El prefecto apostólico en Ulán Bator, el flamante cardenal Giorgio Marengo, consideró que el viaje que el papa Francisco hará a Kazajistán el mes que viene «será positiva para toda Asia Central», y destacó la «capacidad de convivir pacíficamente» entre los pueblos de la región.

«Espero que esta visita también influya positivamente en los otros países de Asia Central, incluida Mongolia, aunque estamos un poco lejos, y represente un buen ejemplo de cómo la Iglesia Católica apuesta por el diálogo interreligioso», dijo Marengo en entrevista con Télam en el Vaticano, tras ser nombrado el sábado como el cardenal más joven del Colegio Cardenalicio, con 48 años.

El nuevo purpurado, nacido en el Norte de Italia, se refirió así a la visita que el pontífice hará del 13 al 15 de septiembre a la capital kazaja Nur-Sultán para participar de un congreso interreligioso.

«Tengo grandes expectativas y estoy bastante seguro de que esta visita marcará un paso importante en la vida de la Iglesia en Kazajstán y en toda la región. En este momento, la visita del Santo Padre a un país con estas tradiciones de multirreligiosidad y colaboración fructífera sería una señal de que este es definitivamente un buen modelo a seguir para todos», agregó Marengo.

Kazajistán, un país marcado por la diversidad religiosa y por su rol de gran reserva de gas, tiene una gran mayoría musulmana, cercana al 75% de su población, con apenas un cuarto de cristianos, en su mayoría ortodoxos que se referencian en el Patriarcado de Moscú que dirige Kirill, un aliado del presidente ruso Vladimir Putin.

El Papa, de hecho, tenía pautado un encuentro con Kirill en la capital kazaja, que hubiera sido el segundo entre los máximos responsables del catolicismo y el mundo ortodoxo, pero la reunión fue finalmente postergada ante la imposibilidad del Patriarca de participar del Congreso por motivos no informados.

Francisco llegará a Kazajistán el 13 de septiembre y al día siguiente iniciará su participación en el VII Congreso de Líderes de las Religiones Mundiales y Tradicionales alternando momentos dedicados a la comunidad católica local como la celebración de la Misa en la plaza de la Expo y el encuentro con obispos, consagrados, seminaristas y agentes de pastoral que se llevará a cabo en la Catedral Madre de Dios del Perpetuo Socorro.

Para Marengo, «Asia es importante por su historia muy antigua de fe cristiana que se difundió de forma distinta a la de otras partes del mundo, y luego porque es la cuna de las grandes religiones».

«El tema de la convivencia pacífica y el diálogo interreligioso es algo de todos los días en esta región, es más una realidad que una teoría», ponderó en esa dirección el cardenal.

Consultado por el significado de su creación cardenalicia pese a que Mongolia no tiene una gran comunidad católica, Marengo planteó que «la importancia del país es evidente, quiere decir que el Papa tiene una atención particular a esta área del mundo, y cree mucho en la capacidad de los pueblos de Asia de convivir pacíficamente y encontrar soluciones no violentas a los conflictos».

El Primer Congreso de Religiones Tradicionales Mundiales y Nacionales fue convocado por el expresidente Nazarbayev en la entonces Astana, ahora Nur-Sultan, en 2003, inspirado en la Jornada de Oración por la Paz en el mundo convocada en Asís por Juan Pablo II el 24 de enero de 2002, para reafirmar la contribución de las diferentes tradiciones religiosas al diálogo y la armonía entre los pueblos y naciones.