El papa Francisco pidió este miércoles a los líderes conservadores europeos que no usen las «raíces cristianas» del continente para justificar «intereses de prestigio y poder».

Al recordar el viaje que hizo la semana pasada a Budapest y Eslovaquia, el pontífice se refirió a las «raíces de fe y vida cristiana» que encontró en su visita.

En ese marco, y en continuación a los mensajes que había enviado durante el viaje en la misma dirección, el Papa planteó que esas raíces «deben ser custodiadas: no como exposiciones de museo, no ideologizadas e instrumentalizadas por intereses de prestigio y de poder, para consolidar una identidad cerrada»

«No. ¡Esto significaría traicionarlas y esterilizarlas!», añadió Jorge Bergoglio durante la audiencia general que encabezó en el Aula Pablo VI del Vaticano.

El reclamo tiene como destinatarios principales a los líderes conservadores europeos, como el premier húngaro Viktor Orban, que suelen justificar con el cristianismo y sus supuestas «raíces» una serie de políticas antiinmigratorias y homofóbicas opuestas a las líneas que marca el Papa.