María Eugenia Vidal dio esta noche la sorpresa en las elecciones en Buenos Aires, al imponerse con casi el 40 por ciento de los votos sobre el postulante kirchnerista, Aníbal Fernández, con lo cual se convertía en la primera gobernadora de la historia de la Provincia.

De esta forma, la vicejefa de Gobierno porteño lograba un hecho histórico, al convertirse en la primera mujer en gobernar la provincia más grande y de mayor peso electoral en el país, donde no hay balotaje.

«Esta noche estamos haciendo Historia, hicimos posible lo imposible, cambiamos resignación por esperanza. Sólo quiero decirles: ¡Gracias! Un gracias enorme, gigante por tanta confianza», sostuvo la dirigente macrista al salir al escenario del búnker instalado en Costa Salguero minutos después de que se difundieran los primeros datos oficiales.

Y agregó: «Quiero que sepan que los escuché, que escuché su mensaje de hoy, un mensaje de diálogo, de estar cerca, de trabajar mucho. ¿Saben lo que dicen los millones de votos que nos encontramos esta noche? ¡Se puede, se puede!».

El candidato del Frente para la Victoria, en tanto, e encontraba esta noche en el Hotel Intercontinental junto a su equipo de campaña y no había ofrecido su mensaje tras conocerse los resultados del escrutinio provisorio.

En tanto, el postulante de UNA, Felipe Solá, reconoció tempranamente su «tercer puesto», al que accedía con el 19,23 por ciento, casi la misma cifra que había obtenido en las Paso.

Al admitir su derrota, poco después de las 22, el diputado nacional se había referido a la posibilidad de que la candidata de Cambiemos fuera gobernadora: «Si fuera Vidal, le recomiendo que tenga la moderación y la amplitud necesaria para gobernar una provincia tan difícil».

Finalmente, el postulante del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), Néstor Pitrola, se quedaba con el cuarto puesto con el 3,80 por ciento, mientras que su par de Progresistas, Jaime Linares, quedaba último con 2,42 puntos.

Hace poco más de tres meses, en las elecciones primarias, la candidata a gobernadora bonaerense de Cambiemos, María Eugenia Vidal, había sido la postulante más votada, pero su fuerza había perdido frente al Frente para la Victoria, que había presentado a Aníbal Fernández y a Julián Domínguez como precandidatos.

Aquel 9 de agosto, la referente del PRO había cosechado el 29,95 por ciento de los votos provinciales, lo que en comparación con su desempeño de las generales muestra un crecimiento de diez puntos.

Vidal y un crecimiento de diez puntos. Parte de ese incremento se debió a que logró atraer a parte de los ciudadanos que en las PASO votaron en blanco y este domingo eligieron su boleta al ingresar al cuarto oscuro.

En agosto habían sido 991.876 votos en blanco, mientras que en las generales 549.640: Es decir que se pasó de un 10,75 por ciento en esa forma de sufragio a un 7,56.

Asimismo, Vidal también logró «quedarse» con parte del voto que en las primarias se inclinó por los dos precandidatos de Progresistas, Jaime Linares y Jorge Ceballos, así como también una leve porción del voto massista.

En la vereda de enfrente, el jefe de Gabinete no logró contener al electorado que lo eligió en las Paso y cayó cinco puntos en su rendimiento en las urnas.

En tanto, el candidato de UNA, Felipe Solá, retuvo casi la totalidad de sus votos, ya que en las primarias había cosechado el 19,66 por ciento y este domingo mantuvo ese tercer puesto con 19,23 puntos.