MARTES, 26 DE NOV

El misterio de la Última Cena: ¿qué pasó con el Cáliz de la Primera Eucaristía?

El día anterior a la Pascua judía un grupo de hombres, hace 20 siglos, compartieron la cena más importante de la historia.

Es Jueves Santo, el día que marcará para siempre el destino de la humanidad. En esta noche crucial, Jesús compartió con sus apóstoles revelaciones trascendentales se despide, e instituye el regalo de la Eucaristía. Pan y vino que se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Es un misterio que se custodió en el Santo Cáliz y testigo silencioso de la primera transubstanciación.

Religiosos acompañan en este viaje a través del Jueves Santo a descubrir la riqueza de la Última Cena, el significado de la Eucaristía y el legado del Santo Cáliz, que fue cuidadosamente custodiado desde el principio de la historia, para contener la primera transustanciación, y ha llegado hasta nuestros días. El Jueves Santo Jesús lo pasó en Betania y regresó a Jerusalén para celebrar la Última Cena.

Primero envió a Pedro y a Juan para organizar la cena en el Cenáculo para celebrar la Pascua, lavó los pies de los apóstoles, celebró la primera misa, e instituyó la eucaristía y el sacerdocio.

Además, dio el mandamiento nuevo, amarnos unos a otros, e indicó que Pedro tendrá un papel pastoral especial entre los apóstoles, pero anunció que lo negaría tres veces.

Jesús, oró por la unidad de sus seguidores, anunció la traición Judas, que luego se consumará y finalmente fue a orar en el huerto de Getsemaní.

Según la cronología de los relatos bíblicos Jesús realizó su Última Cena como una cena de Pascua, pero el día anterior a la que los judíos celebran oficialmente la Pascua. Ambas Pascuas tienen connotaciones bien distintas.

Durante el Viernes Santo estaban siendo sacrificados los corderos en el templo, para la cena oficial de la Pascua judía, la que se iba a realizar después de la puesta del sol el Viernes Santo. Pero cuando comenzó la Pascua judía Jesús ya había sido enterrado.

De modo que desde el punto de vista cronológico, Jesús celebró Su propia Pascua y no la Pascua de la Antigua Alianza.

En la Pascua judía se comía entre los miembros de la familia con el padre presidiendo la cena. Sin embargo en esta nueva cena Pascual Jesús come con los miembros de la iglesia y Dios preside la cena.

El cordero macho sin mancha que se sacrificaba para la Pascua judía fue el mismo Jesús en la Nueva Pascua, porque Jesús sin pecado es el nuevo cordero de pascua.

Pero, además, a diferencia de la Pascua judía Jesús instituyó la Eucaristía, y a diferencia de los corderos inmolados Jesús resucitó de entre los muertos.

Por su parte, Ana Catalina Emmerich tuvo una larga visión sobre la Última Cena, o sea la Nueva Pascua, vio a Jesús volverse transparente hasta parecer una sombra luminosa y partir el pan en varios pedazos, lo puso sobre la patena, y luego tomó un pedazo y lo dejó caer en el cáliz.

Después tomó la patena con los pedazos de pan y dijo, “Tomen y coman, éste es Mi Cuerpo que es entregado por vosotros”, extendió su mano derecha como para bendecir, de él salió una luz brillante, y el pan entró en la boca de los Apóstoles. Sólo Judas permaneció a oscuras.

Luego Jesús levantó el cáliz por sus dos asas a la altura de su rostro y pronunció las palabras de consagración, y al hacerlo, apareció como transparente, transfigurado como si pasara enteramente a lo que iba a dar a sus Apóstoles, que tomaron del cáliz.

También Ana Catalina Emmerich cuenta la historia sobrenatural del cáliz o grial, este vaso había sido encontrado por los sacerdotes en el tesoro del Templo. Fue comprado por Serafia, una de las seguidoras de Jesús, y utilizado varias veces por él en la celebración de fiestas y desde el día de la Última Cena pasó a ser propiedad exclusiva de la comunidad cristiana.

Ella, además cuenta que el cáliz había estado anteriormente en posesión de Abraham, porque Melquisedec lo había traído desde la tierra de Semiramis a la tierra de Canaán.

Lo usó para ofrecer el sacrificio, cuando ofreció pan y vino en presencia de Abraham, y lo dejó en posesión del santo patriarca, este mismo cáliz también se había conservado en el Arca de Noé, luego de su uso por Jesús se suponía perdido.

Sin embargo, los caballeros de la Edad Media desarrollaron como ideal la búsqueda del Santo Grial, al que se atribuían poderes milagrosos y contenía un alto significado espiritual.

Esto se manifestó en los Caballeros de la Tabla Redonda, y en las grandes obras musicales de Ricardo Wagner, y fue buscado afanosamente por muchos ocultistas por el poder mágico atribuido.

También, Hitler hizo ingentes esfuerzos para hallarlo porque estimaba que le daría un poder sobrenatural e incluso modernamente el cine ha contado historias de la búsqueda del Santo Grial, por ejemplo, en la película de Steven Spielberg “Indiana Jones y la última cruzada”.

La idea que circula es que se perdió entre los vaivenes de la historia. Sin embargo, parecería que el cáliz de la Última Cena, o Santo Grial no estaría perdido.

Asimismo, el padre Jorge Loring hizo notar que hasta el Concilio Vaticano II sólo había una fórmula del canon de misa, que se conservaba inalterada desde los tiempos apostólicos, y en esta fórmula del Canon Romano se dice: “El Señor Jesús, tomando en sus santas manos éste cáliz etc.…”

Y Loring sostiene que San Pedro decía “este cáliz” porque era el mismo cáliz que había utilizado el Señor en la Última Cena y consta además que en la Roma de los primeros cristianos había un cáliz, llamado el “cáliz papal”.

Porque con él sólo decía misa el Papa, ya que era el mismo cáliz que había utilizado el Señor en la Última Cena.

¿Y qué pasó luego con ese cáliz o grial?

Aparentemente se esfumó y hay varios cálices que se adjudican hoy ser los verdaderos, pero hay dos en España que parecería tienen más credenciales para ser los auténticos.

Uno es el de Doña Urraca, que se encuentra en León, pero últimamente el Vaticano ha dado señales de la autenticidad del cáliz que se venera en la Capilla del Santo Cáliz de la Catedral de Valencia.

Este Santo Grial tiene 17 centímetros de altura, y la copa mide 5,5 de altura y 9,5 de diámetro, es de piedra calcedonia, un tipo de cuarzo translúcido, de color anaranjado intenso, el pie con asas tiene joyas que se habrían añadido posteriormente, perlas y esmeraldas y se ha fechado la talla de la copa superior en torno al siglo I.

¿Y cómo habría llegado a Roma y de ahí a Valencia?

La historia del Santo Cáliz de Valencia llega a Roma previsiblemente llevado por San Marcos, acompañando a San Pedro. Se cree tradicionalmente que Marcos fue asistente del apóstol Pedro, y se dedicó a escribir el Evangelio de San Marcos sobre la base de las predicaciones de San Pedro, porque la familia de San Marcos evangelista era rica.

El Cenáculo donde se celebró la Última Cena era de la familia de Marcos. Entonces Marcos se llevó el cáliz a Roma con él.

¿Y cómo llegó a Valencia luego?

El Papa Sixto II lo entregó a su diácono San Lorenzo, que era español, en el año 258, ante la persecución romana a los cristianos, y San Lorenzo lo hizo llegar a su familia, en Huesca, para que lo custodiaran, y luego pasó por varios lugares, de lo cual hay evidencia, hasta llegar a la catedral de Valencia.

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