Trabajadores de la salud y transportistas del área de discapacidad realizaron este martes una manifestación en el Monumento a la Bandera para denunciar atrasos en el pago por parte de las obras sociales y advertir que la situación pone en riesgo la continuidad de los servicios. Ante este escenario, el sector definió iniciar un paro de 72 horas.

La concentración de este martes contó con la presencia de terapistas, fonoaudiólogos, psicólogos, kinesiólogos y transportistas que trabajan con personas con discapacidad. «Estos tres días vamos a parar y nos manifestaremos para ver qué podemos solucionar», señaló Ivana Dibert, una de las manifestantes que estuvo presente en el Monumento.

Según contaron los presentes, a pesar de estar terminando el octavo mes del año, recién están cobrando el trabajo realizado en mayo pasado, algo que hace insostenible permanecer en la actividad.

«Es muy difícil. En el mejor de los casos, estamos cobrando el mes de mayo. Alguna obra social excepcionalmente está pagando junio. No hay forma de vivir así, nos sostenemos en base a nuestras parejas o alguna ayuda. No tenemos dinero para solventar los traslados», advirtió Daiana Oddo, otra de las trabajadoras que se acercó a manifestarse.

Este escenario de atrasos jaquea la prestación de estos servicios dirigidos a las personas con discapacidad. El impacto -apuntaron- se percibe en el número de transportes que decidieron dedicarse a otro trabajo: 400 en lo que va de 2022.

«Es una locura. Hay gente que está trabajando en los correos, está repartiendo paquetes, porque trabajan y cobran todos los meses. Nosotros tenemos atrasos. El impacto en nuestro bolsillo es instantáneo porque tenemos que cargar combustible día a día», lamentó  el transportista Sebastián Daitch, quien recordó que en los últimos días hubo un nuevo aumento en el precio de los combustibles que llegó a un 7.5% en promedio.

A los gastos asociados a los combustibles hay que sumarle todos aquellos ligados a la compra de repuestos o el mantenimiento de los vehículos. «Lo pagamos con la plata del trabajo de hace cuatro meses atrás. Lamentablemente hacemos todo nuestro esfuerzo para llevar a los chicos, ponemos la mejor buena voluntad y hasta plata de nuestro bolsillo, porque las obras sociales no autorizan las prestaciones y a veces los llevamos porque nos toca el corazón, pero ya es insostenible. No hay manera de seguir trabajando así», se quejó Daitch.

Los manifestantes expresaron ante este medio que desconocen de dónde surgió la decisión de recortar los pagos. Tampoco tienen precisiones sobre cuándo va a normalizarse la situación porque, a pesar de los reiterados reclamos, ninguna autoridad se comunicó con ellos para brindarles una solución.