La Cancillería nacional convocó hoy al embajador británico en Buenos Aires, John Freeman, para exigirle explicaciones por las versiones de espionaje de ese país contra la Argentina, mientras que en simultáneo Londres llamó a la embajadora Alicia Castro por críticas a la «militarización» en las Islas Malvinas, en el marco de una escalada de la tensión diplomática bilateral.

Según se informó, el vicecanciller Eduardo Zuain convocó al embajador Freeman para reclamarle por el «silencio del Gobierno británico frente a revelaciones de Edward Snowden, a través del medio The Intercept, sobre acciones de espionaje electrónico masivo dirigidas contra la Argentina».

«Según este medio, las acciones fueron llevadas adelante ante la creciente presión internacional para resolver la disputa de soberanía sobre las Malvinas», señaló la Cancillería a través de un comunicado.

Zuain advirtió al representante británico que acciones de ese tipo «violan el derecho a la privacidad conforme establecido en las resoluciones 68/167 y 69/166 de la Asamblea General de las Naciones Unidas».

Ambas resoluciones ponen de relieve que «la vigilancia y la interceptación ilícitas o arbitrarias de las comunicaciones, así como la recopilación ilícita o arbitraria de datos personales, al constituir actos de intrusión grave, violan los derechos a la privacidad y a la libertad de expresión y pueden ser contrarios a los preceptos de una sociedad democrática», se indicó.

Zuain comunicó además al embajador Freeman que la Cancillería y el Ministerio de Planificación Federal, con el patrocinio de la Procuración del Tesoro de la Nación, presentarán hoy una denuncia penal contra las empresas que llevan adelante actividades de exploración de hidrocarburos en la plataforma continental argentina.

Para la Argentina, esas acciones violan la Ley N° 26.915 y las resoluciones de las Naciones Unidas sobre la cuestión de las Islas Malvinas, en particular la 31/49 que «insta a ambas partes en la disputa de soberanía a no introducir modificaciones unilaterales en la situación mientras se encuentre pendiente la solución de la controversia».

El vicecanciller expresó, también, el malestar del Gobierno argentino por las declaraciones efectuadas el 24 de marzo de 2015 por el Secretario de Defensa del Reino Unido, Michael Fallon, ante el Parlamento Británico, cuando anunciara el incremento del gasto militar en las Islas Malvinas y la introducción de nuevo equipamiento bélico, alegando una supuesta e inverosímil «amenaza» argentina.

Y le recordó, además, las expresiones de la presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner en el acto del pasado 2 de abril en contra de la militarización de las islas.

Según se informó, Zuain reiteró que, «frente al armamentismo británico, la Argentina sostiene que sólo el diálogo y la negociación deben primar para poner fin a esta situación colonial anacrónica que lleva más de 182 años, mediante la aplicación de la resolución 2065 (XX), y siguientes, de las Naciones Unidas».

La convocatoria argentina se planteó luego de que medios británicos dieron a conocer hoy que ayer fue convocada por la Cancillería de ese país la embajadora Alicia Castro.

El vicecanciller argentino rechazó los argumentos esgrimidos por el Foreign Office ante Castro, «respecto de las declaraciones oficiales referidas a la creciente militarización de las Malvinas y la exploración ilegal de hidrocarburos».

Según tracendió, el Gobierno británico convocó ayer la embajadora argentina Alicia Castro a que diera explicaciones por el reciente cruce verbal entre ambos países por la soberanía en las Islas Malvinas.

Medios de prensa desde Londres señalaron que la convocatoria fue realizada por la Cancillería británica, que a través de voceros salió a advertir que «objeta firmemente las recientes declaraciones de la presidenta y de la Embajadora argentina» por la cuestión Malvinas.

«Gran Bretaña no tiene dudas de su soberanía sobre las Falkland Islands (Islas Malvinas) y las áreas marítimas que las rodean, ni sobre el derecho de los isleños de decidir sobre su propio futuro», indicaron los voceros diplomáticos a través de distintos medios de prensa británicos.

Los cruces verbales entre Buenos Aires y Londres aumentaron luego de que el mes pasado el secretario de Defensa británico, Michael Fallon, anunció un aumento de la presencia militar en las Malvinas.

En concreto, dos helicópteros Chinook y un nuevo sistema misilístico tierra-aire serán instalados en las islas.

La presidenta Cristina Kirchner y la embajadora Castro salieron a cuestionar la «militarización» de las Islas.

La jefa de Estado advirtió que la legislación internacional y el «diálogo» y no la «militarización» son el «camino» hacia la soberanía.

Destacó que la convicción del país es que la Argentina volverá a ejercer la soberanía sobre el archipiélago.

Además, Argentina cuestiona la exploración y explotación petrolera en la región por parte de empresas británicas.

La semana pasada, tres compañías -Premier Oil, Rockhopper Exploration and Falkland Oil & Gas- hicieron uno de sus habituales anuncios sobre hallazgo de petróleo y gas en el Atlántico Sur.