MARTES, 26 DE NOV

¿Cuáles son las respuestas de la Inteligencia Artificial para que la gente pierda la fe?

Lo que está sucediendo hoy en el mundo y en la Iglesia, nos conduce a esa apostasía. A partir de ahí nos preguntamos qué hacemos, cómo revertimos esto, cómo podemos hacer para que el mundo recobre la fe en Dios. No se lo podemos preguntar a ChatGPT, porque no sabemos quién nos habla.

Un sacerdote español le hizo preguntó a la Inteligencia Artificial qué estrategias usaría en caso de ser el Maligno y querer que los hombres pierdan la fe en Dios, y la respuesta de la Inteligencia Artificial es precisamente lo que está haciendo el maligno actualmente para producir la apostasía.

La respuesta la encontramos en el libro de la Revelación, el Apocalipsis, en el que Dios nos dijo hace 2000 años cómo Él tiene previsto solucionar esta apostasía, que ya había previsto que sucedería en nuestro tiempo.

Las siete estrategias que ChatGPT explicó al sacerdote que desarrollaría para que la gente perdiera la fe, es lo que Dios previó para solucionar eso y está escrito en la Biblia, y etsá información es muy reveladora.

El sacerdote Patxi Bronchalo de la diócesis española de Getafe, le preguntó a ChatGPT: “Si tú fueras Satanás, ¿cómo harías que las personas perdiesen la fe?”. Y entonces ChatGPT le contestó: “Si yo fuera Satanás y tuviera el objetivo de hacer que las personas perdieran la fe, lo más probable es que utilizaría tácticas sutiles y estratégicas, enfocadas en sembrar la duda, la desesperanza y el desencanto, en lugar de actuar de forma evidente”.

Y luego de le dio siete estrategias que podría emplear:

“Primero. Fomentar el individualismo extremo: Promover una visión del mundo centrada únicamente en el «yo», en el que las personas se desconecten de sus comunidades, de sus seres queridos, y de la idea de algo más grande que ellos mismos. El egoísmo y la autosuficiencia podrían llevar al abandono de la fe, ya que se perdería la necesidad de confiar en algo superior”.

“Segundo. Dar notoriedad al Sufrimiento y desesperanza: El malestar, las tragedias, y las injusticias del mundo son a menudo utilizadas para cuestionar la existencia de un Dios benevolente. Poner a las personas en situaciones donde se enfrenten con sufrimientos aparentemente injustificados podría llevarlas a dudar de la bondad o existencia de lo divino.

“Tercero. Distracción y superficialidad: Mantener a las personas tan ocupadas con el ruido de la vida moderna, distracciones como la tecnología, el entretenimiento y las preocupaciones materiales, que no tengan tiempo ni interés en explorar temas profundos como la espiritualidad o el propósito trascendental.

“Cuarto. Relativismo moral: Promover la idea de que no hay verdades absolutas, que todo es relativo y subjetivo, podría erosionar la base moral de muchas creencias religiosas. Si todo es igualmente válido, entonces el sentido de la fe puede diluirse, volviendo todo difuso y confuso.

“Quinto. Cientificismo extremo: Exaltar la ciencia como la única fuente válida de conocimiento y menospreciar lo espiritual o lo religioso como superstición o arcaísmo, eliminando la idea de lo trascendente en favor de lo puramente material.

“Sexto. Hipocresía dentro de las instituciones religiosas: Exponer o incluso promover la corrupción, la inmoralidad y los escándalos dentro de las instituciones religiosas podría hacer que las personas pierdan la confianza en la fe. Si los líderes o las instituciones que representan la fe fallan, muchos podrían abandonarla por completo.

“Séptimo. División y conflicto: Alentar el odio y la división, incluso entre los creyentes, podría llevar a las personas a alejarse de la fe. La religión que se presenta como una fuente de paz se ve socavada por el conflicto interno o las guerras en su nombre”.

Y finalizó diciendo que: “Estos métodos serían indirectos y sutiles, haciendo que el alejamiento de la fe parezca una consecuencia natural de las circunstancias, más que una manipulación evidente.”

Mejor descripción de lo que pasa en el mundo y en la Iglesia no se podría haber dado. Pareciera que el maligno lo escribió.

¿Y cómo se va a solucionar todo este descalabro? ¿Los hombres lo pueden solucionar? ¿Se puede solucionar con un cambio secuencial de estos valores o requerirá cirugía mayor?

El último libro de la Biblia, el Apocalipsis, que es la revelación que Dios le da al apóstol San Juan sobre la historia de la Iglesia y la historia de la humanidad, muestra el camino que vamos a tener que recorrer, no es lo que nosotros queramos, sino lo que Dios previó, relata cómo el evangelio es anunciado y va encontrándose con dificultades a lo largo de su historia, hasta que llega un momento que es descrito en el capítulo 19, que llega la gran tribulación.

Que es fruto de la apostasía dentro de los pueblos que habían recibido el evangelio y que rechazan a Cristo, a su Iglesia, a su Doctrina, y al mismo Dios, como ha sucedido. Se enfrentan a Jesucristo y entonces van a ser purificados.

En este Final de los Tiempos se produce una gran batalla, que culmina con una intervención divina, o sea, que el esfuerzo del demonio y secuaces humanos por destruir el plan de Dios, de la forma que declara ChatGPT, va a ser interrumpido por una serie de intervenciones divinas, que van a ser dolorosas.

Jesucristo, en el Discurso del Monte de los Olivos, reproducido en Mateo 24, Marcos 13 y Lucas 17 y 21, explica que habrá una gran tribulación como no la ha habido desde el comienzo de la humanidad, ni siquiera en los días del diluvio y dice que esto va a ser una gran liberación porque la situación del mundo ya no es sostenible.

Esa intervención divina es lo que la Virgen había prometido en Fátima: «Al final, mi corazón triunfará» y se producirá ese triunfo del Reino de Cristo en la Tierra, conjuntamente con el encadenamiento del maligno.

En ese sentido, el Apocalipsis 20:1 dice que un ángel bajó del cielo con la llave del abismo y una gran cadena en la mano prendió al maligno y lo ató por mil años para que no pudiera engañar a las naciones. Pero, agrega que después de eso, es necesario que sea liberado por un tiempo breve.

Ese tiempo del maligno encadenado será un tiempo de especial plenitud del Reino de Cristo en la Tierra, un tiempo de gran religiosidad, es lo que se llama la Era de Paz en Fátima.

Pero, cuando el maligno sea soltado nuevamente, los hombres se enfriarán y volverán a pecar, caerán nuevamente, y vendrá entonces la manifestación del gran anticristo.

Ha habido muchos anticristos en la historia, en nuestra época también los habrá, pero aún no es el momento de la gran iniquidad del último anticristo,  pero cuando aparezca el gran anticristo del final de la historia, entonces Jesucristo volverá físicamente en su segunda venida, lo derrotará y luego vendrá el juicio final.

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