Por Fabrizio Turturici

Armando Cabrera, periodista de extensa y prestigiosa trayectoria en la ciudad de Rosario, ha sido, desde sus inicios, un obrero de la palabra. Lejos de ser tibio en sus declaraciones, el conductor de las mañanas rosarinas de Rivadavia analizó los primeros meses del gobierno de Mauricio Macri, pero también disparó contra su antecesora.

En diálogo con Conclusión, el periodista gráfico de ADN Diario, radial de Rivadavia y LT3 y televisivo de Somos Rosario, consideró que “hasta ahora, no hay mucha tela para cortar. Todo lo relacionado a inflación y despidos viene de antes”, adujo, “salvo que mucho más agravado porque han devaluado”.

En relación a la gestión que lleva el Presidente en cuatro meses, “agarraron un país destrozado, que no tenía un peso. Caja que tocaban, caja que estaba vacía: Aerolíneas Argentinas, Pami y demás. Entonces, tienen que tomar el toro por las astas y salir adelante”, criticó Cabrera.

Por otra parte, el periodista opinó que “no está de acurdo en que éste sea un gobierno aristocrático. Creo que hacen cosas por la gente pobre, aunque falta todavía, y mucho. Es evidente que son de centro-derecha, pero han tomado medidas positivas para las clases bajas. Donde fallan es en la comunicación. No tienen carisma para decir las cosas; no convencen. Tampoco lo tiene el jefe de Gabinete (Marcos Peña), le falta la chispa que tenían los anteriores en su cargo, que si bien eran delincuentes, jugaban bien el papel de voceros”, disparó.

A la hora de remarcar las cuestiones positivas que cambiaron en Argentina, Cabrera recordó que “la libertad de expresión y la normalización de la Justicia, sobre todo. La independencia de los Poderes me parece necesaria. A mí me cuentan algunos diputados nacionales que ahora pueden trabajar en su rol de legisladores, no como meros escribanos. Es lo que corresponde”.

Asimismo, el conductor interpuso que “están empezando a descubrir los negociados de los Kirchner y no se salva nadie: ni Julio De Vido, ni Aníbal Fernández ni muchos otros. La magnitud de lo que se encontraron es incalculable; la gente no se lo puedo imaginar. Lo de Lázaro Báez es escandaloso: no hay nadie en el mundo que pueda creer que un empleado bancario haya amasado semejante fortuna habiéndola hecho solo”.

No obstante, “no es excusa para el Gobierno. Una cosa es recibir una pesada herencia y otra gobernar. Si a partir del segundo semestre no se ven los resultados, sean pequeños, medianos o grandes, será responsabilidad de Macri. Ya no habrá más posibilidad de culpar a los anteriores”, dijo Cabrera.

Ahora, el desafío de Cambiemos es “que ingresen inversiones para poder acomodar la economía. Querían levantar el cepo y el default para tener acceso al dinero de afuera y meter otro tanto dentro del país para ejecutar obras. Eso da trabajo”.

Sobre esto último, Cabrera juzgó que lo de los despidos “es preocupante. Se pasaron en echar gente que no era ñoqui. De todas maneras, muchas más despidieron los empresarios privados. Se abusan y aprovechan de las circunstancias. A los empresarios le importa su bolsillo y nada más”.

Sobre las expectativas del periodista de cara al futuro inminente, “si logran avanzar en la infraestructura del país, van a funcionar bien. Construir obras y viviendas –sin choreo, no como lo hizo Kirchner–, es una fuente de trabajo magnífica”, reflexionó sin olvidarse del pasado gobierno.

“No sé todavía si vamos por buen camino, pero estamos intentando llevar el país adelante, torcido como estaba. Creo que Macri lo está empezando a enderezar”, terminó Armando Cabrera.