LUNES, 02 DE DIC

El Vaticano pide a las potencias mundiales que ayuden al Líbano «con urgencia»

El Sumo Pontífice reunirá este 1º de julio a las autoridades cristianas de ese país árabe para llevar adelante una jornada de trabajo denominada Juntos por Líbano. Estiman desde la Santa Sede que su recuperación podría ayudar "a mantener un Medio Oriente pluralista, tolerante y diversificado".

El papa Francisco encabezará el próximo jueves 1º de julio una jornada de reflexión y de oración por el Líbano, con la que el Vaticano busca que las «potencias mundiales» ayuden «con urgencia» a ese país de Medio Oriente.

El pontífice reunirá en el Vaticano a las autoridades cristianas del país árabe para una jornada de trabajo que terminará con un rezo ecuménico por la paz en la Basílica de San Pedro, anunció este viernes la Santa Sede al dar a conocer el programa.

«El contexto del encuentro es el agravamiento de la crisis en Líbano, desde el punto de vista político, socioeconómico y humanitario», dijo el secretario para las Relaciones con los Estados del Vaticano, Paul Richard Gallagher, al presentar el evento a la prensa.

En medio de una profunda crisis económica, y tras más de ocho meses de bloqueo, los partidos políticos libaneses siguen enredados en interminables negociaciones, disputando entre otras cuestiones el reparto de los ministerios.

La jornada, con el título de «Juntos por Líbano», incluirá tres sesiones de trabajo luego del saludo inicial con el que el Papa recibirá a los líderes cristianos en su residencia de Casa Santa Marta.

«La Santa Sede está preocupada por el colapso del país, que golpea de modo particular a la comunidad cristiana. El Líbano debe ser ayudado a recuperarse económicamente y a mantenerse al margen de los conflictos», agregó Gallagher.

En ese marco, el «ministro de relaciones Exteriores» vaticano, planteó que el objetivo es «recordar a las potencias mundiales la urgencia de ayudar al Líbano».

«Es indispensable que la comunidad internacional debe jugar su papel. No ha habido ningún jefe de Estado que haya venido al Vaticano al que no le hayamos pedido por el Líbano», enfatizó Gallagher.

Líbano vive una devaluación de la libra libanesa y una profundización de la pobreza y el desempleo lo que ha alimentado la ira de la población, protagonista en el último año de diversas manifestaciones.

Las sesiones de trabajo, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, se harán «a puertas cerradas», precisó luego el cardenal argentino Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales.

Tras los encuentros Francisco dará «una palabra final» que podrá ser considerada como la conclusión de la jornada, según Sandri.

Para Gallagher, la recuperación del Líbano podría ayudar «a mantener un Medio Oriente pluralista, tolerante y diversificado».

Entre las Iglesias no católicas que participarán, estarán la Greco-Ortodoxa del Patriarcado de Antioquía y la Siro-Ortodoxa.

En abril, Francisco había expresado su deseo de visitar el Líbano «tan pronto se den las condiciones» durante una audiencia privada en el Vaticano con el primer ministro designado libanés, Saad Hariri.

Durante el encuentro, de cerca media hora, el pontífice argentino manifestó entonces «su cercanía al pueblo libanés, que vive un momento de gran dificultad e incertidumbre».

Hariri aseguró que el papa visitará Líbano «después de la formación de un gobierno».

«Ojalá este encuentro haga alguna contribución al proceso» de una posible visita papal, expresó este viernes Gallagher en esa dirección.

Hariri, uno de los pilares de la clase política tradicional y tres veces primer ministro, fue encargado a fines de octubre, un año después de su caída ante la presión de protestas callejeras, de formar un nuevo gobierno del que se esperan reformas urgentes.

Hariri ya había visitado el Vaticano durante sus mandatos anteriores como presidente de gobierno en 2012 y 2017.

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