El estudio jurídico panameño Mossack Fonseca, epicentro de los denominados papeles de Panamá e implicado en la trama de corrupción brasileña de Lava Jato, despidió a más de 75 trabajadores.

«Pese a nuestros múltiples esfuerzos apelando a la justicia y a los medios de comunicación, el actual entorno político, mediático y económico nos ha forzado a tener que desvincular a más de 75 colaboradores», explicó el estudio en un comunicado.

El despido masivo tiene lugar casi un mes después de que los dos socios principales de la empresa, Ramón Fonseca Mora y Jürgen Mossack, fueran detenidos por presuntamente ayudar a blanquear dinero en el Lava Jato, la mayor trama de corrupción de la historia de Brasil, que tiene como eje a la estatal Petrobrás y que salpica a decenas de políticos y empresarios de ese país.

El bufete saltó a la fama en abril de 2016 cuando se desveló que cientos de personalidades de todo el mundo contrataron sus servicios para ocultar dinero al fisco.

La compañía, considerada una de los más grandes del mundo en creación de compañías offshore, ha tenido que despedir desde entonces a más de 250 personas solo en Panamá, apuntó la fuente.

Antes del escándalo de los papeles de Panamá, Mossack Fonseca tenía más de 500 empleados y 40 oficinas repartidas por el mundo, incluidas 3 en Suiza y 8 en China, citó la agencia EFE.

La situación judicial del bufete, añadió la nota, también está afectando «duramente» al mercado de los servicios financieros en Panamá, ya que en el último año ha habido una «migración masiva de clientes hacia empresas en otros países que continúan en este negocio que es legítimo, tanto aquí como en otras jurisdicciones».

El Ministerio Público de Panamá acusó el pasado 9 de febrero a los dos socios del despacho y a dos trabajadores de la firma, Edison Teano y María Mercedes Riaño, de ser una «organización criminal» que ayudaba a lavar dinero a través de sociedades offshore.

«Aunque no existe ninguna prueba de culpabilidad por los cargos que se les imputan a los señores Mossack, Fonseca y Teano, ellos, nuestros colaboradores y sus familias siguen siendo víctimas del escrutinio público que los señala sin evidencias», denunció el despacho.