Más de 300 peregrinos provenientes de Argentina, junto a varios obispos, entre ellos el titular de la Arquidiócesis Primada de Buenos Aires, monseñor Jorge Ignacio García y numerosos sacerdotes, religiosos, religiosas, se reunieron en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, para saludar al Santo Padre en un breve pero sentido encuentro, donde la protagonista fue la María Antonia de San José de Paz y Figueroa.

En esta beata encontramos un ejemplo y una inspiración que reaviva «la opción por los últimos, por aquellos que la sociedad descarta y desecha». Así describe, el Papa Francisco, a Mama Antula, quien el domingo, en la Basílica de San Pedro, será canonizada, convirtiéndose así en la primera Santa de Argentina, un “regalo para el pueblo argentino, pero también para toda la Iglesia”.

Este domingo 11 de febrero, a las 9.30 hora de Roma, el Papa Francisco presidirá la celebración Eucarística con el rito de canonización de la Beata María Antonia de San José de Paz y Figueroa, más conocida como Mama Antula, en la Basílica de San Pedro. El evento será transmitido en directo con la radiocrónica en español por Radio Vaticana – Vatican News a través del sitio web, Facebook Live y el canal de YouTube.

La futura santa es, para Francisco, un ejemplo y una inspiración que “reaviva” la opción por los últimos y por aquellos que la sociedad descarta y desecha». Como signo de amor y de ternura, Mama Antula, emprendió un “camino de la santidad” que implica “confianza, abandono”. Como cuando llegó sólo con un crucifijo y descalza a Buenos Aires, explicó el Papa, “porque no había puesto su seguridad en sí misma, sino en Dios”.

El Papa recibe un retrato de Mama Antula de manos de los obispos de Santiago del Estero y de Anatuya.

“La caridad de Mama Antula, sobre todo en el servicio a los más necesitados, hoy se impone con gran fuerza, en medio de esta sociedad que corre el riesgo de olvidar que «el individualismo radical es el virus más difícil de vencer. Un virus que engaña. Nos hace creer que todo consiste en dar rienda suelta a las propias ambiciones»”, subrayó el Pontífice.