El comisario de Política de Vecindad y Ampliación de la Unión Europea (UE), Johannes Hahn, afirmó hoy que el gobierno turco ya tenía «preparada» la lista de jueces que debían ser depurados, antes de que se desencadenara el fallido golpe de Estado.

«Las listas, que ya estaban disponibles justo después de este acontecimiento, indican que algo estaba preparado, que en cierto momento tendrían que ser utilizadas», aseguró el funcionario austríaco, encargado de la relación con los países vecinos de la UE, durante la reunión de hoy de ministros de Relaciones Exteriores de la UE en Bruselas.

Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, recordó hoy tras hablar con Erdogan, que Turquía, como miembro de la Alianza Atlántica, debe respetar «valores» comunes de la organización como la democracia, el orden constitucional o el Estado de derecho.

Tras el fallido golpe de Estado, el gobierno turco detuvo a más de 7.000 personas, entre ellas a un tercio de los generales de sus Fuerzas Armadas, y removió de sus cargos a 2.700 jueces, más de 8.500 policías y a una treintena de los 81 gobernadores del país.

Las detenciones y las búsquedas de cómplices o simpatizantes del golpe fallido continúan, pero la purga de jueces fue inmediata.

Además, el presidente turco, el islamista Recep Tayyip Erdogan, pidió ayer la restauración de la pena de muerte, abolida en 2002, una idea sobre la que insistió y que es una de las reacciones al golpe de Estado fallido del pasado fin de semana.

En una entrevista con la CNN desde el Palacio Presidencial en Estambul, Erdogan indicó que el levantamiento militar ha sido «un claro crimen de traición».

«Pero, por supuesto, será necesaria una decisión parlamentaria para pasar a la acción en forma de una medida constitucional. Así, los líderes (políticos) tendrán que reunirse y discutirlo y si ellos aceptan discutirlo yo, como presidente, aprobaré cualquier decisión que salga del Parlamento», señaló el jefe del Estado.

Hahn explicó en la cumbre de ministros que la UE había pedido a Ankara, que transita su candidatura de ingreso al bloque europeo, que la condena y la respuesta contra los golpistas debía estar «en línea con los estándares internacionales del Estado de derecho», informó la agencia de noticias EFE.

«Y lo que vemos no se cumple realmente con eso (…) Estoy muy preocupado. Es exactamente lo que nos temíamos», agregó.

«El Estado de derecho tiene que protegerse en el país, no hay excusa para apartar al país de eso», sentenció el funcionario austríaco, ganándose el apoyo de la mayoría de los cancilleres de la UE.

Los gobiernos de Alemania y Francia advirtieron sobre este avance del presidente turco, hace un par de días, pero hoy se sumó el resto del bloque, inclusive su principal responsable en materia de política exterior, Federica Mogherini.

La jefa de la diplomacia europea reaccionó ante el anuncio de Erdogan de que su gobierno podría reinstalar la pena de muerte, abolida en 2004, para juzgar a los golpistas y todos sus presuntos cómplices.

«Ningún país puede convertirse en país miembro de la UE si introduce la pena de muerte; eso está muy claro», advirtió Mogherini en una conferencia de prensa conjunta al secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, en Bruselas.

«La abolición de la pena de muerte es una condición sine qua non para entrar en la UE y en el contexto turco sólo puedo reiterar que es miembro del Consejo de Europa y como tales han ratificado el protocolo, y no ha habido pena de muerte en este siglo entre los países que forman parte» de esa organización, agregó.

En cuanto a la alianza militar atlántica, su secretario general, Jens Stoltenberg, expuso que «es esencial que Turquía, como todos los demás aliados, garantice total respeto por la democracia y sus instituciones, el orden constitucional, el Estado de derecho y las libertades fundamentales».

Esas normas, dijo, competen a Turquía «como parte de una comunidad única de valores, como está recogido en el documento fundacional de la OTAN, el Tratado de Washington».

En un comunicado, el secretario general aliado señaló que habló hoy por teléfono con Erdogan, en un día en que las autoridades turcas suman más de ocho mil detenciones en el Ejército, la judicatura y la policía nacional tras el intento de levantamiento militar.

En los últimos meses, la UE reactivó la candidatura de Turquía para ingresar al bloque como parte de un acuerdo más amplio para que Ankara sellara sus fronteras y frenara el aluvión de refugiados, principalmente de Medio Oriente y Asia, que desde hace casi dos años intentan llegar a Europa y construir una nueva vida allí, lejos de la violencia y la pobreza estructural que devasta sus países.