Por Andrea San Esteban

“La energía no es un commodity. Es un derecho humano y surge esta declaración de Naciones Unidas, contemplando la relación directamente proporcional de los servicios públicos y la calidad de vida de una población, su expectativa de vida, su salud, el desarrollo humano, hasta el producto bruto per cápita, el nivel de riqueza de una población, siempre contemplando que haya una distribución equitativa de la riqueza”. Así lo afirma Federico Bernal (*), director general del Observatorio de la Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo, quien en diálogo con Conclusión explicó que “este último invierno, a diferencia de años anteriores, cayó notablemente el consumo interno de gas y de electricidad. Esto tiene que ver –agregó- con una política de desguace y achicamiento del mercado interno y  no es un error, es una política deliberada para disminuir el consumo, para que las empresas del sector pudieran dar lo que yo llamo golpe de Estado institucional, ya que al disminuir el consumo es menor la inversión a realizar, porque no se ven obligadas a invertir y se han adueñado del Ministerio de Energía”, sostiene el director de Oetec.

Violación de la Ética Pública

Bernal va más allá al afirmar que “nosotros sostenemos que además del golpe de Estado institucional, existe una violación a la Ley de Ética Pública que es la nº 25188 y lo que dice en su articulo 15 inciso “B”,  que los funcionarios de determinados ministerios deben abstenerse de intervenir en cuestiones relacionadas con su anterior empleo en los últimos 3 años. Nosotros vemos que en el Ministerio de Energía, desde Aranguren a todo su equipo, todos vienen del sector privado. Aranguren, hasta hace pocos días atrás fue accionista del grupo Shell y todas las decisiones que tomaron los secretarios del sector energético del que venían, beneficiaron a sus empresas representadas y eso es violatorio de la Ley de Ética Pública. En realidad todos los actos administrativos del ministerio son nulos por que han violado esta ley”.

“Macri soy yo”

—¿Por qué se le permite al ministro y a su equipo hacer su voluntad a costa del cierre de tantas empresas del sector asociativo y la población más vulnerable?

—La famosa frase Macri soy yo, no fue un lapsus del titular de Energía, sostienen los analistas del sector. El poder más concentrado decidió que Aranguren sea quien maneje los destinos del país y la cara visible sea Macri, aunque no pueda ser demostrado.

En cuanto al pedido de la gente para que sea sancionado Aranguren después de haber aumentado las tarifas de la manera que lo hizo, beneficiando a las petroleras, la respuesta de Bernal es que “tengo que repetir lo que dije en mi alocución de la Audiencia Pública: los ministerios no se crearon para ser ocupados por empresas; para eso están las cámaras. Y la verdad es que los argentinos desde el 10 de diciembre tenemos ocupado el Ministerio de Energía con empresas privadas locales y extranjeras, con el agravante de tener en la Subsecretaría de Coordinación de Política Tarifaria a un señor que durante los últimos diez años representó a empresas de distribución y transporte de gas y electricidad en sus demandas contra el pueblo argentino ante el Ciadi: el señor Andrés Chambouleyron. Inaudito. Vergonzoso. Indignante”.

Administración conservadora

Desde las entidades de consumidores se expresa que “el pueblo espera una sanción al ministro porque no puede defender el criterio que utilizó para el tarifazo. Y Federico Bernal amplía: “No se lo sanciona al ministro porque Aranguren cuando dice Macri soy yo, es sincero. Aranguren fue puesto por el presidente y es lo más representativo del modelo que tiene esta administración conservadora y representa a su sector multinacional, más sus socios locales. La industria petrolera es uno de los sectores más poderosos, prepotentes y viciadas de poder desde su descubrimiento, entonces Aranguren es un ejecutivo del grupo más influyente petrolero que monopoliza el mercado de GNL (Gas Natural Licuado) y eso explica lo que estamos padeciendo los argentinos”, expresó finalmente Bernal.

(*) Federico Bernal es bioquímico y biotecnólogo de la Universidad de Buenos Aires (UBA), especializado en Microbiología Industrial. Es director general del Observatorio de la Energía, la Tecnología y la Infraestructura para el Desarrollo (Oetec), director editorial del Centro Latinoamericano de Investigaciones Científicas y Técnicas (Clicet), asesor en Políticas Energéticas del Senado de la Provincia de Buenos Aires, profesor de la Universidad Nacional de Lanús y de la Universidad Nacional de La Matanza y miembro del equipo de investigación del Área de Recursos Energéticos y Planificación para el Desarrollo del Idicso (Universidad del Salvador).