Hace un siglo el filósofo español José Ortega y Gasset, dijo que Argentina era un país muy politizado con muy baja cultura política, concepto que luego retomó el ex presidente Perón. Esa es parte de la explicación pero no toda, respecto la regresión, no el cambio, que propuso en su discurso inaugural como presidente electo Javier Milei. Consistente en volver a los viejos tiempos de la oligarquía argentina de la Generación del 80, que gobernó entre 1853 y 1916, ante una audiencia compuesta mayoritariamente de personas masculinas jóvenes, de clase media baja y baja. O sea no a un preperonismo, sino a un preradicalismo, negando más de un siglo de trepidante historia argentina.

El relato o verso para ello, según afirmó en su discurso pese a ser economista, es que por entonces pasamos “a ser la primera potencia mundial”, y que “éramos el país mas rico del mundo”. Cuando cualquier entendido sabe que solo llegamos a ser el 5 % del PBI de Estados Unidos. Y en cuanto al ingreso per cápita, puntualmente en 1886 llegó al 83 % del de EEUU. Pero luego se derrumbó con la nueva crisis de deuda de 1890, la interdicción de los depósitos bancarios, y el cierre de las “bancos garantizados”, similar a la crisis del 2001, que Milei parece ignorar como historiador económico.

Pero además esa riqueza per cápita, se la apropiaba sustancialmente la oligarquía, que residía en París, educaba sus hijos en Londres, y veraneaban en sus estancias, que era tan grandes como condados. En él marco de una relación complementaria y dependiente con el imperio inglés, como proveedores de alimentos, que fue próspera hasta que este entró en debacle tras la 1ra Guerra Mundial.

Tenía como contrapartida el penoso estado de las clases trabajadoras, a las que ahora con esas mismas políticas darwinianas u oligárquicas, Milei engañosamente promete sacarlas de la pobreza. Quien también ignora o oculta, que no se trataba de una democracia, que no existía en las urnas por el fraude electoral. Ni de una república, al estar dominado los tres poderes del Estado por la oligarquía. Y por eso se sucedían las insurrecciones armadas unas tras otras, propiciadas principalmente por el radicalismo, hasta que en 1913 la oligarquía se vio obligada a aceptar el voto universal, secreto, y obligatorio.

Pero ese mismo discurso, pedestre y carente de vuelo, que tras el reconocimiento de la derrota de Massa tardó horas en redactar para recién leerlo, con remembranzas de los comunicados militares de antaño, resulta inquietante. Al hablarle a “los argentinos de bien”, plantear mesiánicamente que es el hombre del destino, que va a “dar vuelta a la página de nuestra historia”. Amenazar que “no hay lugar para los que violan la ley para defender sus privilegios. Vamos a ser implacables con aquellos que quieran utilizar la fuerza para defender sus privilegios”. Y como en los tiempos de la Guerra Fría, va a “trabajar codo a codo con todas las naciones del mundo libre”.

La llegada de MiIei a la presidencia hace recordar el film La Armada Brancaleone, que en este caso sería Bronca León. Rodeado de personajes advenedizos a la política, sin ninguna formación. Con una ideología anarco capitalista qué en la alianza con Macri, choca con la ideología capitalista pro empresaria prebendaria de este, que enriqueció a él y su familia. Quién en su afán de no pasar al rincón de la historia y jugar su segundo tiempo, con Milei emprendió una aventura con impredecible final.

El principal escollo que tiene esta heteróclita alianza, además de no poder controlar el Congreso, es que sus primeras medidas libertarias, van a dañar directa y profundamente al electorado humilde que lo votó masivamente. Atentando contra su misma base electoral. La cual, según las encuestas, el único ajuste que aceptaría hacer, dado el enorme ajuste que ya soportó, es continuar con la actual situación, pero por muy poco tiempo.

Lo que hace recordar al “Caracazo” de principios de 1989 en Venezuela, cuando el flamante presidente Pérez Jiménez, tras asumir a fines de 1988, implementó un plan libertario a ultranza, convenido con el FMI. Quizás por ello, según trasciende, Milei le exige al actual gobierno que devalúe, aumente tarifas, y quite subsidios, aduciendo que tiene que reparar los desajustes en los que el mismo incurrió. Para no tener por su parte que cargar con esas explosivas medidas.

La respuesta del gobierno ante esa exigencia, agarrándose de la jactancia de Milei tras las PASO, que estaba listo para gobernar, bien puede consistir en anticipar la entrega del mando, que caduca en veinte días. Así la transición se evidencia que será peliaguda, para dirimir quién se queda con el costo político del peligroso shock libertario, que se propone llevar adelante el triunfante Milei.

El resultado numérico del balotaje

Respecto a las generales de octubre, donde salió segundo con 7,88 millones de votos, Milei aumentó 6,59 millones, un 84 % más, totalizando 14,47 millones. Mientras que Massa que había obtenido 9,2 millones de votos, aumento 1,87 millones, o sea solo un 19 %, totalizando 11,51 millones. Con una diferencia de 2,96 millones a favor de Milei. Mientras que el No voto, en blanco, y nulo, aumentó 594 mil votos, un 7 %. Pasó de 8,6 millones a 9,2 millones.

Como se puede ver en la portada, en relación con el total de los electores, en el orden nacional Milei obtuvo un contundente 41 % de los votos, Massa el 33 %, y el No voto un 26 %. Por su parte los resultados por provincia calculados de la misma manera, se pueden apreciar en el siguiente gráfico.

Se aprecia que hay tres provincias en el que plebiscitariamente Milei superó el 50 % de los votos del padrón. Córdoba con el 54 %, Mendoza con el 52 %, y San Luis con el 51 %. Y en el caso de Córdoba, en centros de votación en barriadas humildes, hubo resultados que incluso nunca logro el peronismo, 80 % a favor de Milei, y 20 % a Massa.

En el rango entre 40 y 50 % del total del padrón, aparecen trece provincias. Entre Ríos, Neuquén y San Juan, con el 46 %. Santa Fe con el 45 %. Jujuy, 44 %. Salta, 43 %. La Pampa, Tucumán, y Chubut, 42 %. La Rioja, CABA, y Misiones, 41 %. Rio Negro, 40 %. Por debajo del 40 % están Santa Cruz 39 %. Tierra del Fuego 38 %. Catamarca y Buenos Aires 37 %, habiéndose impuesto en esta última Massa por una leve diferencia. Seguidamente hay un cuasi empate en Chaco con el 36 %. Un triunfo de Massa en Formosa con 42 % contra 32 %. Y finalmente otro triunfo de Massa en Santiago del Estero, 53 % contra 24 %.

Las fuerzas emocionales en juego

Las fuerzas emocionales en juego, en un electorado con muy baja cultura política, evidentemente fueron tres.

  • La Bronca por el continuado fracaso económico. No del actual presidente Fernández, sino de los 40 años de democracia. Que ha significado para vastos sectores de la población un retroceso incesante, hundiéndose en la mala vida del hacinamiento, la carencia de recursos para llegar a fin de mes, y la perdida constante de calidad de vida, con una movilidad social descendente.
  • El Miedo a la llegada de la “bestia negra” de Milei a la presidencia, cultivado por Massa, el peronismo, y los medios públicos y oficialistas.
  • El rechazo a la Mugre con M de Magnetto, generado por CLARIN y LA NACION, dedicados 24 x 7 con su “periodismo de guerra” al escrache del oficialismo y el kirchnerismo, desde sus medios gráficos y audiovisuales. Tal como se puede apreciar con solo repasar las tapas de dichos diarios previos a las elecciones. Habiendo demostrado una notable pericia, desde el 2015 hasta ahora, contando con la ayuda de servicios y la justicia, para destapar escándalos justo en vísperas de eventos electorales. Tales como sucedió ahora con Insaurralde, los ñoquis de Chocolate, el espionaje, etc, amplificados hasta la náusea.
    Ver Héctor Magnetto sería el socio clandestino de La Nación

Pero esta vez incluso fueron más allá. Dado que se encargaron de llevar los dólares paralelos de $ 600 a $ 1.000 después de las PASO y antes de las elecciones generales, mediante anunciar estentóreamente, no la cotización mínima o promedio ponderado de los dólares bursátiles. Sino la más alta, por más marginal y sospechosa que sea la operación, convirtiendo así ese precio en el mínimo para el día siguiente. Contaron para ello con la ayuda de la familia Marra, dueña de Dólarhoy.com. Acorde con la estrategia de Milei de cuanto mas alto el valor del dólar, más fácil resultará la dolarización.

La estratagema de Massa de partir a la oposición, impulsando la candidatura de Milei resulto exitosa en la primera vuelta. Pero no llegó a triunfar definitivamente en ella, mediante superar el 40 % de los votos, porque fue contrarrestada con la partición del voto peronista impulsada por Macri, con su ex empleado en SOCMA, el gobernador Schiaretti. Quién junto con su socio De la Sota, implantaron en Córdoba un régimen peronista conservador denominado cordobesismo, que va para su 28 años de gobierno.

Sin sobresaltos algunos con la justicia, después de algunas complicaciones iniciales en las que trató de ser independiente. Ni de la prensa, que sobrevive con los avisos oficiales. Ni del Tribunal de Cuentas, que ahora modificó enteramente su funcionamiento, por haber perdido el cordobesismo la mayoría en él.

Con Schiaretti y De la Sota, los hermanos Juárez Celman que durante diez años conformaron en Córdoba el famoso Unicato entre 1880 – 1890, han quedado reducidos a las alturas de un poroto. Sin embargo, el marketing y el chamuyo electoral le ha permitido a Schiaretti presentarse como un gobernante democrático ejemplar.

Con el balotaje a dirimir entre Milei y Massa, esas tres emociones fuerza, Bronca, Miedo, Mugre, se pusieron plenamente en juego, combinadas con las dos potentes ideas fuerzas de Milei.

  • La “casta” política, a la que responsabiliza de la debacle económica en los 40 años de democracia. Al punto tal que cuando Milei tras ganar el balotaje, en su discurso ante la multitud felicitó a Macri y Bullrich, se hizo un denso silencio, que fue seguido desde el fondo con las estrofas del 2001, “que se vayan todos, que no quede ninguno”. Canto que rápidamente Milei cortó prosiguiendo su discurso.
  • La “libertad”, que para el votante de clase media baja y baja, representa romper velozmente con la opresión que sufre actualmente. Por la mala vida; la violencia de la inflación que le mete diariamente la mano en el bolsillo para llevarse parte de su ingreso fijo; el hacinamiento en que muchos han caído por el costo de las viviendas; el continuo recorte a su nivel de vida en que se han ido hundiendo desde el 2018 tras el acuerdo con el FMI, agravado luego por una larga pandemia, etc.

Ante esas ideas fuerzas Massa, repartió prebendas a trochi y mochi. Como la modificación del impuesto a las ganancias, la devolución del IVA a los alimentos, la pensión a herederos de veteranos de Malvinas, los créditos de la ANSES, igual que hizo Macri en su momento, etc. Y también le opuso el Miedo a Milei, respecto la educación y la salud pública, las jubilaciones, el Conicet, etc.

Pero la educación pública es un desastre, y en los sectores carenciados, en lugar de educar, se ha convertido en el primer bastión ante el problema socioeconómico, con las escuelas convertidas en comedores, y las maestras en asistentes sociales. Y a la salud pública, cada vez más precarizada, solo recurren los pobres, tras largas esperas. Mientras que las jubilaciones además de ser ínfimas, no existen para el enorme sector de la economía informal.

Razón por la cual en los extensos sectores hundidos en la mala vida, esos incentivos no funcionaron. El razonamiento extremo qué si funcionó, lleno de ira social, es perdido por perdido, que todo cambie, y si revienta, mejor. A ello se sumó la Mugre de Magnetto contra el kirchnerismo, cultivada día a día y pacientemente durante 14 años, desde el 2009 en adelante, en defensa de su imperio mediático, que nuevamente movilizó el voto anti kirchnerista visceral, concentrado en la clase media. Por eso la exhortación por parte de Milei tras aliarse con Macri, mutó de la exaltación al liberalismo, a extirpar el kirchnerismo para siempre.

Empero como colofón se puede decir, que Massa como candidato a presidente y ministro de Economía llegó demasiado lejos. Dado que a lo largo de su defectuosa gestión de quince meses, el dólar informal pasó de 330 a 1.000 pesos, el dólar oficial de 131 a 350 pesos, y la inflación trepó un 215 %.

Los relatos de la democracia renga

El relato o verso de Milei atrasa casi 200 años, pero la gran pregunta es como se pudo llegar a ello, tras 40 años de democracia renga, que no supo satisfacer los intereses de las grandes mayorías. Y esto podría explicarse porque ella estuvo llena de relatos alejados de la verdad de los hechos. Como si trastocando el dicho, los hechos fueran libres, y las opiniones sagradas.

A Churchill se le atribuye la frase “aquel que ignora la historia de su país, no puede gobernarlo”. Y eso es realmente lo que ha sucedido en estas cuatro décadas de democracia, y sucede ahora con Milei.

El diagnostico al asumir Alfonsín en 1983, era que había habido un interregno con una dictadura militar enloquecida. Que además de la guerra sucia contra la subversión, casi se mete en una alucinante guerra contra Chile, para luego guerrear nada menos que con la OTAN por Malvinas, al mismo tiempo que con Martínez de Hoz destruía su economía.

Sin ver el hilo oculto de esos acontecimientos, guiados por la diplomacia kissingeriana, que procuró el ascenso de dos feroces dictaduras a la vera de los Andes. Para qué mediante que guerrearán entre sí, lo que se extendería a la región, disolver sin esfuerzo propio el conflicto de Malvinas. A los efectos de instalar una base de la OTAN allí, ante la expansión de URSS en el Atlántico Sur, además de aprovechar sus valiosos recursos de diversa índole.

Uno de los contribuyentes a esa estratagema, fue la multiplicación de los campos de concentración clandestinos y desaparecidos, con motivo de la “guerra contra la subversión cultural”. Emprendida a mediados de 1976, tras el guiño de Kissinger, a partir del cual se concretaron el 80 % de las desapariciones.

El otro fue la deuda externa fraudulenta que apareció después del conato de guerra con Chile y antes de la de Malvinas, con la quiebra de centenares de entidades financieras, y la tablita de Martínez de Hoz, con la que comenzó la dolarización psicológica de los argentinos. Con el objeto de mantener a Argentina sujeta al área occidental, tras inducir a la Junta Militar a la recuperación de ellas, para exigirle una vez atrapada allí el reconocimiento de la autodeterminación de los isleños.

Sin ver la profundidad de ese desastre, Alfonsín, proclamando “con la democracia se come, se educa, y se cura”, ganó la presidencia con un trato espurio con los petroleros. Los que financiaron generosamente su profesional campaña electoral, a cambio de la continuidad de los contratos firmados durante la dictadura.

Además sin revisarla, le echó al hombro de la democracia la deuda externa sucia de la dictadura, que a la postre lo obligó a retirarse anticipadamente del gobierno, tras el corte del crédito del FMI. Y en cuanto al Banco Central, reventado con esas maniobras de endeudamiento, no hizo nada, generándose así una montaña de encajes remunerados. En cuanto a los delitos de lesa humanidad de la dictadura, la circunscribió a las cupulas militar y guerrilleras.

Menem
Seguidamente vino Menem, prometiendo cosas que sabía que no iba a realizar. Porque detrás, a través de su secretario Kohan, estaba Kissinger, con su plan de canje de activos por deuda. De esa manera con Cavallo rifó todo el patrimonio colectivo de los argentinos, como si fuera una reparación de guerra por la derrota en Malvinas. Y a cambio de dineros de Montoneros para su campaña política, indulto a las cúpulas militar y guerrillera.

Para sanear el Banco Central, empapelado con esa maniobra de endeudamiento, para poder instalar la Convertibilidad, con el Plan Bonex expropió los dineros de los ahorristas. Y su tipo de cambio bajo, no era en beneficio de los argentinos, sino para que los inversores pudieran cobrar altas tarifas en dólares, y llevarse sus rentas. Lo que dio continuidad al industricidio que había comenzado Martínez de Hoz, convirtiendo a Argentina en una fábrica de pobres. Todo lo cual generó un déficit crónico en la balanza de pagos, que fue solventado con más deuda.

De la Rua
Luego vino De la Rúa, con la promesa de conservar una convertibilidad agotada. Al que luego se acopló Cavallo, quien antes de que reviente la convertibilidad, con el Blindaje y el Megacanje, lo que hizo fue hurtar las reservas de los bancos, para dársela a la banca acreedora, a cambio de títulos de la deuda externa que iban al default. Por ello fue necesario la instauración del corralito bancario, y luego el Plan Boden conque nuevamente se confiscaron los dineros de los ahorristas. Y tras un nuevo corte del crédito por parte del FMI, se tuvo que ir anticipadamente del gobierno, igual que Alfonsín.

Vino el interregno de Duhalde y su falsa promesa “el que deposito dólares recibirá dólares”. Quien por exigencias del FMI y los bancos, derogó con el apoyo del Congreso, la ley de subversión económica que atrapaba a estos, por haber birlado las reservas de los ahorristas. Además con Prat Gay, el Banco Central volvió a tomar deuda, igual que durante la dictadura y el gobierno de Alfonsín, siendo este el origen de la calamitosa situación en que se encuentra actualmente.

Los Kirchner
Tras Duhalde vino el kirchnerismo, primero con Néstor y luego Cristina. Néstor tempranamente hizo un pacto espurio con Menem, para acelerar la prescripción de las causas judiciales en contra de este. Y ni se esmeró en esclarecer la gran estafa perpetrada por Cavallo, a favor de los mega bancos extranjeros. Pero si inauguró la política de Memoria Verdad y Justicia, respecto los crímenes de lesa humanidad de la dictadura, que como una vindicta se transformó en Juicio y Castigo. Por eso hoy se sigue discutiendo si los desaparecidos son nueve, quince, veintidos, o treinta mil. Y ahora ha llegado a la vicepresidencia Villaruel, quien se encarga de cuestionar todo esto.

Para no investigar la deuda sucia, con la intervención de Lavagna y Nielsen, hizo un defectuoso arreglo de deuda, con una espectacular quita. Que era compensada generosamente con altos intereses y bonos ligados al PBI recomendados por el FMI. Pero los buitres no entendieron estas manganetas, y como consecuencia de sus demandas en Nueva York, el país siguió técnicamente en default, sin poder “roollear” su deuda.

En consecuencia con la intervención de Redrado, se dispuso pagar la deuda del FMI y privados, con las reservas del Banco Central, empapelando a este con letras incobrables. Así comenzó la deuda intra estado, que llevó a la bancarrota al Banco Central, apropiándose además de los dineros existentes en otras cajas del Estado con fines específicos, que no se concretaron.

En esencia, el kirchnerismo desperdició una enorme oportunidad histórica, consistente en el alza de precio de los commodities agropecuarios por la aparición de la demanda china. Por el que obtuvo un superávit en la balanza de pagos de 150 mil millones de dólares. De los cuales 100 mil millones se fugaron, por la locura que tienen los argentinos por el dólar, y otros 50 mil fueron a pagar deuda.

Proceso que finalmente llevó a la instauración del cepo cambiario, tras ganar las elecciones del 2011. Además como receta para bajar la inflación, fue atrasando el dólar, llevándolo al final de su mandato al mismo nivel relativo que estaba a fines de la Convertibilidad. Con el consecuente estancamiento de la actividad económica, dado que el tipo del cambio bajo es como el opio, al dar una falsa apariencia de bienestar por la facilidad de viajar y adquirir bienes importados. Mientras que el enfriamiento de la economía afecta sobre todo a los sectores más humildes de la sociedad.

La fragorosa pelea contra el campo en el 2008, también es parte del relato. Ya que las retenciones móviles de la 125 las pidió el senador Urquía, en representación de los exportadores de CIARIA – CER, para poder comprar la cosecha ante el inusitado aumento del precio de la soja, como en los tiempos de Bunge y Born. Esto derivó en una comisión investigadora en el Congreso, que finalmente ni siquiera se constituyó, por la enorme capacidad de lobby que tienen esos señorones. Y en demandas de la AFIP contra las cerealeras, que nadie sabe en que terminaron.

Al haberse malquistado con la clase media por ese enfrentamiento, el kirchnerismo cambio paternalmente su base electoral con la AUH (Asignación Universal por Hijo) la misma que ahora voto masivamente a favor de Milei. Y al no poder o no saber cómo asegurar los derechos humanos de segunda generación, establecidos en el artículo 14 bis de la Constitución, se metió con los de tercera generación a favor de minorías sexuales.

Macri
Luego vino Macri con su relato, quién para poder captar el voto de la clase baja, prometía “pobreza cero” y “podes estar mejor”, y aseguraba “bajar la inflación es lo más fácil”. Quien irresponsablemente al asumir removió el cepo cambiario, lo que lo obligó a hacer un generoso acuerdo con los fondos buitres y el JP Morgan. Megabanco que coloca las acciones de las petroleras que operan en Vaca Muerta, y por eso a cambio le prometió un megatarifazo del gas natural. Que la Corte Suprema lo ralentizo, diciendo que debía ser gradual, pero a medida que avanzaba lo fue malquistando con la clase media y baja que lo había votado. A la par los subsidios sociales, en lugar de reducirse respecto los de Cristina, se aumentaron notablemente.

El endeudamiento externo irracional que llevó a cabo con el ministro Caputo, con una economía con fuerte desbalance en la balanza de pagos, primero le exigió una reforma jubilatoria, atando los ingresos a la inflación. Lo cual terminó con una histórica pedrea al Congreso a fines de 2017. Y como si con eso no hubiese pasado un test ácido, vino seguidamente el corte del crédito privado. Así a Macri no le quedó otra que con la ayuda de su amigo el presidente Trump, volver al FMI.

Quién como acción previa, le exigió que promoviera la ley del aborto en el país del Papa Francisco, para ponerlo como ejemplo en una región refractaria a ello. Y finalmente, para que lograra revalidar la presidencia, y sobre todo para atrapar definitivamente a Argentina en el área del dólar ante las acechanzas de China, el FMI le dio al país el préstamo mas grande de su historia. Con un plan estúpido, dado que era insuficiente ante los montos que estaban en juego y se fugaron, además de resultar dañino con sus devaluaciones, por efecto de la mente dolarizada de los argentinos.

Fernández
Así se fue Macri, reponiendo el cepo y reperfilando la deuda interna, tras el corte del crédito por parte del FMI tras las PASO del 2019. Y vino Fernández, un personaje pusilánime y sin estatura, acostumbrado a recibir órdenes y tratar de cumplirlas, no a emitirlas. Quien se tuvo que enfrentar sucesivos problemas que no estaban a su altura, comenzando con la pandemia y la cuarentena, a la que extendió en exceso, a la par que la violaba.

También hubo una nueva renegociación de la deuda externa privada, en la que él y su ministro Guzmán se vieron arrinconados, por la manipulación al alza del precio de los dólares bursátiles concretado por el poderoso CEO de BlackRock, Fink. Pasando a ser el mecanismo que permanentemente propulsó una inflación cada vez más aguda. A la par que los subsidios sociales paternalistas, también aumentaban incesantemente.

Por su parte la negociación con el FMI, igual que a Macri, le exigió la acción previa de la promoción de la ley del aborto en plena pandemia. Para terminar aceptando un plan altamente inflacionario, por la empatía de los argentinos con el dólar. Luego vino el cambio de precios de la energía por el conflicto ruso ucraniano. Y finalmente para terminar de hundir a un gobierno incapaz de tomar una medida heterodoxa por mínima que sea, no obstante las urgencias que enfrentaba, vino la sequía.

Pero eso sí, Fernández se esmeró en cumplir puntillosamente con la agencia europea de derechos de tercera generación, olvidando los de segunda generación del artículo 14 bis. Como el aborto, la ideología de género, el ministerio de la Mujer y Diversidades, el lenguaje inclusivo, etc. Como si hablar con palabras que terminan en “e”, hace que no haya excluidos, ni pobres, ni indigentes, palabras que también terminan en “e”. Los que por contrario crecían a la par en términos relativos y absolutos.

Esta sucinta descripción de encadenamientos de relatos durante 40 años de democracia, alejados de la realidad de los hechos y del bienestar de las mayorías sociales, explican someramente como pudo llegar Milei a presidente, con su relato que atrasa doscientos años.