Por Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos Aires.- El diputado nacional de Tucumán y presidente de la Comisión de Salud de la Cámara baja, Pablo Yedlin analizó el momento que atraviesa Argentina y de como se expresan distintos grupos fuertemente vinculados por proximidad al sector de la salud. 

Desde hace un tiempo algunas entidades que nuclean a trabajadores de la salud, se vienen expresando respecto de las condiciones en las que realizan sus prácticas en distintos efectores de salud y reclaman que se les provea equipos de bioseguridad para estar protegidos cuando deban tratar con pacientes que contrajeron Covid-19.

Yedlin sostiene que «es importante el mensaje de unidad que debemos impulsar los argentinos y esto significa el reconocimiento del recurso humano de salud. Hay responsabilidad de las asociaciones profesionales y el ministerio de Salud. Hay que buscar soluciones conjuntas y creo que la mayoría esta en esta tarea, pero entendiendo que estamos ante una materia perfectible». 

Para el legislador esta claro, que «es necesario que los equipos de bioseguridad lleguen en tiempo y en cantidad suficiente a los trabajadores» en sintonía con los reclamos que se realizaron en su momento, sin embargo, explicó que si bien hubo un cuestionamiento que es erróneo «ya que el porcentaje de médicos contagiados en Argentina era mas alto que el de otros países respecto del momento de la epidemia». 

Yedlin estimó que no es «necesario exagerar algunos de los puntos porque pierden validez ya que los tienen por si mismos», al tiempo que manifestó que si ocurre «en algunos lugares de Argentina que la provisión de equipos no se está dando».

En la misma evaluó que «la cantidad de pacientes -por el momento-  no es de tal gravedad para que esto genere una complicación inmanejable» de allí que llamó a visualizar que «las cosas tienen que tener la lógica de la realidad, lo que hace el ministerio de Salud de la Nación conjuntamente con el Estado,  no es solo la compra de equipos a otros países, sino la puesta en marcha de la producción de todo lo necesario para enfrentar la enfermedad, esto permitirá que a mitad de mayo sea suficiente, cuando se produzca el pico».

Respecto de algunas demandas puntuales de las asociaciones profesional, «no es necesario exponer números que no son reales, la realidad es tan contundente que grave como para que hable por si misma» de allí que consideró «que parece que en un grupo de personas es recurrente, por lo menos la manera de trabajar pero en este caso, estoy convencido de que no es necesario ni útil».

-¿Cual es la situación hoy?

-Es cierto que aún falta equipamiento, y que se debe resolver, es la prioridad número uno del Estado, de hecho el Estado está haciendo el máximo esfuerzo posible en conseguirlo, de ahí a exagerarlo entiendo que no es oportuno, porque si se ve el mundo nadie lo estuvo, y si observamos el enorme costo social que nos significa la cuarentena, tiene una explicación, es para lograr llegar en las mejores condiciones para dar las respuesta que ese momento de pico nos requerirá y que incluye a los profesionales de la salud. No es solo tener los equipamientos -aunque son una parte fundamental y necesaria, sino también los protocolos de cuidado para el personal. Es decir cual es la forma correcta de usarlos, esto no quiere decir que este en desacuerdo con algunos planteos que se formulan.

-Respecto de la posibilidad de que los materiales que se compraron -dada la alta demanda- lleguen en el tiempo que Argentina los necesite

-Hay mucho que ya llegó, y se calcula que para finales de mayo habrá más de quinientos mil equipos de protección, que serán suficientes siempre y cuando la curva se sostenga. Pero no vasta con que lleguen, deben ser distribuidos a cada una de las jurisdicciones y allí serán derivados al sector privado y al sector público. Esto es a los largo de todo el país, pero con la lógica de que no todos los lugares del país tienen la misma cantidad de pacientes. Por caso en Tucumán asistimos solo a 34 pacientes que dieron positivo y se registraron casos que fueron sospechosos que también requirieron equipos de protección. Hay que poner en el justo relieve que es obvio que tenemos ansiedad y temores, pero hay que precisar que hay respuestas que dependen de la organización y no solo de la cantidad de equipos. Da la sensación que por el volumen de equipamiento que existe en Argentina, no se debería justificar el contagio del personal de salud, si estos fueron bien distribuidos y el protocolo claro. 

-¿Que se está haciendo en Argentina hoy, para no depender solamente de los pedidos que se realizaron a países proveedores?

-Estamos produciendo, pero también hay déficit de insumos, hay telas repelentes para confeccionar camisolines que impiden el paso de sangre y agua es necesario importarla, o los materiales que se utilizan para fabricar barbijos tricapa es otro caso. Y quiero subrayar que es importante la distribución dentro de las provincias y e cumplimiento de protocolos. Otro factor es el problema que se genera con el pluri-empleo en salud, de profesionales que trabajan en el sector público y privado, que va de un lado para el otro, y que en algunos lugares tiene buenos equipos de protección y en otros no. A esto se suma que estamos ante una enfermedad que se transmite y que en muchos casos es asintomática. Es decir, cualquier paciente que transita distintos ámbitos, puede no tener síntomas y estar contagiando. Por este motivo las medidas de aislamiento son universales. Entonces el principal tema es cuidar a los trabajadores de la salud. 

-Cual otra prioridad …

-La posibilidad de disponer de test para diagnosticar la enfermedad y por último la cantidad de equipamiento del sector de terapia intensiva, que no quiere decir que se lo deba descuidar, pero si hay que poner en su justo término que sin personal especializado o hay terapia intensiva que funcione.

-Hay quienes rechazan la presencia de médicos cubanos en Argentina

-Puedo afirmar que en una situación de emergencia de salud como la que vivimos, los profesionales capacitados serán uno de los grandes cuellos de botella del sistema, y teniendo en cuenta que en Argentina la distribución de los médicos es muy variable, por caso tenemos lugares donde se dispone un medico para 50 habitantes y en otros, solo uno para mil habitantes. Y si además se entiende que no todos los médicos cubren las mismas especialidades, no encontramos que esa necesidad varía en cuanto a las necesidades reales, por lo tanto, no creo que Argentina ni ningún país del mundo está en condiciones de rechazar la presencia de profesionales útiles para ayudar en la pandemia. No obstante, será imperioso que estos profesionales sean evaluados para ejercer en el país. Pero también sostengo que porque sean italianos, cubanos o chinos tengamos una opinión, sino que se debe analizar su capacidad técnica.