Más de 400 inmigrantes fueron arrestados y al menos 24 policías resultaron heridos en disturbios organizados por un integrante de una «célula radical» y registrados anoche en un centro de recepción de refugiados en el sur de Bulgaria, informó hoy el Ministerio del Interior, que los atribuyó a una «célula radical».

Los inmigrantes protestaban porque en el centro de Harmanli, que alberga a unos 3.000 inmigrantes y está situado a unos 50 kilómetros de la frontera con Turquía, las autoridades búlgaras impusieron por motivos sanitarios la prohibición de abandonar el lugar.

«Hasta el momento los agentes descubrieron a una persona perteneciente a una célula radical. Los interrogatorios continúan, los colegas siguen trabajando en el lugar y no se descarta la posibilidad de más personas radicalizadas», declaró la ministra en funciones del Interior, Rumyana Bachvarova .

La ministra, que no precisó si esa persona radicalizada era miembro o simpatizante de algún grupo yihadista ni especificó su identidad o nacionalidad, reveló está información en una intervención en el Parlamento y aseguró que la Agencia Estatal de Seguridad Nacional, encargada de contraespionaje, había obtenido ese dato en distintos interrogatorios.

En protesta contra la prohibición de salir del recinto, varios cientos de inmigrantes, en su mayoría afganos y pakistaníes, quemaron neumáticos, arrojaron piedras y otros objetos contra los agentes de la policía búlgara.

Los policías respondieron con material antidisturbios, balas de goma y un cañón de agua.

La tensión creció también fuera del centro, una antigua base militar de tanques, donde se reunieron decenas de ultranacionalistas búlgaros con la intención de entrar en el recinto y atacar a los inmigrantes amotinados, informó la cadena privada Nova TV.

El primer ministro búlgaro en funciones, el conservador populista Boiko Borisov, que llegó al lugar en los primeros minutos de la madrugada, había señalado que el motín fue organizado desde afuera.

«Los grupos afganos forzaron a los sirios a participar en los disturbios», aseguró el mandatario búlgaro, quien dimitió el pasado 16 de noviembre pero sigue en funciones hasta la formación de un nuevo ejecutivo.

Borisov, conocido por su discurso populista, pidió a la población abstenerse de comentarios negativos en las redes sociales sobre los refugiados de Medio Oriente porque «los agentes del grupo yihadista Estado Islámico (EI) siguen cuidadosamente Facebook y las noticias».

«Habitualmente en los lugares donde estallan choques así, siempre se está organizando un acto terrorista en respuesta», advirtió el primer ministro búlgaro, y añadió que las autoridades búlgaras están preparando de forma urgente la extradición de los afganos del país y que los primeros serán los que organizaron y participaron en los disturbios de anoche.

La semana pasada, las autoridades búlgaras decidieron impedir temporalmente la salida del centro tras protestas vecinales por supuestos casos de enfermedades infecciosas entre los internos.

Tras analizar la situación, las autoridades concluyeron que no existía ninguna amenaza epidemiológica, pero aun así las puertas del centro fueron cerradas a la espera de más exámenes médicos.