La denuncia es del Foro de Asociaciones Familiares, que pide que el pacto de estabilidad considere los fondos para la natalidad y la familia «como una inversión y no como un gasto». Su presidente, Adriano Bordignon, se muestra satisfecho con la introducción del Factor Familia en la región del Lacio. La iniciativa, de carácter experimental, prevé una remodelación del acceso a los servicios escolares y a los centros de verano basada en un cálculo de la renta más justo que el actual.

De hecho, el acuerdo preliminar entre el Parlamento de Estrasburgo y el Consejo de la UE prevé que el nuevo pacto de estabilidad excluya los gastos vinculados a determinadas inversiones, como las destinadas a gastos militares y a la transición ecológica y digital, de modo que los gastos en estos sectores puedan continuar sin contabilizarse en la deuda. En definitiva, según la organización que reúne a las asociaciones familiares italianas, con este planteamiento «se ha dejado de lado la cuestión estructural del desequilibrio demográfico, que afecta a toda la Unión pero con efectos especialmente graves y crónicos precisamente en Italia».

Todos los países europeos tienen una tasa de natalidad inferior al llamado nivel de reemplazo, es decir, el fijado por los demógrafos en 2,1 hijos por mujer. Incluso la virtuosa Francia, que proporciona importantes ayudas a las familias, se detiene en 1,84 hijos por mujer, encabezando la clasificación de las naciones más fértiles, a la cola de las cuales se encuentran Italia (con 1,25 nacimientos por mujer), España (1,19) y Malta (1,13).

En este contexto, la Federación Europea de Asociaciones Familiares (FAFCE) reclama la armonización a escala europea de las políticas de natalidad que actualmente son competencia de cada gobierno. Precisamente por ello, es importante el esfuerzo que se está haciendo a nivel local para que la fiscalidad sea más justa y favorable a la familia. La propuesta del Factor Familia, presentada por el Foro, que complementa el instrumento Isee para el cálculo de los impuestos y para el acceso a las prestaciones sociales, va en esta dirección.

Bordignon insiste en que se trata de ‘inversiones y no de gastos’ porque ‘estamos hablando del futuro de nuestro país y de nuestra sociedad en general’. Como Foro, hemos dado la oportunidad a los administradores -continúa Bordignon- de que con el Factor Familia puedan asignar los recursos de forma más adecuada». A continuación, el presidente del Foro critica el Isee y recuerda que el Gobierno italiano se ha comprometido a reformarlo: «El Factor Familia tiene muchas ventajas sobre el Isee, en primer lugar tiene la capacidad de aumentar el peso de los hijos en el cálculo de las cargas familiares, tiene más en cuenta la presencia de discapacidades, considera las familias monoparentales y la pérdida de empleo. Todo ello da una imagen más justa de las familias».