Por Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos Aires – A mediados de mayo de este años, la diputada nacional Fernanda Vallejos, sentenció «el país es detonado, llegamos con la economía real destruida y el empleo diezmado y con una tasa de s¿desocupación de dos dígitos, y una situación financiera frágil que preocupa a los argentinos».

El jueves pasado la legisladora se reunión en el Anexo de diputados con la UIA, los laboratorios, y el sindicalismo en un conversatorio en el que coincidieron en rechazar el Tratado de Libre Comercio entre Mercosur y UE.

La iniciativa de la legisladora fue impulsada por sus equipos técnicos y logró reunir a referentes del empresariado como la UIA, Enac, y la CTA, que advirtieron de las “asimetrías” existentes entre Mercosur y UE.

Por su lado los laboratorios nacionales reprobaron la posibilidad de que Argentina adhiera al PCT, al tiempo que la parlamentaria impulsó la idea de encarar acuerdos con otros bloques y países que se encuentran en el mismo nivel de desarrollo, para «profundizar la performance exportadora de nuestra economía y las relaciones comerciales con el resto del mundo, con el enorme desafío que tiene por delante nuestra economía, que es superar la restricción externa, la escasez de divisas».

Entre los temas abordados, el de las patentes logró centralidad, puesto que economistas y especialistas explicaron que los perjuicios para la industria, el empleo y la salud del país serían importantes si se profundiza el Tratado de Libre Comercio entre Mercosur-Unión Europea y el Tratado de Cooperación en esta materia. Sin embargo, no descartaron que existen oportunidades sobre este tema en el futuro. 

Para Vallejos “los acuerdos internacionales no son buenos ni malos per se”, y no obstante, explicó que “los beneficios y perjuicios que pueden generar sobre la economía y la sociedad dependen de las condiciones en que se negocian”.

En 2018 el saldo negativo de la balanza comercial Argentina con la UE fue de US$ 2.050, sobre este punto la bonaerense apuntó que «el déficit comercial sostenido desde hace más de una década y las condiciones mal negociadas, no dejan dudas sobre las desventajas en que tal acuerdo dejaría a nuestra Nación», afirmó.

Vallejos, señaló como ejemplos los acuerdos de Argentina con India, con los bloques Asean , Oriente Medio, Maghreb y Bsec. «Estos 4 bloques regionales nuclean a 32 economías del mundo y dejarían a partir de la vigencia plena de estos acuerdos 7.000 millones de dólares adicionales de superávit anuales», fundamentó. 

Por su lado, la responsable de los Departamentos de Legislación y Política Social de la Unión Industrial Argentina (UIA), Laura Giménez, hizo hincapié en las asimetrías que separan a los dos bloques se traduce «en términos de nivel de estabilidad macroeconómica, desarrollo, escala, y coordinación de políticas públicas».

En tanto que desde la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (CILFA), su apoderado legal, Santiago Basso, sostuvo que el acuerdo «extenderá el plazo de vigencia de las patentes en Argentina, con la consiguiente extensión del monopolio en el mercado», y reparó que esto impacta en los consumidores, porque ocasionará «un menor acceso a los medicamentos con su consiguiente impacto en la salud pública».

Recientemente se celebró un preacuerdo entre el Mercosur y la UE, que se encuentra en instancia de revisión jurídica. Si bien el presidente lo ensalzó como un logro político la mirada de Vallejos dista mucho de caer en el exitismo, al referir que «el Gobierno se precipitó con una vocación electoralista en el cierre de negociaciones, para mostrar algún tipo de resultados con intencionalidad política y que al mismo tiempo está alejado de las necesidades que necesita la política internacional”, y remató describiendo “la política económica aplicada que colocó a la deuda externa pública por encima del 315% de nuestras exportaciones, en una situación de preocupante insustentabilidad”.

La movida carece de casualidad, es indudable que la sinergia de los actores que protagonizaron el conversatorio, tienen intereses específicos en el caso que Alberto Fernández ocupe la primera magistratura de la Nación. Hugo Sigman, propietario del Grupo Insud, cercano de Héctor Daer, como también interlocutor e Sergio Massa, es una persona allegada al gobernador Juan Manzur, es el referente de los laboratorios nacionales.