Este lunes 18 se cumplen 22 años del atentado terrorista a la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (Amia), ocurrido en 1994 y que dejó un saldo de 85 víctimas fatales. Bajo el lema de “La memoria nos une”, en distintos puntos del país se realizan conmemoraciones y Rosario no es la excepción.

La Daia Filial Rosario, Kehilá Rosario y la comunidad judía convocaron a la explanada del Centro Cultural Roberto Fontanarrosa para “renovar el pedido de justicia, castigo a los culpables y para recordar a las víctimas de tan cruel hecho criminal”.

Así, diversas organizaciones y autoridades locales como la intendenta Mónica Fein; el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz; el secretario General de la Municipalidad de Rosario, Pablo Javkin; además de concejales de la ciudad y demás funcionarios, se hicieron presentes en el acto que comenzó con las palabras del presidente de la Daia Rosario, Diego ‎Czarny.

Memoria«Muchos de los jóvenes aquí presentes no estamos en condiciones de expresar lo que sentimos en el momento que ocurrió el atentado. No podemos relatar cuál fue nuestra reacción al enterarnos de la terrible noticia ni tampoco podemos decir qué estábamos haciendo cuando la catástrofe sucedió. Algunos eran muy pequeños y otros ni siquiera habíamos nacido. Todo lo que sabemos lo hemos aprendido a través de relatos y crónicas; noticias confusas e historias de sobrevivientes y allegados. La gran cantidad de información recolectada y las escalofriantes declaraciones que vieran la luz los últimos años no han servido para que la causa pueda esclarecerse o avanzar. Y nuestro sentimiento de impotencia, desamparo, vacío e injusticia, está hoy más presente que nunca», dijo en su discurso Diego ‎Czarny.

«Desgraciadamente los augurios no son los mejores. Constantemente debemos enfrentarnos a grupos extremistas cegados por la irracionabilidad que intentan destruir nuestras libertades. Día a día nos encontramos con atentados que van dirigidos contra lo más elemental de nuestras democracias, el pluralismo. Sin ir más lejos, los todavía confusos últimos minutos de la vida del Dr. Nisman son un claro ejemplo de cómo la Justicia no quiere o no puede intervenir la intolerancia y el fanatismo ocupan rápidamente el lugar dejado por la Ley y las garantías republicanas. Es aquí donde nuestro compromiso adquiere valor. Donde debemos erigir a la libertad como nuestro estandarte y defenderla a ultranza contra todo enemigo que pretenda ultrajarla. Paradójico es que muchos adultos caigan en la afirmación temeraria de que somos nosotros, los jóvenes, quienes nacimos con impunidad. Despliegan este argumento como si el atentado a la Amia fuera un hecho aislado y no existiera una concatenación con otros atentados terroristas. Como si la impunidad con respecto a esta temática no hubiese existido antes. Lo novedoso de este evento es que ocurrió en nuestras propias narices. Y nos hizo entender que el terrorismo no es un problema del cual podamos desentendernos», agregó.

Parafraseando a la periodista Oriana Falacci, «aquél flagelo debe ser rechazado como un deber hacia nuestra cultura, nuestros valores, nuestros principios y nuestra civilización, ya que es su principal enemigo», cerró el titular de la Daia.

Por su parte, Mónica Fein se refirió a la causa como un «peregrinaje por la verdad y la justicia que aún no ha concluido» y agregó: «Al estruendo de la bomba se suma otro estruendo que no deja de sonar en nuestros oídos, el del reclamo de padres, hermanos, hijos, sobrevivientes y el de la sociedad argentina en su conjunto, quienes exigimos no sólo conocer el nombre de los responsables de esta matanza sino también el de todos aquellos que colaboraron para que tuviera lugar».

«Amia es sinónimo de solidaridad, de amor y cuidado al semejante, es una mano tendida en los momentos de incertidumbre y en la presencia frente al necesitado. Es la cultura de un pueblo que ha resplandecido a través de los milenios. No podemos permitir que ese nombre quede asociado a lo impune«, expresó la intendenta.

Por último destacó hacia los afectados y las víctimas que «no están solos, no nos hemos olvidado y no estamos decididos a arrojarlos al olvido».

En tanto el gobernador Miguel Lifschitz, dijo que hoy se recuerda «el sentimiento de miles y miles de argentinos que en distintas partes del país se reúnen como cada 18 de julio desde hace 22 años para celebrar la vida, para recordar ese acto trágico que golpeó al mundo, que nos sorprendió».

«La violencia siempre es condenable pero cuando la violencia se asocia a la intolerancia, a la xenofobia, a la discriminación, la violencia se hace más cruel, más inexplicable, más irracional», señaló Lifschitz.

Para concluir remarcó: «En definitiva no solamente tenemos un compromiso con la historia de Amia y con las víctimas y sus familiares, sino también con el futuro, con el mensaje con la lección que hay que dejarle a las nuevas generaciones».

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