Cuando faltan apenas un puñado de días para que se realice el balotaje que definirá quién será el próximo presidente argentino, el mercado se encuentra a la expectativa respecto de lo que sucederá con el dólar, una variable clave para la economía argentina.

Según anticipó el ministro de Economía y candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, el dólar mayorista subirá $3, a $353 el 15 de noviembre próximo, cuatro días antes de las elecciones presidenciales.

Así, en declaraciones al canal LN+, el titular del Palacio de Hacienda rechazó la posibilidad de convalidar otro salto abrupto del tipo de cambio y anticipó cómo continuará su gestión ante un eventual mandato en Casa Rosada.

Desde Consultatio, señalaron que la respuesta al interrogante sobre el futuro régimen cambiario “difiere radicalmente, dependiendo de quién sea elegido en la segunda vuelta”.

“Incluso asumiendo una victoria de (Sergio) Massa, no resulta evidente hacia qué régimen nos podríamos dirigir. La única certeza es que la situación actual es insostenible, con una brecha cambiaría rondando el 150% y con reservas netas negativas que ya alcanzan los US$ 11.000 millones”, subrayaron a través de un informe.

Hoy el tipo de cambio de 350 pesos equivale a un tipo de cambio real – ajustado por la inflación internacional – de $482 el día después de las PASO y el contrato en Rofex para fines de diciembre lo ubica a $636, un nivel claramente inferior al priceado el viernes anterior a la primera vuelta”, afirmó.

Según cálculos de la consultora Equilibra, “el tipo de cambio real llegará al balotaje aproximadamente 30% por debajo del lunes posterior a las PASO”.

A pesar de que Massa sostiene que no habrá una devaluación en lo que resta de su gestión como ministro, el sector financiero estipula que se dará un salto en el tipo de cambio.

Por ejemplo, el último informe de Bank of America proyecta un dólar oficial de $681 para fin de año, con un contado con liquidación (CCL) en $1.294.

A su vez, calcula para el cierre de 2024 un dólar oficial en $1.782 y un CCL en $2.495.

El próximo presidente deberá hacer una “corrección cambiaria”

En diálogo con Bloomberg Línea, Martín Kalos, director de EPyCA Consultores, opinó que “en términos de la dinámica de precios, es lógico que (Massa) no quiera que la inflación siga disparando. Necesita que se queden quietos los precios de todos los dólares, no solo el oficial, sino los paralelos”.

Sin embargo, aclaró que con esa dinámica “introduce un nuevo desequilibrio porque el tipo de cambio real multilateral demuestra un atraso cada vez más importante que va a seguir” e interpretó que se dio un “anuncio de atraso cambiario”.

“Va a requerir en algún momento algún tipo de corrección, que dependerá de quien gane las elecciones y cómo quiera manejarlo”, adelantó, aunque remarcó que una devaluación solo tendrá sentido con un “plan de estabilización razonable”.

“Con un stock de reservas netas negativo rozando US$ 10.000 millones y servicios de deuda en moneda extranjera por casi US$ 6.600 millones en los próximos tres meses, el próximo presidente deberá hacer una corrección cambiaria, tanto para morigerar los egresos de divisas a través del mercado oficial, como para sentar las bases para la renegociación del acuerdo con el FMI”, analizó un reporte de Equilibra.

Por su parte, Consultatio, expresó: “Ensayando algunas posibles direcciones que pueda tomar la política cambiarla desde el 10 de diciembre, podemos identificar cinco escenarios alternativos”.

“Un escenario `hacia adelante`, que implicaría una profundización del régimen actual con distintas combinaciones de TC oficial y CCL para el comercio y el mantenimiento del dólar oficial para los contratos; un escenario `hacia atrás`, con devaluación mediante pero manteniendo el cepo; un escenario `hacia arriba`, con unificación cambiarla; un escenario de dolarización; y finalmente uno de `desdoblamiento clásico`, con un tipo de cambio comercial superior al actual y otro financiero más depreciado”, explicó.

¿Cómo sería el ajuste cambiarlo bajo una presidencia de Massa?

“Creemos que muy probablemente la estrategia del actual ministro de economía incluya la profundización del desdoblamiento cambiarlo formal, como viene haciendo en las últimas semanas”, evaluó Equilibra.

“Hoy el llamado `dólar oficial de referencia` aplica para algunas importaciones (alimentos, medicamentos. autopartes, combustibles, salud y educación), y para ajustes de capital de instrumentos financieros ligados al dólar oficial”, remarcó el trabajo.

En ese sentido, la consultora indicó que “la totalidad de las exportaciones se están liquidando actualmente a un tipo de cambio de $510 (70% MULC y 30% CCL), un 45% por encima del dólar oficial”. “Medido en términos reales, el dólar exportador se ubica en niveles de competitividad similares a los del `Dólar Soja I` y un 6% más competitivo que el dólar oficial post-PASO”, manifestó.

“Las alícuotas de impuesto PAIS para las importaciones de bienes y servicios que no están exentas oscilan entre 7,5% y 30%. Los consumos en el exterior también pagan percepciones a cuenta de ganancias (45%) y bienes personales (25%)”, puntualizó.

Resaltó, de esa manera, que el tipo de cambio importador para bienes es de $370 en promedio, y el de servicios, de $425 (contemplando sólo impuesto PAIS) y/o $516 (considerando también percepciones). Sólo por el cobro del impuesto PAIS, el dólar para importaciones estaría, al menos 8% por encima del dólar oficial y 20% apreciado frente al tipo de cambio oficial real post PASO”.

¿Cómo podría ser el ajuste cambiarlo en una presidencia de Milei?

“Más allá de si, finalmente, pueda implementar su proyecto de dolarización y cierre del BCRA, creemos que el candidato libertario avanzaría con una rápida remoción de las restricciones cambiarlas y descongelamiento de precios”, estimó, al hacer referencia a un eventual mandato de Javier Milei.

Esa estrategia de shock “podría lograr la unificación cambiaria pero a costa de un fogonazo inflacionario” con fuerte deterioro socioeconómico.

“Como el Ejecutivo no contaría en el corto plazo con reservas internacionales, crédito ni un influjo de divisas comerciales significativo, estimamos que, para acotar el `overshooting` del tipo de cambio real, el gobierno anunciaría una fuerte reducción del gasto público nacional -quita de subsidios a clase media y prestaciones/planes sociales- y un fuerte apretón monetario”, apuntó.

En ese sentido, consideró que “esta estrategia permitiría unificar el mercado cambiarlo, pero no está claro que el Ejecutivo cuente con suficiente poder político para contener la frágil situación socioeconómica, por lo cual suponemos que la administración Milei apresuraría un plan de estabilización para el otoño”.

“Las chances de estabilizar el mercado cambiario en un contexto de flotación prácticamente libre dependerán de sostener una política fiscal y monetaria muy contractivas, lo cual es muy difícil de cumplir en un contexto tan recesivo y de elevada fragilidad social”, analizó Equilibra.

A su vez, manifestó que “la merma de ingresos fiscales y el crecimiento del déficit cuasi-fiscal junto con el deterioro de la popularidad del gobierno podrían socavar la confianza en la iniciativa”. “Si esto se traduce en salida de capitales, se generaría una nueva depreciación del tipo de cambio que volvería a acelerar la inflación”, anticipó.