Por Andrea San Esteban

“Es cierto que se produjo el arresto de los responsables del asesinato, pero todavía continúa el juicio. ¡A un obispo mataron! Amigo de Jesús. ¡Cuantos, así como él, que han sido muertos, así injustamente, cuantos! En América Latina: monseñor Romero, monseñor Gerardi, monseñor Posadas, monseñor Ponce de León, muchísimos sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos comprometidos mataron”, dice a Conclusión el padre Juan José Gravet.

“Este Evangelio a dos semanas de Pascua, lo ponen en la liturgia porque es muy importante, muy fuerte. Se trata de la condena a Jesús”

Los amigos de Jesús 

“Aquellos que caminan detrás de Jesús, son sus amigos, lo escuchan, lo aman y lo siguen por eso monseñor Angelelli era amigo de Jesús”, sostiene el sacerdote.

“Si nos preguntamos cuál es el límite del amor, hasta dónde hay que amar al otro; Jesús es el modelo. Jesús ama hasta dar la vida. Y más a sus amigos, y sus amigos tienen que amar de la misma manera.”

A 41 años

“Angelelli como tantos otros, dieron la vida por amor ante enemigos inescrupulosos, que solo buscaban acallar esa voz interior que los cuestionaba y terminaron matando a los amigos de Jesús, como Pocho Leprati, padre Mujica, los Palotinos los Padres del Chamical, las hermanas francesas y muchos otros”, relata el padre Gravet.

“Jesús prometió a sus amigos la resurrección, porque la muerte no tiene poder  sobre Él. Jugarse por Jesús es promesa de que la vida no termina, es  eterna”, concluye el sacerdote.

Monseñor Angelelli y su asesinato

Desde el Vaticano se informa que, la causa de beatificación de Angelelli está a punto de concluir junto con la de los sacerdotes Gabriel Longueville y Carlos Murias y el laico Wenceslao Pedernera, quienes fueron torturados y asesinados semanas antes de la muerte del monseñor en la misma provincia.

El parte indica: “El proceso para la canonización de Angelelli se inició en 2015 y la parte que atañe a su vida en la Argentina se cerró en octubre del 2016. Antes de ser elegido pontífice en 2013, el entonces arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, reconoció que Angelelli fue un mártir de la Iglesia al dar la propia vida por sus ovejas».

Agrega, “el 4 de agosto de 1976, el obispo de La Rioja, Enrique Angelelli, murió en medio de un hecho presentado como un «accidente de tránsito» y 38 años después del episodio, en 2014, se esclareció como un «homicidio», lo que permitió condenar a dos de los cincos acusados. Se trata de los represores Luciano Benjamín Menéndez y Luis Estrella, ya que los otros tres imputados en la causa, Jorge Harguindeguy, Jorge Rafael Videla y Juan Carlos Romero fallecieron antes”.

El día de su muerte, “Angelelli viajaba acompañado por el sacerdote Arturo Pinto, a bordo de un auto que terminó volcando tras haber sido encerrado por dos vehículos, según pudieron establecer las investigaciones. El obispo se dirigía desde El Chamical a La Rioja para ver a un enviado del Episcopado: Llevaba varias carpetas donde reunía pruebas de los asesinatos de los curas Carlos Murias y Gabriel Longueville y de un laico muy cercano a él, Wenceslao Pedernera, a manos de las bandas paramilitares de la época” determina el parte.