Una adolescente de 16 años fue asesinada a puñaladas en su casa de la ciudad de Córdoba, donde se hallaba junto a su bebé de un año, y como sospechoso del femicidio fue detenido la expareja de su madre y padre de sus hermanos mellizos, informaron este miércoles, fuentes policiales y judiciales.

La víctima fue identificada por los voceros como Milagros Geraldine Reyes (16), quien fue atacada en una casa ubicada en la calle Gerardo Gritti, del barrio Monja Sierras, de la capital cordobesa, agregaron los voceros.

El hecho es investigado por la Fiscalía del Distrito 4 Turno 6, a cargo de Jorgelina Gutiérrez, desde donde informaron que se esperan para las próximas horas los resultados de la autopsia en el cuerpo de la adolescente para luego notificar al acusado de los cargos en su contra.

Desde la Fiscalía indicaron que «la Policía Judicial junto a la Policía provincial se encuentran trabajando a los fines de incorporar pruebas que permitan determinar cómo ha sucedido el hecho» y agregaron que el imputado ya cuenta con abogado defensor.

Por el momento la causa está caratulada como «homicidio calificado». La madre de la adolescente, Vanesa Reyes, aseguró que el atacante fue su expareja y padre de dos de sus hijos, Dante Leonardo Romero (35), quien dijo que además de matar a Milagros abusó sexualmente de ella.

«La mató brutalmente a mi hija, abusó de ella y no entiendo por qué», expresó la mujer, al tiempo que recordó que el hombre le mandaba mensajes, aunque ella ya «no quería saber más nada» de él.

«Me la arrebató de la peor manera. No entiendo por qué hizo eso con mi princesa, era mi única hija», se lamentó mientras lloraba, Vanesa, quién relató que todo comenzó cerca de las 7 de la mañana, cuando ella se retiró de su casa para ir a buscar a sus mellizos.

«Me llamó la atención que mi hija no me enviara mensajes, entonces pasado el mediodía empecé a llamarla y no me atendía. Llamaba y llamaba. Hasta que en un momento me atiende mi otro hijo de 12 años que me empezó a decir que vuelva para casa porque la ‘Geral’ estaba con sangre», explicó en medio del llanto.

Luego, Vanesa no dudó en culpar como femicida a su expareja y padre de sus hijos mellizos, Romero, a quien los vecinos vieron cuando se retiraba de la casa con sus ropas manchadas con sangre.

Reyes aseguró que el acusado no había tenido episodios previos de violencia contra ella, que hacía un tiempo ya no estaban juntos y que la relación con Geraldine «no era ni buena ni mala, lo justo y necesario».

Por otro lado, Paula, una vecina del barrio Monja Sierras, afirmó no tener dudas de que Romero haya sido el asesino, ya que lo vio en la zona, lo cual le pareció «inusual».

«A la 1 de la tarde salí a llevar a mi hija al jardín y lo vi parado a él en la esquina. Pensé que estaba esperando a la mamá de los chicos. No tengo dudas que fue él porque no tenía nada qué hacer por acá a esa hora», indicó.

Finalmente, el sospechoso Romero fue detenido por personal del Departamento Homicidios de la Policía cordobesa y fue conducido a la Jefatura para que preste testimonio en la Unidad Judicial de Homicidios, la cual aún no se había concretado porque los investigadores aguardaban el resultado de la autopsia.

Es que los pesquisas quieren determinar si, además de haberla apuñalado, el acusado pudo haber abusado sexualmente de la adolescente, tal como sospecha la madre de la víctima.

Al respecto, los investigadores contemplan como principal hipótesis que el crimen se trató de un «femicidio vinculado», el cual es definido por organizaciones feministas como «aquellas personas con vínculo familiar o afectivo con una mujer, que fueron asesinadas por el femicida con el objeto de castigarla y destruirla psíquicamente».

Cabe destacar que dicha figura está contemplada en el inciso 12 del artículo 80 del Código Penal, donde se establece que se impondrá reclusión o prisión perpetua «al que matare con el propósito de causar sufrimiento a una persona con la que se mantiene o ha mantenido una relación».