A través de un nuevo documento, el Vaticano dejó establecido este lunes que la Iglesia no bendecirá las uniones de personas del mismo sexo que, por lo tanto, no pueden “considerarse lícitas” ante esta institución.

Así lo declaró la Congregación para la Doctrina de la Fe en un escrito de dos páginas publicado en siete idiomas y que fue elaborado en respuesta a un “dubium” –pregunta formal sobre un tema que genera controversia- que había sido presentado.

En virtud de este pronunciamiento -y siempre ante los ojos de la Iglesia Católica- no es lícito que los sacerdotes bendigan a las parejas del mismo sexo que pidan algún tipo de reconocimiento religioso de su unión.

Según se comunicó, el Papa fue informado y “ha dado su asentimiento” a la publicación de la respuesta y de la nota explicativa que la acompaña y que lleva la firma del Prefecto, el cardenal Luis Ladaria, y por el Secretario, el arzobispo Giacomo Morandi.

En el texto de la Congregación resulta fundamental la distinción que se realiza entre personas y unión: la respuesta negativa a la bendición de la unión no implica de hecho un juicio sobre las personas individuales implicadas, que deben ser acogidas “con respeto, compasión y delicadeza” evitando “toda marca de discriminación injusta”, como ya se afirma en los documentos magisteriales.

El principal argumento para la respuesta negativa se funda en el valor “sacramental” de las bendiciones en tanto acciones litúrgicas de la Iglesia que requieren que lo que se bendiga esté “objetivamente ordenado a recibir y expresar la gracia, en función de los designios de Dios inscritos en la Creación”.

Las relaciones, incluso estables, que implican “una praxis sexual fuera del matrimonio” -o sea, fuera de “la unión indisoluble de un hombre y una mujer”, abierta a la transmisión de la vida- no responden a esos “designios de Dios”, aunque haya “elementos positivos” en tales relaciones.

“Esta es una consideración que no solo afecta a las parejas homosexuales, sino a todas las uniones que implican el ejercicio de la sexualidad fuera del matrimonio”, explica el artículo.

Otro motivo para la negativa es el riesgo de asimilar erróneamente la bendición de las uniones del mismo sexo al sacramento del matrimonio.

Por último, la Congregación para la Doctrina de la Fe precisa que la respuesta al “dubium” no excluye “que se impartan bendiciones a las personas individuales con inclinaciones homosexuales, que manifiesten la voluntad de vivir en fidelidad a los designios revelados por Dios”, mientras que declara ilícita “toda forma de bendición que tienda a reconocer sus uniones”.

La nota provocó la inmediata reacción de las organizaciones de católicos LGBTIQ+ y desató el debate dentro de la Iglesia alemana, que viene estando a la vanguardia de la discusión de apertura sobre temas como la homosexualidad.

Francis DeBernardo, director ejecutivo de New Ways Ministry, que aboga por una mayor aceptación de los homosexuales en la Iglesia, predijo que la posición del Vaticano será ignorada, incluso por algunos clérigos católicos.

“Los católicos reconocen la santidad del amor entre parejas comprometidas del mismo sexo y reconocen este amor como divinamente inspirado y divinamente apoyado y, por lo tanto, cumple con el estándar para ser bendecido”, dijo en un comunicado.

Hace un año se conocieron declaraciones del Papa Francisco pronunciadas durante una entrevista a Televisa en 2019, en las que el sumo pontífice se pronunciaba a favor de proporcionar a las parejas homosexuales protección legal, pero siempre haciendo referencia a la esfera civil, en concordancia con la postura que asumió el mismo Bergoglio durante el debate de la ley de matrimonio igualitario en Argentina.

Aunque se opuso a la aprobación de la ley, Bergoglio apoyó la provisión de protecciones legales para los homosexuales en uniones estables a través de la llamada “ley de convivencia civil”.

“Las personas homosexuales tienen derecho a estar en una familia. Son hijos de Dios”, dijo en esa oportunidad.