El expresidente del Banco Central Alejandro Vanoli, advirtió hoy que el Gobierno aplica una política de «persecución ideológica y vaciamiento del Estado» al despedir empleados públicos.

En las últimas horas, la autoridad monetaria despidió a 47 empleados, entre los cuales figuran la pareja y el hijo de Vanoli.

Ante esta situación, el ex funcionario aseguró: «despidieron solo a gente que yo nombré sin evaluar su capacidad. Han echado personal del Banco Central que estaba contratado en planta permanente, otros que entraron por concurso y gente que cumplía tareas, que cumplía horario de 10 horas. Han echado gente con
posgrados en el exterior».

Vanoli

En declaraciones radiales, Vanoli reconoció que su pareja y su hijo no ocuparon cargos por concurso, pero aclaró que durante su gestión, hubo concursos para cubrir puestos laborales.

No obstante, cuestionó a su sucesor, Federico Sturzenegger: «hizo designaciones a dedo y echó a gente histórica con más de 30 años en el banco», se quejó.

«Esto es discriminación ideológica. Han apuntado selectivamente a áreas críticas del banco, como por ejemplo donde se verifican las operaciones cambiarias ilegales. También eliminaron a las personas del centro de atención telefónica, que tomaba los reclamos de la gente», enfatizó.

    «Echaron a gente que entró por concurso y más de 30 años de antigüedad»

Y añadió: «algo así no pasó jamás en la historia del Central». Por otra parte, Vanoli también criticó las medidas económicas que tomó el Gobierno, y consideró que si Daniel Scioli hubiese derrotado a Mauricio Macri en el balotaje, se hubiesen realizado «modificaciones graduales en la paridad cambiaria y en las
restricciones».

«La forma en que se hizo todo produjo un aumento significativo de la inflación. Cuando hay una bruta devaluación, los precios se ajustan y las consecuencias son muy negativas para el salario real. Había cambios que no podía hacer un gobierno saliente, pero sí un gobierno entrante con toda la credibilidad», evaluó.

A su criterio, la devaluación «fue una decisión política y no creo que fuera inevitable».