A raíz del cierre de dos plantas en la provincia de Tierra del Fuego, cerca de 600 trabajadores de empresas vinculadas con el sector informático quedarían sin trabajo.

El cierre es como consecuencia de la decisión del Gobierno nacional de eliminar en marzo los aranceles a la importación de computadoras.

Así lo denunció la Unión Obrera Metalúrgica de la ciudad fueguina de Río Grande, mientras la fábrica Boris Garfunkel e Hijos (BGH) resolvió no renovar los contratos de 425 trabajadores que vencían en diciembre, lo cual agrava aún más la situación generada en la provincia por la quita de aranceles.

En paralelo, Oscar Martínez, diputado nacional y a la vez secretario general de la UOM de esa ciudad, Oscar Martínez, manifestó su esperanza en poder revertir la decisión de una de las empresas en conflicto, y garantizar la continuidad laboral de los trabajadores.

Situación en BGH

“Pero lamentablemente, cerca de 400 contratos en BGH no van a ser renovados”, reconoció el sindicalista durante una conferencia de prensa. Además, denunció que “no están consideradas las producciones para los primeros meses de 2017”.

Con respecto al sector empresario, el gremialista señaló que “tal como lo han hecho siempre, van a defender su negocio: si tienen que cerrar sus puertas para importar, no van a tener ninguna duda en hacerlo”. Por eso, convocó “al Gobierno para que asuma la responsabilidad que le compete, en defensa de los intereses de los habitantes de Tierra del Fuego. Todo lo demás es chamuyo, verso de campaña”, enfatizó Martínez.

“Hay una realidad preocupante y urgente –dijo finalmente- que debe atenderse de manera inmediata”, a la vez que consideró y pidió a la gobernadora Rosana Bertone hacerse cargo de la situación. El sindicalista indicó que si el conflicto no se resuelve podrían convocar a paros y movilizaciones.