«En este mudo fragmentado, las religiones son parte de las soluciones, no son un problema», planteó en una entrevista con Télam el futuro purpurado español, máxima autoridad del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso del Vaticano.

Y analizó: «En las últimas décadas hubo una tendencia espontánea, que siguió un poco las ideologías del mundo, de dejar a un costado la dimensión religiosa. Y hoy tenemos necesidad de que exista una relación armoniosa entre el mundo de la política y la religión».

«Política y religión son dos campos de nuestra realidad humana que van equiparados en armonía, en colaboración y en consulta. Muchos de los problemas de nuestro mundo fragmentado podrían sanarse con el bálsamo de la religión, que pueden ofrecer en buena voluntad los creyentes de todas las tradiciones religiosas de esta Tierra», propuso en esa dirección el religioso nacido en Sevilla, España, en 1952.

En ese marco, Ayuso resaltó el documento firmado por el Papa en febrero en Abu Dabi junto al Gran Imán de Al Azar, máxima autoridad del Islam suní, y que supuso un llamado conjunto del cristianismo y el Islam hacia la «fraternidad humana».

«Ese documento es epocal e histórico, porque documentos hay varios, pero a veces quedan como letra escrita sobre la que no se trabaja tanto. En este caso, con el hecho de que el Papa haya firmado un documento, podemos ver la importancia epocal e histórica de esa declaración», destacó.

En ese marco, Ayuso destacó: «El Papa hizo muchos esfuerzos para la promoción del diálogo interreligioso basado siempre en el respeto y la amistad», consideró al diálogo como «una actitud existencial que tiene que experimentar cada ser humano» y pidió «dejar de plantear al terror y a las creencias islámicas como sinónimos».

«Quien promueve el terror hace a menudo uso de las fuentes de la religión para justificar sus actos malvados y manipulan los textos sagrados de sus propias tradiciones religiosas. Es necesario aclarar esto, incluso desde las autoridades islámicas, porque desde el 11-S se ha creado un clima islamofóbico que ha crecido con los años», agregó.

En ese marco general, Ayuso denunció la persistencia de «un clima islamofóbico que sigue, pero lamentablemente también hay una religión-fobia».

«Hay, por ejemplo, mucho antisemitismo aún, y los cristianos continuamos siendo la comunidad más perseguida en el mundo y no se habla para nada. Hay un rechazo visceral a todo lo que es religioso», lamentó.

«Los populismos crecientes hoy en el mundo han contribuido a este clima hostil a la religión. Hay que reaccionar positivamente para que, por medio de la integración respetuosa, se pueda conseguir un espíritu de fraternidad, como el que marcaron el Papa y el gran Imán en Abu Dabi», convocó.