«Larreta, Bullrich y Milei son lo mismo, los tres representan a Macri»

La sede del Ateneo Néstor Kirchner está ubicada en el centro de Lomas, a una cuadra de la Municipalidad. Es un espacio sencillo: fotos de Néstor y Cristina, carteles con el logo de Unión por la Patria y la infaltable parrilla en el fondo. Allí, Federico Otermin, el todavía presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, recibe a LPO.

Su candidatura en Lomas fue sorpresiva. Rara vez los jefes del conurbano deciden dar el paso al costado. Martín Insaurralde lo hizo y le dejó la posta a su mano derecha. Otermin hizo todo el cursus honorum de la política bonaerense. Empezó como militante raso y fue subiendo de manera muy orgánica por la escalera del poder. Fresco y muy rápido para pensar la política, logró llevarse bien con Máximo, Kicillof e Insaurralde al mismo tiempo.

Pero lo que viene es otra liga, es la validación ante los vecinos, la pelea por conquistar con los votos uno de los municipios más grandes del país, como una provincia chica. Otermín cuenta cómo se gestó esa decisión. «En los últimos meses Martín me lo venía planteando», dice y revela las conversaciones entre Insaurralde y Kicillof que apuraron esa definición.

Además, no duda en elogiar a Sergio Massa. «Él puede venir a una empresa de Lomas y entender a un empresario Pyme. Puede escuchar a una persona de Budge que le plantea el problema de la inflación. Y al mismo tiempo se puede sentar con el Fondo y hacer lo que haya que hacer para ese organismo deje ser un problema para Argentina», asegura.

Apunta a la oposición y afirma que Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y Javier Milei son lo mismo. «Los tres representan a Macri. Un Macri que le hubiese encantado ser candidato pero no lo fue porque mide muy mal y porque su gobierno fue horrible», agrega.

-¿Cómo se tomó la decisión de su candidatura en Lomas? Porque también estaba el nombre de Daniela Vilar, su esposa.

-Martín (Insaurralde) plantea mi nombre para esta nueva etapa porque yo tenía la experiencia de haber trabajado con él desde el principio. Él entendió que podía sintetizar una nueva etapa de cara a lo que viene.

A Macri que le hubiese encantado ser candidato pero no lo fue porque mide muy mal y porque su gobierno fue horrible.

Nosotros estamos muy entusiasmados. Lomas es nuestra República. Daniela la llama ‘la República de Lomas’. Los que somos de Lomas nos sentimos muy orgullosos por el distrito. Yo crecí en estas calles. Vivo en Banfield, crecí cerca de la cancha y mi infancia y mi adolescencia estuvieron marcados este distrito.

-¿Pero era algo que se venían conversando entre ustedes?

-Sí, en los últimos meses Martín me lo venía planteando y me venía impulsando en ese sentido. Axel (Kicillof) quería que él siga siendo el jefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires y que sea el jefe de la campaña en provincia.

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-¿Entonces Insaurralde seguirá como Jefe de Gabinete si gana Unión por la Patria?

-Sí. La verdad es que Martín y Axel generaron una muy linda relación, más allá de los rumores que a veces circulan. Es claro que venían de espacios políticos distintos. Nosotros lo conocimos a Axel casi cuando asumió como gobernador. No teníamos un vínculo con él porque, él venía del Ministerio de Economía y no teníamos un trato directo.

-¿Y cómo fue conocer a Kicillof?

-Nos encontramos a alguien muy obsesivo. Obsesivo con defender a la provincia. Un tipo que labura muchísimo. Que vive en la residencia oficial donde hacía mucho que un gobernador no la usaba. Tal vez la gente no lo sabe, pero tiene su habitación a 50 metros de su despacho. Llega muy temprano y se va muy tarde.

-Pero me estaba contando sobre cómo se gestó la candidatura en Lomas.

Martín me plantea que, más allá que constitucionalmente estaba habilitado para ser candidato a intendente y que también estaba habilitado políticamente por todo lo que hizo, era necesario ir hacia una nueva etapa. Y él tiene un gran gesto al acompañarme como primer concejal. Eso habla de su generosidad.

Axel es muy obsesivo. Obsesivo con defender a la provincia. Es un tipo que labura muchísimo. Que vive en la residencia oficial, que hacía mucho que un gobernador no la usaba. Tal vez la gente no lo sabe, pero tiene su habitación a 50 metros de su despacho. Llega muy temprano y se va muy tarde.

-¿Y cómo sentó la candidatura de Sergio Massa en el conurbano?

-Bueno, yo veo con mucho entusiasmo la candidatura de Sergio. Porque, como dice Cristina, agarró la papa caliente en un momento que tal vez algunos miraban para el costado.

Massa logró que la situación no se vaya de cauce, que no explote. Pero fundamentalmente me parece que es alguien que tiene esta doble sensibilidad que para mí es tan importante en un dirigente: Massa puede venir a una empresa de Lomas y entender a un empresario Pyme. Puede escuchar a una persona de Budge que le plantea el problema de la inflación. Y al mismo tiempo se puede sentar con el Fondo y hacer lo que haya que hacer para ese organismo deje ser un problema para Argentina.

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Esa capacidad que él tiene, esa mirada integral, lo termina poniendo como el candidato a presidente ideal para nuestra fuerza política y el presidente ideal para esta situación del país. Yo estoy convencido, no sólo que Massa es un gran candidato a presidente, sino que va a ser un gran presidente.

-Pero en el cierre de listas ustedes apostaron por Wado De Pedro, no por Massa.

-Sí, pero hay que ir un poquito hacia atrás. Yo quería que la candidata sea Cristina. Yo fui parte de un colectivo enorme de compañeros que cantábamos ‘Cristina presidenta’ en todos los actos, hasta que entendimos que no lo teníamos que hacer más. Hasta que ella nos dijo que no iba a ser candidata.

-¿Ella decía eso en público o en conversaciones privadas?

-En público y en privado. Cristina, de entre todas las virtudes que tiene, hay que sumar que dice exactamente lo mismo en público que en privado. Y eso es muy valorable en una época en que son muchos quienes una cosa dicen en público y otra en privado.

Massa puede venir a una empresa de Lomas y entender a un empresario Pyme. Puede escuchar a una persona de Budge que le plantea el problema de la inflación. Y al mismo tiempo se puede sentar con el Fondo y hacer lo que haya que hacer para ese organismo deje ser un problema para Argentina.

Cristina, lo que planteaba con toda claridad era que la iban a proscribir, que la proscripción era de hecho y que iba a ser definitiva con un fallo de la Corte. Que la iban a terminar sacando de la cancha. Creo que lo que pasó en San Juan y lo que pasó en Tucumán fue un mensaje muy claro de un sector del poder contra Cristina y contra el peronismo. Y Cristina es alguien que tiene una responsabilidad política te diría incluso superior a lo que a muchos nos gustaría.

-¿Cómo es eso?

-Cristina busca hacer lo mejor para nuestra fuerza política, pero también busca hacer lo mejor para el país. Y ella pensaba que si iba de candidata presidenta, con el entusiasmo que eso iba a generar nuestra fuerza política, cuando esa proscripción se haría efectiva, iba a haber conflictividad en la calle.

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Después del intento de asesinato en su contra, Cristina pone mucho énfasis en la paz, en la tranquilidad. Ella plantea que su candidatura iba a ser una división de aguas. Que a mucha gente le iba a aparecer bien, pero que al mismo tiempo a mucha gente le iba a parecer mal.

Y lo que había que discutir no era eso, sino hacia dónde va el país: si es un modelo de derecha, del festival del ajuste. O es un modelo que defienda lo público. En un momento en que todos atacan al Estado, nuestra oferta política defiende al Estado.

Y una vez que Cristina dijo que no iba a ser candidata, cuando habló del bastón de mariscal, cada uno de nosotros nos entusiasmamos, a riesgo de darnos bastonazo entre nosotros.

Y en ese contexto, Wado generaba mucho entusiasmo. Vuelvo a esta idea de la integralidad del militante político. Por su historia, pero por lo que le pueda dar al país, yo estoy convencido de que Wado es uno de los dirigente con más futuro en Argentina. Es por lejos, alguien que tiene la capacidad de hablar con todos.

Realmente nos entusiasmamos con su candidatura, pero somos peronistas y como somos peronistas, somos respetuosos de la conducción. Es lo que nos diferencia de otras fuerzas políticas. Algunos dicen: «son obsecuentes y hacen lo que dice Cristina». No es ser obsecuentes, es ser leal a una conducción.

Cristina pensaba que si iba de candidata presidenta, con el entusiasmo que eso iba a generar nuestra fuerza política, cuando esa proscripción se haría efectiva, iba a haber conflictividad en la calle.

La izquierda hará una asamblea y discutirá entre muchos. En el PRO recibirán un mail desde Washington, o no sé cómo arreglan sus candidaturas. Nosotros somos respetuosos de una conducción. Y a mí lo que me enseñaron desde chico es que cuando se cierran la lista, esa es la mejor lista posible.

-Hace poco lo escuché hacer una defensa del ‘político profesional’. Creo que hacía referencia a De Pedro.

-Exactamente. Pero dicho como un elogio. Es aquel que tiene la sensibilidad del militante. Porque dicho así puede sonar frío. Pero es aquel que tiene la sensibilidad por los que sufren, por quienes la están pasando mal. Pero, que a su vez, puede tener conversaciones con los sectores de poder.

Nosotros somos obsesivos por convencer a los sectores del poder en Argentina que es posible que nos vaya bien a todos. A veces puede sonar ingenuo, pero esa posición es sincera.

Si bien es una generalidad decir que los jóvenes están con Javier Milei. Se puede ver que la rebeldía está en los libertarios. O al menos eso aparece como novedad en esta elección. ¿El kirchnerismo ya no enamora?

Yo creo que es el desafío para para el futuro. Creo que Milei expresa o expresó a una parte de la sociedad que, preocupada porque las cosas no salen como todos quisiéramos, identifica a los dos partidos principales como parte del problema y no de la solución. Y ese sector canaliza eso que en algún momento era «Que se vayan todos» o «Son todos los políticos iguales».

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Milei es simpático porque grita, es simpático porque él mismo se plantea como rupturista con el sistema. Él conecta bien con cierta rebeldía. Pero ojo que hay muchísima gente que defiende la Educación y la Salud Pública.

Milei llegó a decir que no tiene que haber obra pública, que la obra tiene que ser privada. Pero la gente de Lomas sabe muy bien que se pavimentan todas las cuadras con el apoyo de Martín y de los gobiernos nacional y provincial. Y si no lo saben, eso va a ser parte del desafío de la militancia.

También, vos sabés que en una elección se pone en juego a quién le cree la gente. Si le cree a la tele vamos a estar sonados. Si le cree a los militantes nos va a ir bien.

Y una cosa más: ojo con dejarse llevar por el microclima que publican los medios porteños, porque si uno se deja llevar por eso en 2019 María Eugenia Vidal lo tendría que haber arrasado a Axel, con Clio incluido. Y los mismos que ese viernes antes de la elección decían que Vidal le iba a ganar a Axel por amplia diferencia, el domingo decían: «Sorpresa, ganó Kicillof».

Como somos peronistas, somos respetuosos de la conducción. Algunos dicen: «son obsecuentes y hacen lo que dice Cristina». No es ser obsecuentes, es ser leal a una conducción. La izquierda hará una asamblea. En el PRO recibirán un mail desde Washington, o no sé cómo arreglan sus candidaturas. Nosotros respetamos la conducción. Y a mí me enseñaron desde chico que cuando se cierran la lista, esa es la mejor lista posible.

Entonces yo creo que tenemos un desafío luego de la pandemia, luego de nuestras discusiones internas. Ahora tenemos la posibilidad, con Massa, de tener una síntesis de cara a lo que viene.

-Máximo pidió que Cristina se sume a la campaña ¿Es necesario que Cristina recorra el conurbano?

-Bueno, yo humildemente no le puedo pedir nada a Cristina.

-¿Pero cree que la vicepresidenta tiene que estar?

-Obvio. Ella suma muchísimo y de hecho en las recorridas por Lomas básicamente me dicen dos cosas: «Gracias a Martín» y «cuiden a Cristina». Y esto último como un reclamo a la dirigencia. Por supuesto que Cristina suma, y mucho.

Pero yo creo que las veces que se mostró con Sergio tras el cierre tiene el sentido de que un sector de la sociedad, que estaba con muchas ganas de votarla, comprenda por qué Massa es el candidato.

-El peronismo sigue esquivando a la posibilidad de una interna, pero visto lo de Santa Fe que sumados los candidatos de Juntos le sacaron como 30 puntos al candidato único del PJ ¿se empieza a revalorizar a idea de «interna atractiva»?

-Y esto lo digo a título personal. Creo que sí. Que no le terminamos de encontrar la vuelta a las PASO como herramienta. Creo que las PASO tienen varios problemas: uno de ellos es la simultaneidad, que la torna un poco esquizofrénica.

-¿A qué se refiere?

-A esto de discutir hacia el interior tu fuerza política con los matices, pero que al mismo tiempo sea simultánea y que el porcentaje que uno saca en esa elección se tome en la elección general.

Creo que en las PASO habría que poder discutir con tu fuerza política los matices, pero después debería pasar un tiempo suficiente para reordenar la oferta electoral en función del resultado de esa elección. ¿A qué voy? A que si un candidato a presidente pierde las PASO después no puede ser candidato a nada. No puede ser diputado, no puede ser senador, no puede ser vicepresidente. Creo que es algo que tenemos que debatir de cara a lo que viene.

-Una de las características de esta elección parece ser el ausentismo. En Corrientes fue importante y en Santa Fe votó apenas el 64% del padrón. ¿Le preocupa eso?

-Por supuesto que me preocupa, nuestro país sufrió mucho para poder tener Democracia. Creo que todas las fuerzas políticas deben convocar a la sociedad a votar.

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Nosotros estamos trabajando muy fuerte en Lomas. Vamos casa por casa porque es importante que la gente se exprese y entendiendo también que cada voto es una toma de posición.

Yo creo que el balotaje va a ser la elección en donde va a quedar muy claro que existen dos modelos de país totalmente distintos: que algunos hablan de ajustar. Que hablan de recortar derechos. Que le hablan no sé si al Fondo, a los fondos buitres, o a Washington. En definitiva a gente que me parece que no es el pueblo argentino.

Y que hay otra propuesta: la de Unión por la Patria, que es la que busca poder construir un futuro mejor, reivindicando lo público como una manera de potenciar la vida en comunidad.

-Pero entonces Usted da por hecho que habrá un balotaje.

-Es lo que creo. Me parece, por cómo viene la elección, que finalmente habrá un balotaje. Y es un buen momento para poder discutir claramente hacia dónde vamos.

-En 2021 el peronismo logró una recuperación interesante de votos de la PASO a la General. ¿Eso es algo que se puede manejar? ¿De qué depende?

-Es que subió mucho la participación respecto de la PASO. Creo que parte del desafío que vamos a tener es que esta vez es que ausentismo no sea tan alto como en las PASO de 2021.

-En La Plata se habla mucho de esta estrategia de campaña de abajo hacia arriba. La idea de que los intendentes miden más que los candidatos de la cúpula. 

-Son análisis políticos en los que no me gusta entrar. Yo creo que la gente ve la boleta como una integralidad. Martín siempre planteó que no hay posibilidad de desarrollar un proyecto municipal, sino existe detrás un proyecto provincial y un proyecto nacional

Nosotros queremos ganar de Lomas, pero queremos que Axel sea gobernador porque es fundamental para continuar con la transformación. Y queremos que Massa sea presidente porque la verdad es que más allá de alguna obra puntual, con los fondos del municipio no alcanza.

Nosotros queremos que la gente viva bien. No puede estar condenada a sobrevivir. Hoy es muy caro sobrevivir en Argentina. Creo que tenemos que pensar algunas cuestiones, no puede ser tan cara la comida. No es natural que paguemos tanto y que haya dos o tres vivos que se hagan millonario con algo tan básico como es la alimentación.

Para que la gente viva feliz es condición necesaria que viva más segura. Por eso el peronismo tiene que dar un mensaje muy claro respecto de eso. Hay cosas que no podemos permitir, que no se pueden tolerar, que no tienen ningún tipo de justificación y que no tienen perdón.

Y también, para que la gente sea feliz es condición necesaria que viva más segura. Por eso creo que también el peronismo tiene que dar un mensaje muy claro respecto de eso.

Tenemos que bajar un mensaje muy claro en cada uno de los barrios porque hay cosas que no podemos permitir, que no se pueden tolerar, que no tienen ningún tipo de justificación y que no tienen perdón. No puede pasar que un vecino de Lomas vaya a las 6 de la mañana tomarse colectivo y aparezcan a chorearle el celular. Son cosas que no tienen justificación y tenemos que poner mucho énfasis en la seguridad de nuestra gente.

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-Hablemos de la oposición. ¿Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y Milei son iguales? ¿Ve matices entre ellos?

-Para mí son lo mismo. Son tres ofertas que tiene la derecha y que en el balotaje se va a sintetizar en una. Pero los tres representan el macrismo. Un Macri que le hubiese encantado ser candidato a presidente y no lo fue porque mide muy mal y porque su gobierno fue horrible.

¿No ve a Horacio más como una centroderecha y a Patricia y Milei en un extremo de la derecha?

No. No estoy de acuerdo con eso. Creo que alguno puede ser un poco más simpático. Otro un poco más chistoso. Pero creo que son parte de una concepción ideológica similar que es con lo que nosotros tenemos que discutir: o generamos un país para todos, o vamos hacia ese país del Excel a cual le sobran 30 millones de habitantes.

-¿En qué fallo la coalición Frente de Todos y por qué no va a pasar lo mismo con Unión por la Patria?

-Creo que más allá de las cosas que hablamos: de la pandemia, la guerra y la sequía, lo cierto es que no pudimos sintetizar ciertas cuestiones. Creo que Sergio en eso tiene una capacidad enorme de poder articular con todos los espacios y lo va a hacer con Cristina porque ella es la dirigente política por lejos con mayor capacidad de nuestro país. Entonces no escuchar a Cristina es un error político enorme.

Sergio tuvo la capacidad a construir una relación muy buena con Máximo, con Wado, con la propia Cristina. De poder trabajar en conjunto, de poder tener miradas, de poder tener discusiones.

Massa tiene una capacidad enorme de poder articular con todos los espacios y lo va a ser con Cristina porque ella es la dirigente política por lejos con mayor capacidad de nuestro país. No escuchar a Cristina es un error político enorme.

Bienvenida sean las discusiones y los matices. Creo que cierto sector del periodismo es mucho más injusto con el peronismo que la indulgencia que tienen con Cambiemos. ¿No? Cuando la oposición dice cosas distintas lo plantean como una «primaria atractiva».

Pero cuando nosotros tenemos miradas diferentes somos una bolsa de gatos. Existe un doble estándar muy grande que tiene el poder en Argentina. Ya lo sabemos y va a seguir existiendo.

De todos modos, creo que hay que dar las discusiones dentro de nuestro espacio. Con Martín generamos una gran relación con Máximo Kirchner. Una relación que empezó como compañerismo y terminó en amistad.

Y discutimos mucho con Máximo y él destaca que a veces es importante dar discusiones a la luz del día y que puede haber diferentes miradas sobre los temas. Creo que el desafío que viene es el de alcanzar una síntesis sobre lo que queremos y sobre cómo lo vamos a hacer.

-Hablemos un poco del Conurbano. Hay especialistas que destacan que en el sur del Conurbano existe una industria ya casi obsoleta. ¿Eso ocurre en Lomas?

-Bueno, yo creo que es parte del desafío de lo que viene. Un conurbano siempre estigmatizado como una apéndice de la capital, como las cosas malas de la capital. No se valora las cosas realmente increíbles que pasan en el conurbano.

-¿Por ejemplo?

-Mucha gente que se esfuerza y que quiere ir para adelante. Si uno ve los principales medios de comunicación, que están en la ciudad de Buenos Aires, cada vez que aparece una noticia del conurbano es un hecho negativo, algo vinculado con la inseguridad.

Y vemos que muchas cosas pasan en la Capital no son reflejadas en los medios porque buscan cuidar al Jefe de Gobierno actual, pero también pasó con los anteriores, entonces se enfocan en contar un Conurbano feo, inseguro y lleno de cosas negativas.

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-¿Y en cuanto a la producción?

-Es un desafío enorme. Lomas tiene que dejar de ser la ciudad dormitorio de la Capital. Mucha gente vive en Lomas y trabaja en la Capital, aporta a la Ciudad de Buenos Aires su fuerza de trabajo y consume también en la Ciudad de Buenos Aires.

Tenemos un desafío con la creación de parques industriales, con potenciar industrias de todo tipo que se puedan radicar en nuestro distrito y recuperar, sin nostalgia, un esplendor que tuvimos y que, a partir políticas económicas contrarias a la producción nacional, es cierto que fuimos perdiendo.

-¿Y cómo se trabaja para que Lomas deje de ser una ciudad dormitorio?

Parte del desafío que tenemos en la gestión que nos tocará afrontar, si el pueblo de Lomas nos acompaña, es constituir al municipio como un puente entre las empresas de Lomas de Zamora y la gente que está buscando trabajo.

Porque en este momento raro que está viviendo el país, una especie como de crisis rara, nosotros recorremos las Pymes de Lomas y nos cuentan que están buscando gente, pero que en muchos casos no encuentran el personal calificado que necesitan.

Cierto sector del periodismo es mucho más injusto con el peronismo que la indulgencia que tienen con Cambiemos. ¿No? Cuando la oposición dice cosas distintas lo plantean como una «primaria atractiva».

Y en paralelo, recorriendo los barrios más humilde de Lomas, vemos que no existe una situación desesperante como había en otros momentos respecto del pedido urgente por ayuda alimentaria. Eso hoy no está. Pero sí hay pedidos de trabajo.

Entonces me parece que el municipio, con una oficina de empleo que capacite y prepare a los trabajadores, que siente una misma mesa a los empresarios, a los sindicatos, a los referentes de cada localidad y junto con la Universidad tenemos un desafío grande por delante.

-Vuelvo a la idea de Conurbano. Carlos Pagni dice que el Conurbano no es un territorio donde predomina la pobreza, sino que es algo muy diverso. Y que esa diversidad deviene en fragmentación y desigualdad.

-Sí. Cada municipio es un reflejo del país en sí mismo. Tenés un sector más acomodado, tenés un sector que tuvo y que tiene un boom de la construcción, con edificios de alta categoría. Y tenés también una parte postergada. Creo que también el desafío es construir ese puente entre los distintos conurbanos, entre las distintas Lomas de Zamora.

-¿Qué municipio deja Insaurralde después de varios años de gobierno?

-Martín es sin lugar a dudas es mejor intendente de la historia de Lomas. ‘Deja’ no es la palabra correcta. En las recorridas me pasa que la gente me dice: ‘Che Martín te deja la vara muy alta’. Yo lo que les digo que Martín no nos deja. Él es parte fundamental de esta transformación y va a ser fundamental en el futuro de Lomas.

-Usted plantea su eventual gobierno como una continuidad del gobierno de Insaurralde. Pero lo cierto es que cada uno tiene su estilo, las personas son distintas. Después aparece la impronta Otermin.

-Sí, pero sabes que al haber sido parte constitutiva del equipo de Martín, estoy orgulloso del insaurraldismo como un proceso local de Lomas en donde se lograron concretar un montón de anhelos. Mirá, hubo mucho dirigentes exitosos en Lomas, pero pocos o ninguno como Martín que tuvieron la capacidad de traducir su fortaleza política en obras para para la gente.

Martín me va a retar cuando vea esto publicado. Él me pide que no hable de lo que hicimos, que nos enfoquemos en el futuro.