Los obispos Francisco José Cox Huneeis, arzobispo emérito de La Serena y a Marco Antonio Ordenes Fernández, emérito de Iquique, recibieron el mayor castigo de la iglesia católica «como consecuencia de actos manifiestos de abusos a menores», precisó en un comunicado la Santa Sede.

La decisión fue adoptada por el papa el pasado jueves 11 de octubre y «no admite recurso», sostiene la nota que indica que los dos obispos fueron informados en sus respectivas residencias por sus superiores. El anuncio hecho con ocasión de la visita del mandatario chileno al Vaticano ha sido interpretado como un mensaje concreto de que el pontífice está empeñado en aplicar con firmeza la «tolerancia cero» contra la pedofilia.

El Papa Francisco está empeñado en la limpieza de la Iglesia chilena, azotada por las denuncias de abusos sexuales a menores y ha cesado hasta ahora a nueve obispos.

A su vez, la fiscalía chilena investiga a más de un centenar de obispos, sacerdotes y laicos como autores o encubridores en casos de abuso sexual a menores y adultos que se extienden por casi seis décadas, y solicita información sobre éstos al Vaticano, tema sobre el que Piñera no quiso pronunciarse.