La reconexión de la línea telefónica directa para asuntos militares de crisis entre ambas Coreas, inactiva durante casi dos años, anunciada hoy por la comitiva de Pyongyang a sus pares de Seúl, echa una tenue luz de distensión entre dos países que no lograron firmar la paz tras la guerra que los enfrentó y que dejó millones de muertos hace 65 años.

Tras la Segunda Guerra Mundial, el enfrentamiento entre el capitalismo y el comunismo derivó en la Guerra de Corea, que estalló el 25 de junio de 1950 y terminó el 27 de julio de 1953 con la firma de un armisticio que ratificó al paralelo 38 como la frontera entre el norte comunista y el sur prooccidental.

Como nunca se suscribió un tratado de paz, para Corea del Norte el estado de guerra continúa hasta el día de hoy.

El antecedente inmediato del conflicto bélico de Corea, que dejó unos 3,5 millones de muertos, fue la capitulación de Japón al final de la Segunda Guerra Mundial.

Japón había ocupado la Península de Corea y después de la guerra, el sur fue ocupado por tropas estadounidenses y el norte por tropas soviéticas.

El 25 de junio de 1950, el Ejército norcoreano invadió el sur y arrolló a las tropas surcoreanas, que apenas estaban preparadas para defenderse. En pocos días, las fuerzas norcoreanas se hicieron con el control de Seúl, la capital surcoreana, y con amplias regiones del sur, reseñó la agencia de noticias DPA.

Una fuerza de aproximadamente un millón de soldados, formada por Estados Unidos, Corea del Sur y otros 15 países miembros de la ONU, finalmente hizo retroceder a los norcoreanos, apoyados por «voluntarios» chinos, hasta el paralelo 38.

El armisticio se firmó en la localidad fronteriza de Panmunjom, la aldea agrícola donde anoche (la mañana de hoy en Corea) se celebró el primer encuentro de alto nivel en dos años entre ambos países, y tras la tensión que en 2017 incrementaron el desarrollo del programa nuclear norcoreano y la amenaza estadounidense de un ataque preventivo.
Panmunjom se encuentra dentro de la zona fronteriza desmilitarizada de cuatro kilómetros de ancho y 248 kilómetros de largo custodiada a ambos lados por minas, alambrado de púas, trampas de tanques y tropas alistadas para el combate a solo unos metros de distancia.

En ese marco, Seúl ofreció anoche celebrar una reunión de la Cruz Roja para discutir el reencuentro de las familias separadas por la Guerra alrededor de la festividad del Año Nuevo Lunar, que cae en febrero, informó la agencia de noticias surcoreana Yonhap.

Corea del Norte no respondió aún a la oferta de Seúl.

En el inicio de lo que se espera sea una ronda de conversaciones, Pyongyang también escuchó «atentamente» la petición surcoreana de reanudar los diálogos para la paz y la desnuclearización del Norte, dijo el ministro de Unificación del Sur, Cho Myoung-gyon.

Como contraparte, es previsible que los emisarios del líder norcoreano Kim Jong-un reiteren en nuevas reuniones su llamamiento para que Corea del Sur detenga sus maniobras militares conjuntas con Estados Unidos, que Pyongyang considera el prólogo de una invasión.

El Norte podría demandar también que el Sur alivie sus sanciones económicas y reanude proyectos económicos intercoreanos a cambio de su participación en los juegos invernales, señalaron los expertos citados por Yonhap.