Por Igor Mello

En un período de 16 años, las milicias más que duplicaron sus territorios y ahora son el grupo criminal más grande de Río de Janeiro. Las áreas bajo control de grupos paramilitares aumentaron un 387,3% entre 2006 y 2021. La conclusión es del Mapa Histórico de los Grupos Armados de Río de Janeiro, que también muestra que al menos 4,4 millones de personas viven actualmente en áreas controladas por grupos criminales (milicias y narcotraficantes) en el Gran Río, un contingente 65% mayor que en 2006. El estudio divulgado hoy fue realizado por Geni (Grupo de Estudios sobre Nuevos Ilegalismos) de la UFF (Universidad Federal Fluminense) en colaboración con el Instituto Fogo Cruzado.

El especialista en seguridad pública también señala que el tráfico no ha perdido terreno, a pesar de la expansión de las milicias. “Es importante decir que los otros grupos también crecieron. El CV [Comando Vermelho] tuvo una leve caída en los últimos años, pero se mantiene fuerte en relación a las otras facciones. El TCP es curioso porque tiene curvas de crecimiento similares. En el tiempo y el espacio con las milicias, y la ADA tiende a desaparecer», dice el investigador Daniel Hirata.

El primer período de rápido crecimiento de las milicias tuvo lugar entre 2006 y 2010, cuando el área dominada por estos grupos casi se triplicó. Sin embargo, la CPI de Milicias resultó en la detención de cientos de milicianos y el desmantelamiento parcial de las bandas, que vivieron un momento de relativo estancamiento. Sin embargo, a partir de 2016, las milicias comenzaron a crecer nuevamente. Para explicar esta tendencia, Hirata cita desde la crisis económica en RJ hasta las disputas en el crimen organizado a nivel nacional, que en paralelo favorecieron la expansión de los grupos paramilitares. “Hubo una disputa entre la CV y ​​el PCC a nivel nacional por el control de las rutas internacionales del narcotráfico. Eso se refleja en Río con la formación, por un breve período, de la facción Terceiro Comando dos Amigos, fusión de TCP [Terceiro Comando dos Puro] y ADA [Friends of Friends], para dominar, sobre todo, los espacios del CV”, añade el sociólogo. Mientras las milicias crecieron un 387,3% en el período, la CV aumentó sus dominios un 58,8%. “Entre 2016 y 2018 tenemos grandes conflictos armados por disputas territoriales en el Gran Río. A partir de 2019, con la llegada de [Wilson] Witzel, tenemos el fin de la Secretaría de Seguridad, lo que produjo una autonomización de las fuerzas policiales que considero muy deletéreo”, completó.

Para Hirata, esto se explica en parte por el hecho de que la represión policial es mucho más violenta contra el narcotráfico, lo que provoca que los narcotraficantes se refugien en las comunidades, lo que dificulta el acceso de las fuerzas policiales. “La incidencia de la represión estatal es más fuerte en las facciones de narco que en las milicias. Entonces esto permite que las milicias actúen en el carril de una manera más predominante. Pero hay que decir que el control territorial de las milicias se consolidó de una manera diferente a la de las que ejercerán su control territorial de una manera menos ostensible que el narcotráfico”, evalúa.

Cómo se hizo la búsqueda

Para determinar qué grupo criminal dominó cada área en un momento dado, los investigadores usaron información contenida en 689.933 informes anónimos sobre tráfico y milicias recibidos por Hotline entre 2006 y 2021. Para evitar fluctuaciones excesivas en los datos, el estudio usa un período móvil de tres años. Media para tener una imagen de la distribución de los grupos armados en cada momento. Por lo tanto, los datos de 2008 también consideran denuncias de 2006 y 2007, y así sucesivamente.

El tamaño de la población dominada

Una estimación realizada por los investigadores muestra que al menos 4.4 millones de personas viven en barrios marginales, proyectos de vivienda o sub-barrios controlados por narcotraficantes o milicianos en Río. En esta comparativa, CV sigue estando por delante de las milicias, con poco más de 2 millones de habitantes en las zonas que domina. Los grupos paramilitares están presentes en territorios que suman 1.7 millones. Sin embargo, el propio estudio señala que los datos pueden estar subestimados, ya que, debido al retraso en el censo originalmente previsto para 2020, se tuvo que utilizar estimaciones de población de 2010. La población bajo el yugo del crimen organizado en la región metropolitana de Río es de 4.416.101 habitantes, superior a la población de países como Uruguay (3.554.915), Croacia (4.105.268) y Eritrea (3.989.175). Si fuera una ciudad, también sería más grande que Roma (4.297.877), Montreal (4.276.526) y Medellín (4.067.758). En términos nacionales, sería la 3ª ciudad más grande del país, superando a capitales como Brasilia, Belo Horizonte, Salvador, Manaus y Curitiba.