El papa Francisco hablará en Chipre sobre la «herida abierta» del conflicto que ese país mantiene con Turquía, adelantó este martes el vocero papal Matteo Bruni al dar detalles del viaje que el pontífice hará a la isla europea y a Grecia entre el jueves y el lunes próximos.

«La reunificación de Chipre ha sido una herida abierta desde hace algún tiempo, no será ignorada», planteó Bruni al dar detalles del programa de la visita que Francisco hará a los dos países a los que consideró «cuna del mundo Occidental y de Europa».

La primera etapa, de jueves a sábado, será en Chipre, la isla de menos de un millón de habitantes en la que se encuentra el muro más longevo de Europa, la denominada «línea verde» que divide el territorio en dos: en la parte Sur, la nación independiente que desde 2004 forma parte de la Unión Europea; en el Norte, la denominada República Turca del Norte de Chipre, que no es reconocida internacionalmente por ningún Estado a excepción de Turquía.

«La Santa Sede apoya todos los esfuerzos para fortalecer las conversaciones bilaterales, que son la única solución para la isla y sus habitantes», agregó Bruni. El dialogo de paz, sin embargo, está interrumpido desde 2017

A lo largo de la línea verde, establecida por Naciones Unidas en 1964, está presente una fuerza de paz de la que participan también Cascos Azules argentinos.

La visita a Chipre, la segunda de un Papa en la historia, será la primera etapa del viaje de cinco días que también incluye Grecia, en una ida a la «cuna del mundo Occidental y de Europa» como la definió Bruni, en la que el diálogo ecuménico y la migración serán dos de los otros ejes de los discursos de Francisco.

En ese marco, todos los focos estarán puestos en la visita que hará el domingo a la isla de Lesbos, símbolo de los migrantes que buscan llegar al Viejo Continente y a la que Jorge Bergoglio ya visitó en abril de 2016.

«Son dos lugares considerados la cuna del Mundo Occidental y de Europa», definió este martes Bruni al presentar el viaje a la prensa, incluido el enviado de Télam que acompañará a Francisco en el avión papal

«El diálogo ecuménico es un primer horizonte del viaje, con dos países en los que hay pequeñas comunidades católicas minoritarias a las que el Papa les llevará su afecto, además de que mantendrá ricos encuentros con representantes de la Iglesia ortodoxa con la que hay buenas relaciones», desarrolló Bruni.

En la previa del viaje, el propio Papa definió a la zona como «la fuente antigua de Europa» con Chipre que representa «una rama de Tierra Santa en el continente», mientras que «Grecia es el hogar de la cultura clásica».

En Chipre y Grecia otro hilo conductor será la problemática migratoria que afecta a un Mar Mediterráneo que, como planteó el Papa esta semana, «se está convirtiendo en el cementerio más grande del mundo»:

En ese marco, el viernes, en la Iglesia parroquial de la Santa Cruz de Nicosia, el Papa encabezará una oración ecuménica con refugiados y dos días después, en la etapa más esperada de su viaje 35, Francisco dedicará toda la mañana a una actividad en la isla de Lesbos, símbolo de los migrantes.

Sobre ese punto volvió hoy Bruni, al plantear que «un tema central será la inmigración, los refugiados y las personas obligadas a dejar casa y familia a la busca de un futuro».

En Lesbos, el Papa visitará un campo de refugiados en una ceremonia en la que hablará frente a unas 200 personas del lugar que hospeda a una mayoría de afganos, pero en el que también hay migrantes que llegaron desde Irak, Siria, y naciones africanas como Sierra Leona, agregó Buni.