El papa Francisco decidió iniciar una auditoría sobre la Congregación para el Clero, el organismo vaticano que supervisa a más de 400.000 sacerdotes de todo el mundo, en medio de un proceso de reformas en la Curia y a unas semanas de la promulgación de una nueva Constitución Apostólica.

El pontífice designó al obispo de la diócesis de Mondovì, el italiano Egidio Miragoli, como visitador de la Congregación para el Clero, informaron fuentes vaticanas a Télam.

Miragoli tendrá «plenos poderes» para investigar a fondo y hacer una auditoría profunda a la congregación que se encarga del control y formación de seminaristas y sacerdotes, una de las grandes preocupaciones del Papa, agregaron las fuentes.

La Congregación para el Clero está comandada por el cardenal italiano Benjamin Stella, quien en agosto cumple 80 años, por lo que dejará de ser elector en un eventual cónclave, y podría también abandonar el organismo dentro de dos meses.

La auditoría del Papa se enmarca dentro de un profundo proceso de reformas a la Curia que Jorge Bergoglio aceleró en los últimos meses, y semanas antes del 29 de junio, la fecha que se maneja para que el pontífice promulgue la nueva Constitución Apostólica con la que reformará todo el organigrama y las funciones de los organismos vaticanos.

En los últimos meses, además de cambios en materia penal como la incorporación de los casos de abusos como «delitos contra la vida y la dignidad», el Papa avanzó también en un saneamiento de las finanzas vaticanas, con la centralización del manejo de fondos en la Secretaría de la Economía y la Administración Patrimonial de la Sede Apostólica (APSA), en detrimento incluso de la Secretaría de Estado.