Los tomates importados de Italia llegaron a Argentina. La empresa La Anónima, propiedad del secretario de Comercio Miguel Braun, hizo traer los tomates que se utilizan para el envasado en latas. Las economías regionales en jaque.

La importaciones perjudica a los productores argentinos que tuvieron una mala cosecha. La excusa del gobierno es que la llegada de los productos puede hacer bajar los precios, la misma metodología la utilizó con la carne de cerdo (Brasil y Dinamarca), la carne de vaca (Uruguay), las frutas que perjudicó a los productores del Valle de Río Negro, provenientes de Chile y de otros lugares del mundo.

Desde que asumió su cargo, Miguel Braun acumula denuncias. En primer lugar, el funcionario estuvo el centro de escena por el despido de 130 trabajadores abocados al control de las DJAI y Precios Cuidados.

En segundo lugar, Braun estuvo involucrado por las amenazas al hijo de Victor Fera, el dueño de Maxiconsumo, quien denunció que las grandes cadenas de supermercados lo presionaban para que no baje los precios.

Braun además acusó de no ser idóneo para el cargo que ocupa, debido a que se encarga de controlar los precios de las empresas que posee. El funcionario está a ambos lados del mostrador.

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El año pasado el tomate fue noticia porque el precio en las verdulerías era de no menos 40 pesos el kilo. A principio de enero de 2016 se contó en monedas, tan pocas como para que los productores de la región de Mar del Plata opten por descartar más de 100.000 kilogramos porque los costos de producción ni siquiera cubren los gastos de embalaje. y por la falta de ventas ante los precios elevados de las verdulerías.

El presidente de la Asociación de Productores Frutihortícola de la ciudad, Ricardo Velimirovich, argumentó que la decisión se tomó por la falta de consumo del producto y destacó que “la diferencia del precios entre el campo y el consumidor esta tan grande que no se puede creer”.

El dirigente señaló que éste es un problema que el sector acarrea hace dos años, y señaló que “llegó un momento que la semana pasada valió un peso el kilo».

El directivo explicó que el costo para armar, embalar y mandar al mercado un cajón con 20 kilos de tomate ronda los 6 pesos. «Llegaron a ofrecernos un peso por kilo», advirtió. Y en los comercios se puede conseguir esta hortaliza en precios de hasta 5 pesos por kilo. «En los propios puntos de acopio y distribución han optado por tirar la mercadería antes que perder más dinero», indicó.

También sostuvo, que el total o parte de estos 100 mil kilos tirados a la basura no se puede regalar porque existen exigencias sanitarias y disposiciones municipales para que la mercadería sea previamente embalada, costo que los productores ya no están en condiciones de pagar.

En la actualidad el comercio internacional del tomate está localizado en dos áreas concretas con alto poder adquisitivo: La Unión Europea y Estados Unidos. Los países que suministran a la Unión Europea son: España, Holanda (comercio intracomunitario) y Marruecos. En el caso de EEUU el tomate consumido proviene (al margen de la producción local) de Méjico y Canadá.