En un rotundo decreto publicado el martes, el Papa Francisco despidió a todos los líderes de la organización benéfica Caritas Internationalis, nombrando a un administrador temporal del Vaticano para dirigir la confederación de 162 organizaciones católicas de socorro, desarrollo y servicio social que operan en más de 200 países y territorios en todo el mundo.

Según Reuters, el Papa Francisco decidió despedir a toda la gerencia de la organización benéfica tras las acusaciones de humillación y acoso al personal en la sede de la organización en Roma. Varios empleados actuales y anteriores de la organización benéfica hablaron con la agencia de noticias, y un ex empleado dijo que los trabajadores de la sede de la organización benéfica habían sufrido acoso, miedo y «humillación ritual».

Al mismo tiempo, el dicasterio del Vaticano para el desarrollo, al que la organización benéfica está subordinada, anunció que este año se había llevado a cabo una investigación exhaustiva en la sede de la organización benéfica, con la participación de expertos externos y psicológicos. La investigación concluyó que efectivamente había una base para los informes anteriores, lee el comunicado de prensa del Vaticano.

Agregó, sin embargo, que no había evidencia de que se hubiera producido abuso financiero o acoso sexual, pero identificó una serie de problemas que «requieren una acción inmediata». Dijeron que estas fallas se produjeron principalmente en el área de gestión y procedimientos corporativos, y tuvieron un impacto negativo en el espíritu y la moral del equipo del personal.

La decisión papal también fue seguida por la renuncia del cardenal Luis Antonio Tagle, a menudo referido en la prensa como «Francisco de Asia», quien nominalmente era el presidente de la organización benéfica, pero no estaba involucrado en el funcionamiento diario de la organización. El cardenal filipino ha sido visto por algunos como un posible sucesor del Papa Francisco.

Tagle, sin embargo, conservará su principal puesto eclesiástico y seguirá siendo jefe del Dicasterio para la Evangelización dentro de la Iglesia Católica, responsable de la gestión de los misioneros.

Reuters también señaló que, aparte del cardenal y otro sacerdote, todos los jefes de la organización benéfica internacional no eran clericales.