El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) advirtió este miércoles que la pobreza infantil podría escalar al 58,6% hacia fines de 2020 por los efectos del COVID-19. Ante esta proyección, destacó que es «imprescindible» fortalecer los sistemas de protección social.
«El COVID-19 generó una emergencia de salud pública de dimensiones inéditas con impactos inmediatos y en el largo plazo, que conllevan riesgos y efectos particulares en las niñas, niños, adolescentes y en sus familias, especialmente en aquellas que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad. Si bien la niñez no es el grupo de población más afectado en términos de salud, son las víctimas ocultas de la pandemia», indicó el organismo de la ONU en un informe publicado este miércoles.
En esta sintonía, Unicef estimó que la recesión económica tendrá un impacto directo sobre las infancias y generará un incremento de la pobreza infantil hasta el 58,6% hacia fines de 2020. Esto significa que 7,7 millones niñas y niños se encontrarían en situación de pobreza, de los cuales 2,1 millones (16,3%) estarían en situación de pobreza extrema, es decir, vivirán en hogares cuyos ingresos no permitirán cubrir las necesidades mínimas de alimentación.
Asimismo, recordó que en el segundo semestre de 2019 el 53% de este sector poblacional se encontraba en situación de pobreza.
De igual manera, el informe destaca que «hay desigualdades según tipo de hogar donde residen los niños: referentes desocupados o con trabajo informal, bajo clima educativo, migrantes internacionales o jefatura femenina», al mismo tiempo el relevamiento marca que «esta desigualdad es mayor en barrios populares, donde combinan pobreza monetaria y estructural».
Para enfrentar el deterioro de las condiciones de vida, Unicef aconsejó mejorar la suficiencia y poder adquisitivo de la AUH «como principal mecanismo de protección de ingresos a la niñez, disponiendo que sea» efectivamente «universal y no condicionado».
«En este sentido, resulta crucial que se continúe implementando el bono extraordinario de 3103 pesos a los titulares de la Asignación Universal por Hijo y por Embarazo para todo el período de 2020. Esta medida implica, en la práctica, que el monto total de la AUH supere la línea de indigencia», agregó.
Si la medida continúa implementándose durante la segunda mitad del año, el costo fiscal implicaría -detalló la Agencia de la ONU- una inversión equivalente al 0,25% del PIB.
