de espera, pero sin fecha de intervención, ya que su familia no es compatible.

Mientras tanto sigue un tratamiento con gran cantidad de medicamentos y cuidados en la comida. Hace poco, Bianca obtuvo una pensión, pero “hay veces que los medicamentos no se consiguen o en el hospital no hay, y hay que comprarlos sí o sí porque de eso depende la vida de ella”, sentencia Soledad.

“En algunos momentos la ves bien y al rato ya no, tenés que ir al hospital. Cada quince días tiene que ir al hospital”, indica la madre. “Ahora le toca otra endoscopía programada porque derrama mucha sangre”, continúa.

A los 9 años su enfermedad despertó. Aunque los médicos explicaron que la patología podría haber estado presente desde los cinco años. De todas formas no se conoce por qué le tocó a ella. Simplemente “se levantó una mañana y empezó a devolver sangre”, relata Soledad. Y completa que anteriormente nunca había presentado otros síntomas.

Su entorno no es menos crudo que su salud. Vive en una pequeña casa de techos de chapa y pisos de barro en calle El Sauce al 200, del barrio Cabin 9 (en el límite entre Rosario y Pérez). “No puede tener estos techos, según los médicos no puede tener humedad, no puede haber polvo, nada”, comenta la madre, describiendo exactamente lo contrario a las condiciones de su vivienda.

Luego de la ansiada intervención, la niña debe contar con una habitación para ella sola acondicionada para una persona trasplatada. Por eso, necesitan todo tipo de materiales para la construcción: cal, cemento, arena, ladrillos, cerámicos, puerta placa y ventanas, entre otros elementos.

Soledad tiene en total cinco hijos y dos nietos. Su marido se desempeña como albañil, aunque “hace poco volvimos a la actividad”, comenta, ya que anteriormente no contaban con trabajo.

La alimentación también es una necesidad. Un comedor del barrio, que abrió sus puertas esta semana, les proporciona comida, pero la familia también solicita colaboración de la comunidad al respecto.

Bianca necesita un trasplante, pero no solamente eso, también necesita un lugar adecuado donde vivir para que no se agrave su estado de salud. En lo segundo, sí podemos ayudarla.

Para colaborar comunicarse al 3413139762 (Alberto)