Por Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos Aires –

El economista Juan Valerdi, evaluó que la baja reciente del precio del petroleo en la cotización internacional esconde el interés de los que «aún no cerraron los pozo y pagan para no hacerlo» porque están a las espera del cambio de la condiciones internacionales producto de un acuerdo y señaló que la negociación con los acreedores, «fue muy generosa» porque «era la tasa delirante que puso el macrismo, que si era impagable».

En referencia a lo que sucedió con la abrupta caída del petróleo, dice el especialista “que viene de largo, pasa que se perdió la capacidad de almacenaje de combustibles tradicionales e incluso los no tradicionales, y pasa que hay lugares donde la ecuación no da entonces que hay que pagar para que se lo lleven y no tener que cerrar los pozos”.
Valerdi “sostiene que detrás de esto hay algo que no se dice, si lo depósitos están todos llenos y hay quienes que no quieren cerrar los pozos es porque hay gente que está apostando a que esto en algún momento se acomoda, se producirán acuerdos y el petróleo retomará su precio”, y agregó “si pensaran lo contrario no harían lo que hacen”.
Los mecanismos a los cuales recurrirían las compañías de petróleo sería “cerrar pozos y vaciar los almacenes porque prefieren venderlo ahora y no después más barato”.

-¿Qué pasa con Vaca Muerta?

-Una cosa es que el precio del petróleo se acomode un poco, y otra que haya un precio para que el fraking vuelva a tener sentido. Esto no es tan fácil. Este panorama nos juega en contra a corto plazo, y a mediano plazo habrá que esperar. Vaca Muerta era uno de los lugares donde supuestamente se obtenían los recursos para poder pagar la deuda.

-Estamos con esta imposibilidad de sacarle provecho a Vaca Muerta, y además hubo una negociación que encaro el ministro Guzmán, ¿Cómo lo ves?

-Sorprende el exceso de generosidad, puede que alguien diga que Guzmán, hizo un trabajo técnico impecable, de ser así tiene que ver con algo que es fundamental cuando se presenta un proyecto de negociación de deuda, que es escenario macroeconómico vio en el futuro de Argentina y porque en determinado momento se estará con capacidad de pago.

-¿Entonces?

-Sorprende que esto no es público y estaría bueno que sepamos qué propuesta hizo y porque le ministro piensa que en tres años estaremos con capacidad de pago. Se ve complicado. Porque no estamos trabajando sobre la reactivación del país. Se había tomado la iniciativa de hacerlo cuando se fue el macrismo y luego nos abordó la pandemia y la cuarentena. Necesitaremos ahora un tiempo para recuperarnos de la cuarentena y después para hacerlo con la reactivación luego de un montón de años de años de neoliberalismo. No veo a Argentina con margen para pagar ni trescientos ni cuatrocientos millones de dólares, como lo anuncian para 2023. Parece un tanto generoso pero también podría ser además irresponsable.

-¿A qué se debe este tipo de oferta de parte de Argentina?

-Si lo que está haciendo es una oferta, que se sabe que la otra parte no aceptara. Estaríamos apostando al rechazo y al default, pero con una culpa que teóricamente sería la de ellos. Está bien, es genial. Pero me pregunto, tenían la necesidad de hacer una oferta tan generosa. Esta es la pregunta del millón. Porque el contexto internacional de las finanzas está destruido y complicado.

-Hay otros actores que despotrican diciendo que la quita fue muy grande…

-Pero lo que se está tomando es que lo que se hubiera pagado de intereses, era la tasa delirante que puso el macrismo, que era impagable desde el vamos, y si se compara con esta última, claro que la quita fue grande. Pero se trata de la quita de intereses que nunca su habrían podido pagar.

-¿Valerdi cómo evalúa usted las medidas para los trabajadores y las empresas, que se están impulsando desde el Gobierno?

Todas las medidas que compensen el parate y la masacre que implica la cuarentena para quienes están informalidad, las pymes o los que no tienen espaldas, son bienvenidas. Recordemos que hace poco hubo una discusión entre los “técnicos” y el ala más política del gobierno. Los primeros estaban preocupados para que no le den a la máquina de imprimir billetes. Si no es la manera, que hacemos? Como financiaremos las respuestas que se van aplicando. Porque si no imprimís y tampoco se le da al pueblo, el problema será más grave que de qué manera se sale luego a rescatar billetes. También esto sería entrar en el juego de lo que economistas que dicen que la inflación en Argentina se porque se imprimen billetes, y esto no es verdad. Que es un elemento puede ser, pero no excluyente. La inflación tiene más que ver con los formadores de precios en la cadena de producción, distribución y comercialización, es más verdad.

-¿Que debe hacer el gobierno para terminar con esta sangría al bolsillo de los sectores asalariados y los más postergados?

-Preocuparse menos de cuantos billetes se imprimen y avanzar contra estos sectores que forman precios. Estamos en un tiempo que justifica más la presencia de un Moreno que de los puristas de la economía. Tenemos un gabinete que fue armado para después del 10 de diciembre, pero no para una crisis que generó una pandemia internacional con un margen de maniobra mucho más ajustado. Sin embargo, hoy Alberto Fernández tiene un apoyo político que le permitiría ir a fondo, están las condiciones dadas para que pueda avanzar y resolver el drama que tenemos.

-Da la sensación que la presencia de Ginés en el gabinete, fue una precaución que tomó el Presidente en momentos que recién se conocía el efecto del Covid-19 en China y que podía recalar en estas costas...

-No tuvieron en cuenta que la pandemia se convertiría en la gota que rebasaría el vaso de la crisis económica que ya atravesaba el mundo y que estaba por detonar. En el caso de la pregunta, esto no se tuvo en cuenta. Ginés conduce los destinos del ministerio de Salud, el problema será el resto, porque cuando se pueda controlar el virus sigue pendiente la economía, la reactivación, la producción y como compensar todo este caos que generó la cuarentena.

-¿Se puede considerar la posibilidad de generar para esta transición un nuevo diseño productivo que permita retomar actividades y atenuar los efectos que dejará la solución efectiva para contener el proceso de contagio?

-Tal vez se pueda, pero nunca a estado tan conectado como ahora la economía con la salud de la población. Si hubo en la historia una forma de resolverlo ganó la postura económica. Pero no como ahora. El problema que hoy tenemos es, además de como veíamos un panorama delirante en materia de finanzas internacionales, la velocidad con la que se desarrollan las cosas porque existen mercados interconectados, globalización productiva, y cadenas integradas mundialmente. Podemos pensar que Argentina está al margen de esto, no. Tenemos multinacionales de todo tipo y una conexión con Brasil implica que tengamos una dependencia muy importante de lo que allí suceda. La reconversión es posible, pero no hay margen de tiempo y maniobra. Las decisiones deben ser rápidas. Por eso sostengo, que si el gabinete fue tomado por sorpresa, el presidente tendrá que cambiar de caballo en el medio del río, porque el que tiene no está para ese río, si está para otra cosa. Además, hay que ver durante cuánto tiempo el virus estará entre nosotros. El problema es que la aparición inicial del virus, demostró que la gente no tiene anticuerpos, la sociedad de a poco lo irá incorporando. Pero no se puede reformular el sistema productivo pensando que estas medidas que se tomaron serán para siempre. No solo se tendría que modificar el sistema de trabajo, sino también el sistema de transporte. Se puede romper un criterio productivo, pero también se debe saber hacia dónde se va. Cuál es la alternativa?.