El papa Francisco calificó este martes como «tragedia» la muerte de migrantes en Texas, donde 50 personas fallecieron dentro de un camión, y en Melilla, donde al menos otras 18 perdieron la vida a manos de las autoridades que bloquearon su paso a España, y pidió que no se repitan «estas desgracias».

«Me enteré con dolor de la noticia de la tragedia de los migrantes en Texas y Melilla», escribió el pontífice en su cuenta de Twitter, @pontifex.

En ese marco, añadió: «Rezamos juntos por estos hermanos y hermanas que murieron siguiendo su esperanza de una vida mejor; y por nosotros, que el Señor nos abra el corazón para que estas desgracias nunca más vuelvan a suceder».

En San Antonio, Texas, un total de 50 migrantes sin documentos fueron hallados muertos durante la madrugada de este martes, la mayoría de ellos ubicados dentro de un camión abandonado al lado de una ruta, informaron las autoridades.

«En este momento hemos procesado 46 cuerpos», dijo inicialmente el jefe de bomberos de San Antonio, Charles Hood, que indicó que 16 personas – 12 adultos y cuatro niños – habían sido trasladadas al hospital, vivas y conscientes.

Por otro lado, la semana pasada al menos 18 migrantes africanos murieron en una tentativa masiva de entrada al enclave que ocupa España en Melilla, en el norte de Marruecos.

«Trece migrantes en situación irregular heridos en el asalto contra la ciudad de Melilla sucumbieron por la noche a sus heridas graves», indicaron las autoridades de la provincia de Nador, se informó oficialmente.

El drama de los migrantes fue uno de los principales temas de la agenda del Papa desde su viaje inaugural en julio de 2013 a la isla de Lampedusa, en el Mediterráneo, uno de los pasos más utilizados por los viajeros procedentes de África en su intento por entrar a territorio europeo.