El papa Francisco lamentó este jueves la «agresión bélica cruel y sin sentido» que sufre Ucrania tras la invasión rusa iniciada el 24 de febrero, al tiempo que advirtió que las guerras «no tienen nada que ver» con el cristianismo.

«Iglesias hermanas, pueblos hermanos: reconciliación entre cristianos separados, como contribución a la pacificación de los pueblos en conflicto, es hoy más relevante que nunca, mientras el mundo está conmocionado por una agresión bélica cruel y sin sentido, en la que muchos cristianos luchan entre sí», lamentó el pontífice al recibir a una delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla.

La delegación que visitó al Papa responde al Patriarca Ecuménico Bartolomé, un aliado de Francisco en temas como ambiente y migraciones enfrentado a su vez con el Patriarca ortodoxo ruso Kirill, cercano a las posiciones belicistas del presidente de ese país Vladimir Putin.

Para el Papa, «ante el escándalo de la guerra, ante todo no hay que hacer consideraciones: hay que llorar, ayudar y convertirse».

«Hay víctimas que llorar y demasiada sangre, la muerte de tantos inocentes, los traumas de familias, de ciudades, de todo un pueblo: cuánto sufrimiento en quienes han perdido a sus seres más queridos y se ven obligados a abandonar su hogar y su patria», lamentó en primer lugar.

«Luego hay que ayudar a estos hermanos y hermanas: es un un recordatorio de la caridad que, como cristianos, estamos obligados a ejercer hacia Jesús migrante, pobres y herido», sostuvo Jorge Bergoglio ante la delegación del Patriarcado con jurisdicción sobre unos 3,5 millones de fieles dispersos en los alrededores de Grecia, los ortodoxos de Turquía y de las islas del mar Egeo.

«Pero también es necesario convertirse para entender que las conquistas armadas, las expansiones y los imperialismos no tienen nada que ver con el Reino que Jesús anunció», advirtió el Papa.