El papa Francisco pidió este domingo que los migrantes, refugiados y desplazados «puedan vivir en paz y con dignidad», y criticó la construcción «de muros contra hermanos y hermanas».

«Renovemos nuestro compromiso de construir el futuro según el proyecto de Dios: un futuro en el que cada persona encuentre su lugar y sea respetada; donde los migrantes, refugiados, desplazados y víctimas de la trata puedan vivir en paz y con dignidad», convocó Jorge Bergoglio en esa dirección.

«Porque el Reino de Dios se realiza con ellos, sin excluidos. Es también gracias a estos hermanos y hermanas que las comunidades pueden crecer a nivel social, económico, cultural y espiritual; y compartir las diferentes tradiciones enriquece al Pueblo de Dios», profundizó luego el Papa.

«¡Comprometámonos todos a construir un futuro más inclusivo y fraterno!», convocó además durante la oración dominical.

Antes del Ángelus, durante la misa que celebró en la ciudad, el Papa había ratificado su rechazo a los «muros».

«Si cavamos un abismo ahora con nuestros hermanos y hermanas, cavamos la tumba para el más tarde; si ahora levantamos muros contra hermanos y hermanas, quedamos presos en la soledad y en la muerte», sostuvo.