El Concejo Municipal aprobó un proyecto para garantizar que los locales gastronómicos pongan a disposición de los clientes los alimentos que no hayan sido consumidos por estos en el local.

“Es necesario concientizar a la ciudadanía sobre la importancia de que los alimentos sean consumidos y no se conviertan en desperdicios. Hoy la cantidad de alimentos desperdiciados aún aptos para consumo humano asciende al 15% en América Latina y 30% a nivel mundial, de los cuales un 28% es desperdiciado en la etapa de consumo”, indicaron los concejales Sebastián Chale y Enrique Estévez.

Chale indicó que “el desperdicio de alimentos es un gran problema en la actualidad, pero también una oportunidad para generar conciencia social y ecológica sobre el consumo sustentable y el cuidado del medio ambiente. Es necesario introducir un cambio de hábito respecto de la compra, consumo y  utilización de los alimentos y sus desperdicios, a la vez de promover el uso de productos que aseguren su posterior reutilización y/o reciclado».

Estévez por su parte recordó la ordenanza “Basura Cero” aprobada en 2008: “Esta normativa reconoce la importancia de adoptar el concepto Basura Cero, previsto en el Plan de Máxima Reducción elaborado por el Ejecutivo Municipal estableciendo un cronograma de reducción progresiva de residuos depositados en rellenos sanitarios. En dicho plan se fijó la meta de llegar al año 2020 sin enterrar en los rellenos sanitarios materiales que sean reciclables o aprovechables, incluyendo los residuos orgánicos”

La iniciativa, que también cuenta con la firma de María Eugenia Schmuck, Horacio Ghirardi y Verónica Irízar, indica que en la ciudad se produce en promedio 1 kilo de basura por habitante por día, lo que al final del año da un total de aproximadamente 300.000 toneladas de residuos.

“Conjuntamente con la concientización de la ciudadanía se requiere profundizar el compromiso de los empresarios y comerciantes con la sociedad y con la problemática respecto a los desperdicios de alimentos propiciando prácticas vinculadas a la protección del medio ambiente, la conciencia sobre la escasez de alimentos y de la inclusión social”, sostuvieron Chale y Estévez.

Así, la ordenanza establece que los establecimientos gastronómicos, tales como bares, restaurantes, confiterías y pizzerías, deberán brindar a los clientes los alimentos no consumidos, debiendo incorporar en todas las cartas de menú, leyendas explícitas que pongan en conocimiento esta opción, dando aviso que según ordenanza se sugiere la práctica de retirar los alimentos no consumidos para que los mismos no sean desechados. Asimismo, los recipientes que utilice el establecimiento serán envases reciclables, reciclados y/o reutilizables, aptos para uso alimentario, que permitan mantenerlos protegidos y en condiciones higiénicas.

Problemática en el mundo

En todo el mundo se desperdician 1.300 millones de toneladas de alimentos al año, casi un tercio de los alimentos producidos para consumo humano, según cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Países como Estados Unidos, México, Ecuador, Italia, Japón, Australia, llevan adelante acciones para reducir las pérdidas y desperdicios de alimentos con resultados altamente positivos. En Francia los supermercados que superan los 400 metros cuadrados deben firmar contratos de donación con organizaciones benéficas y los bancos de alimentos están obligados a recoger y almacenar los alimentos en condiciones higiénicas y distribuirlos adecuadamente. Con esto, los bancos de alimentos y organizaciones benéficas estiman entregar 10 millones más de alimentos cada año. En nuestra ciudad el Concejo Municipal está debatiendo propuestas que avanzan también en este sentido.